Por Jesus Olivas Figueroa

Como ya se está haciendo costumbre, el presidente de Acción Nacional en Sonora, Juan Valencia Durazo se mostró valiente, entrón y con una autocrítica sesuda en torno a los problemas que azoran al PAN gobierno.

 

Y es que el de Granados fue claro en temas torales que han atizado las formas por demás paupérrimas que han provocado un estado de indefensión, decaído, con una enfermedad terminal que sólo recuerda los días mozos en que el beneficio de la duda cobijó al mandatario de pies a cabeza, hoy, nada de eso existe.

 

Por tal motivo, Valencia Durazo ha entendido ciertos puntos, y aunque en otro debe ser ese jefe de partido y de alguna manera defender o minimizar ciertos detalles de su gobierno, su crítica agria ha servido para entender que los presidentes de partido deben ser recios no sólo con los de enfrente, sino también con su propio organismo.

 

No dudó en calificar el zafarrancho que se traen entre el Gobierno del Estado y los Delegados sonorenses como una "guerrita" que sólo ha hecho daño al ciudadano, y ante esa situación la problemática del agua no tiene el destino que debería, lo que a todos nos conviene, "agua para todos".

 

Le atinó, su comentario fue acertado, y cómo no, mientras Roberto Romero, primero se aferra a su poder y continuaba los trabajos del ramal norte, la CONAGUA ejercía su papel de árbitro y con argumentos legales le bajó los humos de grandeza al secretario de gobierno, lo que terminó en un "sí acataremos lo que nos digan, pagaremos la multa y esperamos su apoyo para abastecer de agua a Hermosillo", de parte del mismo incondicional de Padrés.

 

Tema que por cierto, lo finiquitó respondiendo al cuestionamiento de un colega, que durante sus giras de trabajo por toda la entidad, se ha encontrado gente que le pregunta el porqué no hay cambios en el gabinete del gobernador, a lo que dijo que es muy respetuoso de lo que el ejecutivo decida en cuanto a sus colaboradores.

 

Luego le entró al tema del congreso del estado...

 

"La parálisis del congreso  es muy triste y penosa, el no tener representación jurídica es lamentable"; Culpó como era de esperarse al PRI de obstaculizar el trabajo legislativo, argumentando que a como dé lugar quieren la mesa directiva cuando aún no les corresponde.

 

Le atizó a la “encuestitis”, a la que desestimó, la calificó como un arma para ganar la nota mediática, les dijo cuchareadas, que cada quien las hace a su favor, y que inevitablemente terminan por engañar a la gente; reflexión con la que estoy de acuerdo, sin embargo, la que dice tiene el PAN, tampoco se la creí, dijo que el repunte de Acción Nacional ha sido paulatino y que hoy en día existe un empate técnico, pero su partido dos puntos arriba.

 

Y hablando de su partido, Valencia Durazo subrayó que no es sólo un precandidato, señaló que hay varios liderazgos que aspiran con argumentos sólidos a ser candidatos a la gubernatura de Sonora, sin embargo, en la realidad de la imagen, resalta sólo a uno, Javier Gándara.

 

De la recién aprobada ley electoral, también tuvo críticas, incluso hacia sus diputados, expresó que los pendones deberían de extinguirse, evidenciando a sus legisladores que votaron a favor, mientras que de los topes de campaña le atizó al sufragio que los elevó, porque para Valencia Durazo los recursos que existían eran más que suficientes.

 

El líder del "albiazul" en la entidad habló de todos los temas, lo hizo en la mesa del Colectivo de Reporteros (Corsa) en el restaurante Los Güeros, donde rubricó su participación minimizando las declaraciones de su homólogo priísta en torno al golpeteo que le hacen al gobierno de Padrés, "si tienen pruebas que las muestren", retó.

 

Les dijo dinosaurios heridos y que a pesar del pataleo, el PAN no tiene un camino oscuro, es más, recalcó que la ciudadanía aún le apuesta a su proyecto, al trabajo que han venido desarrollando; quizá de Acción Nacional, pero del PAN Gobierno, tengo mis dudas, mis serias dudas.

 

Una vez más Juan Valencia puso el dedo en la llaga, criticó a los suyos, y eso, en ocasiones es sano, es bueno, y al menos en su cuestionamiento, sigue por la senda de un líder que busca ganarse el respeto de sus agremiados, encomiable en un mundo donde los "jefes" del estado se han caracterizado por no permitir señalamientos.

 

Listo...Dios los bendiga, cuide y proteja...

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