“La política de Padrés en materia de transporte ha sido fallida”, con esa frase aglomeró toda la problemática que ha venido teniendo el transporte en los últimos meses, José Luis Gerardo, líder de SICTUHSA.

Como ya se ha vuelto característico y en el marco de la reunión semanal del Colectivo de Reporteros en el Malecón, Gerardo abordó varios temas, pero siempre, indiferentemente culpó al Gobierno de Padrés de todos los males que ha sufrido el transporte, pero sobre todo, y con rostro de hierro, seguro de lo que decía, dijo sin tapujos que Roberto Romero es el gestor del diálogo infructuoso.

Como en cada situación donde la verdad se la disputan dos partes, cada una piensa tener la razón, sin embargo, los erros de SICTUHSA también han sido puntuales, los arrebatos de huelgas, el aferramiento en la alza de la tarifa, pero sobre todo, la división de ésta, todo, en detrimento del usuario, ha permeado en la sociedad como una empresa que tiene más culpa que la que quieren hacer ver.

Respuestas a la defensiva, (la burra no era arisca dicen por ahí), seriedad absoluta, incluso, cierta dosis de preocupación, fueron las constantes de la plática que sostuvimos con Gerardo.

Me pareció importante la parte en donde dijo que si el Gobierno no les paga los cerca de 50 millones de pesos que les adeudan, la huelga estallaría sin remedio, afectando al usuario, desmembrando gran parte de la economía sonorense, todo, como presión a un gobierno que parece inerte, impávido y sobre todo autoritario.

Fueron más de 30 mil almas que se juntaron para manifestarse y exigir la derogación del COMUN; Los priistas han presionado desde el Congreso para que les den el resto del presupuesto; Los Yaquis demandaron al Gobernador; Parte de la ciudadanía cajemense se opuso al Novillo; Hay una familia que tiene cientos de días apostada por fuera de la casa de Gobierno y todo, sí, todo, ha sido inútil, por qué habría de cambiar lo del transporte, ¿Porqué?. 

El dilema pareciera no lo ha entendido José Luis Gerardo, a Guillermo Padrés le importa poco, muy poco la gente que se manifiesta, le valen los reclamos, minimiza las peticiones ciudadanas, le importa un comino el transporte, los concesionarios, los choferes y los usuarios, de lo contrario, Roberto Romero ya no estaría donde está, eso es lo que SICTUHSA debe de entender.

La búsqueda de otros mecanismos sería lo adecuado, pero que dejen de lado el perjudicar al usuario, que se pongan a trabajar en mejorar las unidades, que capaciten a los choferes, que ofrezcan un servicio de calidad antes de exigir, antes de creer que todo merecen, esas fallas, él mismo las aceptó, no le quedó de otra, luego entonces, que esperan.

Los conflictos están a la orden del día, las idas y venidas, los reclamos, los señalamientos de ineptitud, los dimes y diretes, disparos hacia Palacio, rebotes a SICTUHSA, pero, no lo dejan, porqué?, bueno, hay una respuesta que también la ofreció sin remedio el líder del transporte, “Tener una concesión, sí es negocio”.

En la ley de la oferta y la demanda, el valor de una concesión ronda el millón y medio de pesos, lo que por lógica nos indica que el beneficio, bien vale la pena el enfrentamiento con un gobierno autoritario, rapaz y vengativo, sí, si vale la pena.

Listo!!!  Pórtense bien, que dios los cuide, bendiga y proteja.

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