Bagdad, Irak a 23 de julio de 2012.- Una oleada de atentados sacudió a Irak, lo que ha dejado al menos 107 muertos y 214 heridos, en la jornada más sangrienta que vive el país desde hace dos años, según un balance de las autoridades iraquíes.

En total, 37 ataques fueron perpetrados en varias ciudades, incluyendo la capital Bagdad y varias municipalidades del norte del país, aunque ninguno de ellos fue reivindicado.

Fuentes médicas y de seguridad reportaron que los ataques tuvieron lugar en una base militar cerca de Duluiya y en Taji, ambas localidades situadas al norte de la capital, así como en Bagdad, Saadiyah, Khan Beni Saad, Kirkuk y Huseiniya.

Entre las víctimas de las agresiones, que se producen al comenzar el mes del ramadán, figuran numerosos policías y soldados, agregaron las fuentes.

Entre algunos de los atentados, funcionarios de seguridad reportaron la explosión de un coche bomba en una oficina del Ministerio del Interior en Bagdad que emite documentos de identificación, donde al menos a 14 personas murieron.

Previamente, ataques en el pueblo de Taji, al norte de la capital, se produjo el hecho más violento, en el que murieron al menos 42 personas.

Alrededor de las 5:00 horas, tiempo local, hombres armados irrumpieron en una base militar cerca de la ciudad de Duluiya, a 90 kilómetros al norte de la capital. Una fuente en el Ministerio del Interior y un teniente del Ejército reportaron la muerte de 15 soldados. Otros dos quedaron heridos.

En Kirkuk, al menos siete personas murieron y otras 29 quedaron heridas en una serie de explosiones.

Retenes del Ejército y de la Policía, erigidos en Saadiyah y Khan Beni Saad, en la provincia de Diyala, noreste de Bagdad, fueron blanco de hombres armados que mataron a dos soldados y un policía. Cuatro miembros de las fuerzas de seguridad también resultaron heridos.

Dos personas murieron en la explosión de un coche bomba en el barrio de Huseiniya, al norte de Bagdad, según responsables de las fuerzas de seguridad y médicos. Diez personas resultaron heridas.

La ola de atentados no fue reivindicada, pero Al-Qaeda en Irak acaba de anunciar su intención de intensificar su combate.

El 10 de mayo de 2010, 110 personas murieron en hechos de violencia, la mayoría en la explosión de coches bomba en el estacionamiento de una fábrica textil al sur de Bagdad.