Washington, EU a 29 de marzo de 2012.- Por los problemas de inseguridad que genera el tráfico de drogas y debido a la problemática de la corrupción policial, el gobierno de Estados Unidos identificó a Ciudad Juárez, Chihuahua, como la ciudad más peligrosa de México, del hemisferio y posiblemente de todo el mundo.

En una audiencia ante el Subcomité de Operación Foráneas de la Cámara de Representantes del Congreso federal estadunidense, William Brownfield, Subsecretario de Estado para Asuntos Internacionales Antinarcóticos de la Aplicación de la Ley, dio a Cd. Juárez como el ejemplo de los problemas de inseguridad a un máximo nivel.

"A unos 45 metros o tal vez a unos 15 metros cruzando el río (de la frontera sur de Estados Unidos) está la ciudad más peligrosa de México y creo que la ciudad más peligrosa del Hemisferio Occidental, sino de todo el mundo", declaró Brownfield ante los legisladores.

¿Nuevo Laredo, qué ciudad?, preguntó inmediatamente el representante republicano por el estado de Pensilvania, Charles Dent, tras escuchar la afirmación del Subsecretario.

"Dije Juárez", matizo Brownfield ante la sesión del Subcomité.

El funcionario del Departamento de Estado explicó que en Ciudad Juárez, Chihuahua, y en Nuevo Laredo, Tamaulipas, los cárteles del narcotráfico con su poder de corrupción son básicamente los dueños de los territorios, ya que controlan a las policías locales e incluso han establecido cierta calma en puntos como Nuevo Laredo, pero por sus intereses para el paso de drogas.

"Esto es en parte porque las organizaciones criminales tratan de mantener cierto nivel de orden que les permita mover sus productos por la frontera", afirmó Brownfield.

En Ciudad Juárez, el Departamento de Estado subrayó que para contener el grave problema de la inseguridad o de la narcoviolencia, el gobierno de Felipe Calderón optó por "federalizar" las misiones policiacas, suplantando con agentes federales y/o militares a los policías municipales y estatales.

"Hoy en Ciudad Juárez es la Policía Federal la proveedora de la aplicación de la ley y en Nuevo Laredo es en la mayoría de los casos la Marina mexicana la que se encarga de ello", puntualizó el Subsecretario de Estado.

La militarización o federalización de la lucha contra el narcotráfico de Calderón "no es una solución permanente", según Brownfield. Anotó que el reto de la cooperación bilateral antidrogas en el marco de la Iniciativa Mérida es precisamente poder volver entregar la asignación policial a las autoridades civiles y locales.