Comayagua,  Honduras a 15 de febrero de 2012.- Un incendio en una prisión de Honduras en el que murieron 357 personas fue provocado por un reo que le prendió fuego a un colchón, informó el director nacional del sistema penitenciario, Daniel Orellana.

"De acuerdo con nuestras investigaciones, un reo habría causado el incendio al quemar su colchón. Algunos de sus compañeros de celda dijeron que él gritó: 'Aquí nos moriremos todos' y en cinco minutos todo ardió'', dijo Orellana.

La versión fue confirmada por el jefe de los bomberos de Comayagua, Leonel Silva, y la Gobernadora del Estado, Paola Castro, quien dijo que un recluso le llamó para informarle que un compañero causó el atentado.

Previamente, se había informado que la causa del incendio podía haber sido un cortocircuito.

De acuerdo con reportes de la Fiscalía General, el número de muertos por el incendio aumentó a 357, mientras medios locales informan que podría superar los 400.

Lucy Marder, jefa de Medicina Forense, informó que de acuerdo con reportes de la Policía uno de los 357 muertos fue una mujer que acompañaba a uno de los reos.

Asimismo, presumen que gran parte de los detenidos pudo haber escapado tras la tragedia.

Las cárceles de Honduras alojan a 12 mil 500 reos, cuando en realidad fueron construidas con una capacidad para 6 mil.

Por otra parte, el Presidente Porfirio Lobo convocó a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad, y anunció la suspensión de las autoridades penitenciaria.

"Haremos toda la investigación para determinar qué provocó esta lamentable e inaceptable tragedia, para sentar responsabilidades", dijo Lobo.

El secretario de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, instruyó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el envío de una delegación a Honduras para investigar la tragedia.

Insulza, quien manifestó en un comunicado su consternación ante los hechos, pidió a la CIDH que presente un informe exhaustivo al Gobierno hondureño y a la Organización.

Irrumpen familiares en penal

Desesperados por conocer la situación de los reos, unos 300 familiares de presos entraron a la fuerza a la prisión, tras enfrentarse a pedradas con la Policía.

Familiares de los reclusos rompieron los portones de la cárcel de Comayagua, 90 kilómetros al norte de Tegucigalpa, y se agolparon en el patio frontal del penal, lo que provocó el repliegue de la Policía, que trataba de controlar la situación realizando disparos al aire.

Familiares de los reos expresaron a los medios locales su indignación, tras denunciar una reacción tardía de los bomberos y del resto de las autoridades en la tragedia.

"Entendemos el dolor de los familiares, pero tenemos que seguir un proceso conforme la ley. Hacemos un llamado a la calma. Es una situación muy difícil", respondió el Ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla.