Internacional - Noviembre 13, 2011
Italia celebra la caÃda de Silvio Berlusconi
Roma, Italia a 13 de noviembre de 2011.- El “sultán” se quedó sin su trono. Después de 17 años en el poder, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, presentó ayer su dimisión al presidente Giorgio Napolitano, informó la presidencia en un comunicado.
Con su partida, termina una era política marcada por los escándalos sexuales y de corrupción y arranca un proceso de transición cuyo objetivo es evitar que el país caiga en crisis financiera.
Tras cuatro mandatos como primer ministro, Berlusconi cumplió la promesa que hizo el martes —al perder la mayoría parlamentaria— de dimitir una vez aprobada de forma definitiva en la Cámara de Diputados la Ley de Presupuestos de 2012, que incluye las reformas económicas exigidas por la UE a Italia, lo que ocurrió ayer. El viernes, el Senado ya había dado su visto bueno.
El premier comunicó primero su dimisión a su gabinete, en el que fue su último Consejo de Ministros.
A su salida, Berlusconi fue recibido por silbidos y gritos de “a casa”. Il Cavaliere musitó entonces: “Esto es algo que me amarga profundamente”. Una imagen muy distinta de aquel Cavaliere cuyas ocurrencias escandalizaron a más de uno. Como cuando dijo que “es mejor que te gusten las chicas que ser gay”, o cuando describió, en 2008, al entonces presidente electo estadounidense Barack Obama como un tipo “apuesto, joven y también bronceado”.
Luego, Berlusconi se reunió con Napolitano para presentar formalmente su renuncia. “¡Bufón, bufón!”, le gritaron algunos manifestantes antes de entrar al palacio presidencial.
“Al concluir el recorrido parlamentario para la aprobación de la Ley de Presupuestos del Estado, Silvio Berlusconi ha presentado la dimisión del gobierno que preside”, indicó la nota sobre el encuentro, que informó que Napolitano se reunirá desde hoy con las distintas fuerzas políticas y los máximos cargos del país para la formación de un nuevo gobierno.
Inyectar optimismo
No se descarta que desde hoy encargue la formación de dicho gobierno, a fin de que, el lunes, al abrir los mercados financieros, Italia tenga nuevo ejecutivo que ponga en marcha las medidas económicas exigidas por la UE.
Desde hace días se menciona el nombre del ex comisario de la Unión Europea (UE), Mario Monti, como favorito para sustituir a Berlusconi. La alternativa ha sido aceptada ya por el llamado “Tercer Polo”, formado por Alianza para Italia (API), Unión de Demócratas y Cristianos (UDC) y Futuro y Libertad (FLI) y por el Partido Demócrata (PD), mientras que Italia de los Valores aceptó, aunque con ciertas condiciones.
Incluso el partido de Berlusconi, Pueblo de la Libertad (PDL), dio su visto bueno a la posibilidad de “negociar con Monti para crear su Ejecutivo”, siempre y cuando su programa de gobierno esté circunscrito sólo a la aprobación de los 29 puntos contenidos en el documento con las reformas que se prometieron a la UE para reducir la deuda y se trate de un mandato “breve”.
En Washington, Obama elogió la decisión de un cambio de gobierno como un “hecho positivo”.
Futuro incierto
El futuro se antoja incierto. Ya que las próximas elecciones no se celebran hasta 2013, un gobierno tecnócrata podría tener unos 18 meses para aprobar dolorosas reformas económicas, pero necesitará asegurarse el respaldo de la mayoría del Parlamento. La deuda pública de Italia es la segunda más alta de la zona euro después de Grecia. Un 120% del Producto Interno Bruto (PIB) y más de una década de anémico crecimiento económico tienen al país al borde de la crisis y de un rescate que sus socios europeos no pueden financiar.
Pero anoche, los italianos sólo pensaban en festejar el nacimiento de una “nueva Italia”.
Los más de mil manifestantes reunidos afuera del palacio presidencial estallaron en gritos tras escuchar la noticia de la renuncia; la gente se puso a bailar; otros descorcharon botellas de champaña. Una orquesta entonó el “Aleluya del Mesías” de Handel. “Estamos aquí para regocijarnos”, dijo uno de los músicos. Otros italianos, afuera del Palacio Grazioli, residencia del premier, gritaban: “¡Guillotina, guillotina!”.
El futuro de Berlusconi también es vago. Por muchos años, se le consideró “intocable”, tras haber superado más de 50 mociones de confianza en el Parlamento y una serie de problemas judiciales por denuncias de corrupción y de negocios turbios.
El multimillonario vuelve a ser sólo un hombre de negocios. Pero falta ver qué pasa con sus juicios pendientes, que van desde fraude tributario hasta haber pagado a una prostituta menor de edad por servicios sexuales. Algunos prevén que retome la presidencia de su amado equipo de futbol, el AC Milan. En el fondo, pocos esperan que Berlusconi abandone para siempre la política italiana.
Con su partida, termina una era política marcada por los escándalos sexuales y de corrupción y arranca un proceso de transición cuyo objetivo es evitar que el país caiga en crisis financiera.
Tras cuatro mandatos como primer ministro, Berlusconi cumplió la promesa que hizo el martes —al perder la mayoría parlamentaria— de dimitir una vez aprobada de forma definitiva en la Cámara de Diputados la Ley de Presupuestos de 2012, que incluye las reformas económicas exigidas por la UE a Italia, lo que ocurrió ayer. El viernes, el Senado ya había dado su visto bueno.
El premier comunicó primero su dimisión a su gabinete, en el que fue su último Consejo de Ministros.
A su salida, Berlusconi fue recibido por silbidos y gritos de “a casa”. Il Cavaliere musitó entonces: “Esto es algo que me amarga profundamente”. Una imagen muy distinta de aquel Cavaliere cuyas ocurrencias escandalizaron a más de uno. Como cuando dijo que “es mejor que te gusten las chicas que ser gay”, o cuando describió, en 2008, al entonces presidente electo estadounidense Barack Obama como un tipo “apuesto, joven y también bronceado”.
Luego, Berlusconi se reunió con Napolitano para presentar formalmente su renuncia. “¡Bufón, bufón!”, le gritaron algunos manifestantes antes de entrar al palacio presidencial.
“Al concluir el recorrido parlamentario para la aprobación de la Ley de Presupuestos del Estado, Silvio Berlusconi ha presentado la dimisión del gobierno que preside”, indicó la nota sobre el encuentro, que informó que Napolitano se reunirá desde hoy con las distintas fuerzas políticas y los máximos cargos del país para la formación de un nuevo gobierno.
Inyectar optimismo
No se descarta que desde hoy encargue la formación de dicho gobierno, a fin de que, el lunes, al abrir los mercados financieros, Italia tenga nuevo ejecutivo que ponga en marcha las medidas económicas exigidas por la UE.
Desde hace días se menciona el nombre del ex comisario de la Unión Europea (UE), Mario Monti, como favorito para sustituir a Berlusconi. La alternativa ha sido aceptada ya por el llamado “Tercer Polo”, formado por Alianza para Italia (API), Unión de Demócratas y Cristianos (UDC) y Futuro y Libertad (FLI) y por el Partido Demócrata (PD), mientras que Italia de los Valores aceptó, aunque con ciertas condiciones.
Incluso el partido de Berlusconi, Pueblo de la Libertad (PDL), dio su visto bueno a la posibilidad de “negociar con Monti para crear su Ejecutivo”, siempre y cuando su programa de gobierno esté circunscrito sólo a la aprobación de los 29 puntos contenidos en el documento con las reformas que se prometieron a la UE para reducir la deuda y se trate de un mandato “breve”.
En Washington, Obama elogió la decisión de un cambio de gobierno como un “hecho positivo”.
Futuro incierto
El futuro se antoja incierto. Ya que las próximas elecciones no se celebran hasta 2013, un gobierno tecnócrata podría tener unos 18 meses para aprobar dolorosas reformas económicas, pero necesitará asegurarse el respaldo de la mayoría del Parlamento. La deuda pública de Italia es la segunda más alta de la zona euro después de Grecia. Un 120% del Producto Interno Bruto (PIB) y más de una década de anémico crecimiento económico tienen al país al borde de la crisis y de un rescate que sus socios europeos no pueden financiar.
Pero anoche, los italianos sólo pensaban en festejar el nacimiento de una “nueva Italia”.
Los más de mil manifestantes reunidos afuera del palacio presidencial estallaron en gritos tras escuchar la noticia de la renuncia; la gente se puso a bailar; otros descorcharon botellas de champaña. Una orquesta entonó el “Aleluya del Mesías” de Handel. “Estamos aquí para regocijarnos”, dijo uno de los músicos. Otros italianos, afuera del Palacio Grazioli, residencia del premier, gritaban: “¡Guillotina, guillotina!”.
El futuro de Berlusconi también es vago. Por muchos años, se le consideró “intocable”, tras haber superado más de 50 mociones de confianza en el Parlamento y una serie de problemas judiciales por denuncias de corrupción y de negocios turbios.
El multimillonario vuelve a ser sólo un hombre de negocios. Pero falta ver qué pasa con sus juicios pendientes, que van desde fraude tributario hasta haber pagado a una prostituta menor de edad por servicios sexuales. Algunos prevén que retome la presidencia de su amado equipo de futbol, el AC Milan. En el fondo, pocos esperan que Berlusconi abandone para siempre la política italiana.
RECOMENDADAS
Noviembre 16, 2024>Local
Tendrá flotilla completa de patrullas eléctricas
adquirirán pickups eléctricos:Toño Astiazarán
Noviembre 16, 2024>Regional
Conmemora Congreso en Ãlamos el bicentenario
fundación del Estado Interno de Occidente
Noviembre 16, 2024>Regional
Recibe Congreso paquete económico 2025
Asciende a más de 88 mmdp