Ciudad de México a 09 de agosto de 2010.- En una declaración escrita, el cardenal Norberto Rivera calificó como “aberrante” el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación por el que declaró la constitucionalidad de los matrimonios entre personas del mismo sexo.

El texto, leído por un matrimonio católico al finalizar la misa dominical en la Catedral Metropolitana, señala que esas uniones son inmorales y que las injusticias cometidas en contra de las personas homosexuales no deben ser justificación para otorgar “falsos derechos”, por lo que la ley que las reconoce podrá ser legal, pero nunca moral.

“Las uniones de facto o legaloides de personas del mismo sexo son intrínsecamente inmorales, pues contradicen el proyecto divino y desvirtúan la naturaleza del matrimonio elevado por Cristo a la dignidad de sacramento”, afirmó el prelado.

“Ante el aberrante juicio de constitucionalidad que avala la inmoral reforma de ley que permite las uniones entre personas de mismo sexo por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la Iglesia no puede dejar de llamar mal al mal”.

El pronunciamiento asegura que las uniones homosexuales jamás podrán ser equivalentes a la expresión sexual del amor conyugal, y que ponen en peligro la dignidad y los derechos de las familias que constituyen el bien común de la sociedad.

También arremete contra la posibilidad de adopción que el fallo de la Corte abre a los homosexuales, al considerar que se afectará a los menores, a quienes se les negará el derecho de tener una madre y un padre para su adecuado desarrollo moral y sicoafectivo.

Como pastor de la Arquidiócesis Primada de México, agrega, es su deber llamar a dar muestras de bondad y misericordia hacia las personas homosexuales, siguiendo el ejemplo de Jesucristo, “que no vino para condenar sino para salvar”, dijo Rivera.

Aclara que si bien la Iglesia debe respetar las leyes civiles, tiene el deber moral de “no hacer vanos los mandamientos de Dios”.