Nacional - Agosto 3, 2010
Corte avala bodas gay en el DF
Ciudad de México a 03 de agosto de 2010.- La mayoría de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se pronunció en favor de declarar constitucionalmente válidos los matrimonios entre personas del mismo sexo, implementados en el Distrito Federal.
En el primer día de discusiones en torno al juicio que promovió el procurador General de la República, Arturo Chávez Chávez, en contra de la reforma capitalina, siete de los ministros del máximo tribunal del país se pronunciaron por validar este tipo de uniones.
El Pleno del alto tribunal dividió la revisión del juicio, básicamente, en tres bloques. Primero se concentraron en la revisión de los matrimonios y después lo harán en torno a las adopciones de niños por parte de estas parejas y al final, si este tipo de matrimonios tendrán o no validez en el resto del país.
Al fijar su postura en torno a los matrimonios, los ministros Sergio Valls Hernández, Arturo Zaldívar, José Ramón Cossío, Juan Silva Meza, Olga Sánchez Cordero, Fernando Franco González Salas y Luis María Aguilar Morales consideraron que esta medida no vulnera ni violenta ninguna disposición establecida en la Constitución.
De momento los únicos que se han opuesto a esta parte de la reforma son los ministros Sergio Aguirre Anguiano y Guillermo Ortiz Mayagoitia.
Debido a que el tiempo establecido para esta sesión se agotó, quedó pendiente la intervención del ministro José de Jesús Gudiño Pelayo y de la ministra Margarita Luna Ramos, quien no acudió hoy por motivos de salud.
La sesión de la Corte se reanudará el próximo jueves, fecha en la que se espera que se emita la votación, al menos en este punto. El tema de las adopciones y de la validez de los matrimonios en el resto del país aún no se discute.
Conforme a las posturas que se han fijado, es prácticamente un hecho que la Corte avale, al final, los matrimonios gay.
Como se preveía el ministro Sergio Aguirre Anguiano, ubicado claramente como uno de los integrantes del máximo tribunal de corte conservador, fue el que inició la discusión al expresar sus argumentos en contra de la validación de los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Para defender su postura Aguirre lo mismo hizo referencia a Benito Juárez, a sus Leyes de Reforma, que a figuras geométricas, al origen cultural y etimológico de la palabra matrimonio, que a la defensa de una institución que, dijo, está destinada a la procreación y preservación de la humanidad.
De inicio, Aguirre afirmó que la reforma aprobada en el Distrito Federal traiciona la ideología juarista y los ideales de los liberales que consideraban que los matrimonios sólo deben contraerse entre un hombre y una mujer.
A manera de ejemplo, para dar una idea de cómo se alteró la esencia del matrimonio, dijo, que la medida había sido tanto como quitarle un lado a un cuadrado para que dejara de ser un cuadro y se convirtiera en un triángulo.
La respuesta a sus afirmaciones llegó de inmediato. Punto, por punto, el ministro Arturo Zaldívar refutó a Aguirre.
Al fijar su postura en torno al primer tema de la discusión, Zaldívar dijo que le parecía “muy preocupante” lo dicho por su compañero, porque era desconocer que en el país hay distintos tipos de familias, las formadas por quienes tienen hijos adoptivos, por madres solteras, por padres divorciados, por abuelitos que se hacen cargo de los nietos.
“No veo –afirmó- ninguna razón para sostener que hay un concepto ideal de familia” ni para decir que el modelo formado por heterosexuales es el mejor, basta, agregó, con ver las cifras en torno a abusos sexuales cometidos en este tipo de familias y que, dijo, son verdaderamente alarmantes.
No es posible, afirmó, seguir pensando en esta “familia tipo Disneylandia”, porque no hay familias de primera ni de segunda, todas, agregó, merecen el mismo respeto.
Por lo que se refiere al matrimonio, dijo, se trata de un concepto artificialmente creado por el Derecho y que cómo tal evoluciona.
La realidad que se vive en el país, dijo, no las podían ver ni prever en las Leyes de Reforma ni el Constituyente de 1917.
El ministro José Ramón Cossío, enseguida, también se sumó a favor de declarar valida la reforma capitalina.
En el turno le siguió el ministro Juan Silva Meza, para quien la legislación que aprobó la Asamblea Legislativa es un reconocimiento a los cambios que se han registrado en la sociedad.
La realidad de nuestro país, y en concreto la del DF, dijo Silva, es distinta a la de hace algunos años, y una muestra de ello, es que ya no hay un solo modelo de familia.
Tenemos, agregó, que aceptar que existen familias sin hijos, parejas que no pueden tener descendencia o que no quieren tenerla; y que cualquier individuo tiene derecho a conformar una familia, sin importar sus preferencias sexuales.
El único ministro que apoyó, hasta el momento, la postura de Aguirre, fue el presidente del alto tribunal, Guillermo Ortiz Mayagoitia, quien recordó que el matrimonio es una institución milenaria que se conforma únicamente por un hombre y una mujer.
Con la reforma del DF, dijo, se altera su esencia, debido a que uno de los fines esenciales del matrimonio es la procreación de la especie.
A manera de justificación, Ortiz aseguró que las uniones entre homosexuales ya estaban protegidas a través de las sociedades de convivencia y, por tanto no enfrentaban, en su opinión, ningún tipo de discriminación o de trato desigual.
El ministro Ortiz le pidió a sus compañeros de la Corte poner especial atención en este último punto, porque, dijo, “va resultar que todos los estados de la República que no han hecho estarán en cursos de un vicio de inconstitucionalidad”.
En el primer día de discusiones en torno al juicio que promovió el procurador General de la República, Arturo Chávez Chávez, en contra de la reforma capitalina, siete de los ministros del máximo tribunal del país se pronunciaron por validar este tipo de uniones.
El Pleno del alto tribunal dividió la revisión del juicio, básicamente, en tres bloques. Primero se concentraron en la revisión de los matrimonios y después lo harán en torno a las adopciones de niños por parte de estas parejas y al final, si este tipo de matrimonios tendrán o no validez en el resto del país.
Al fijar su postura en torno a los matrimonios, los ministros Sergio Valls Hernández, Arturo Zaldívar, José Ramón Cossío, Juan Silva Meza, Olga Sánchez Cordero, Fernando Franco González Salas y Luis María Aguilar Morales consideraron que esta medida no vulnera ni violenta ninguna disposición establecida en la Constitución.
De momento los únicos que se han opuesto a esta parte de la reforma son los ministros Sergio Aguirre Anguiano y Guillermo Ortiz Mayagoitia.
Debido a que el tiempo establecido para esta sesión se agotó, quedó pendiente la intervención del ministro José de Jesús Gudiño Pelayo y de la ministra Margarita Luna Ramos, quien no acudió hoy por motivos de salud.
La sesión de la Corte se reanudará el próximo jueves, fecha en la que se espera que se emita la votación, al menos en este punto. El tema de las adopciones y de la validez de los matrimonios en el resto del país aún no se discute.
Conforme a las posturas que se han fijado, es prácticamente un hecho que la Corte avale, al final, los matrimonios gay.
Como se preveía el ministro Sergio Aguirre Anguiano, ubicado claramente como uno de los integrantes del máximo tribunal de corte conservador, fue el que inició la discusión al expresar sus argumentos en contra de la validación de los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Para defender su postura Aguirre lo mismo hizo referencia a Benito Juárez, a sus Leyes de Reforma, que a figuras geométricas, al origen cultural y etimológico de la palabra matrimonio, que a la defensa de una institución que, dijo, está destinada a la procreación y preservación de la humanidad.
De inicio, Aguirre afirmó que la reforma aprobada en el Distrito Federal traiciona la ideología juarista y los ideales de los liberales que consideraban que los matrimonios sólo deben contraerse entre un hombre y una mujer.
A manera de ejemplo, para dar una idea de cómo se alteró la esencia del matrimonio, dijo, que la medida había sido tanto como quitarle un lado a un cuadrado para que dejara de ser un cuadro y se convirtiera en un triángulo.
La respuesta a sus afirmaciones llegó de inmediato. Punto, por punto, el ministro Arturo Zaldívar refutó a Aguirre.
Al fijar su postura en torno al primer tema de la discusión, Zaldívar dijo que le parecía “muy preocupante” lo dicho por su compañero, porque era desconocer que en el país hay distintos tipos de familias, las formadas por quienes tienen hijos adoptivos, por madres solteras, por padres divorciados, por abuelitos que se hacen cargo de los nietos.
“No veo –afirmó- ninguna razón para sostener que hay un concepto ideal de familia” ni para decir que el modelo formado por heterosexuales es el mejor, basta, agregó, con ver las cifras en torno a abusos sexuales cometidos en este tipo de familias y que, dijo, son verdaderamente alarmantes.
No es posible, afirmó, seguir pensando en esta “familia tipo Disneylandia”, porque no hay familias de primera ni de segunda, todas, agregó, merecen el mismo respeto.
Por lo que se refiere al matrimonio, dijo, se trata de un concepto artificialmente creado por el Derecho y que cómo tal evoluciona.
La realidad que se vive en el país, dijo, no las podían ver ni prever en las Leyes de Reforma ni el Constituyente de 1917.
El ministro José Ramón Cossío, enseguida, también se sumó a favor de declarar valida la reforma capitalina.
En el turno le siguió el ministro Juan Silva Meza, para quien la legislación que aprobó la Asamblea Legislativa es un reconocimiento a los cambios que se han registrado en la sociedad.
La realidad de nuestro país, y en concreto la del DF, dijo Silva, es distinta a la de hace algunos años, y una muestra de ello, es que ya no hay un solo modelo de familia.
Tenemos, agregó, que aceptar que existen familias sin hijos, parejas que no pueden tener descendencia o que no quieren tenerla; y que cualquier individuo tiene derecho a conformar una familia, sin importar sus preferencias sexuales.
El único ministro que apoyó, hasta el momento, la postura de Aguirre, fue el presidente del alto tribunal, Guillermo Ortiz Mayagoitia, quien recordó que el matrimonio es una institución milenaria que se conforma únicamente por un hombre y una mujer.
Con la reforma del DF, dijo, se altera su esencia, debido a que uno de los fines esenciales del matrimonio es la procreación de la especie.
A manera de justificación, Ortiz aseguró que las uniones entre homosexuales ya estaban protegidas a través de las sociedades de convivencia y, por tanto no enfrentaban, en su opinión, ningún tipo de discriminación o de trato desigual.
El ministro Ortiz le pidió a sus compañeros de la Corte poner especial atención en este último punto, porque, dijo, “va resultar que todos los estados de la República que no han hecho estarán en cursos de un vicio de inconstitucionalidad”.
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