La apuesta de la Española Iberdrola en México para inyectar recursos en el negocio de la renovables se ha ido achicando en los últimos años y para el primer semestre de 2021 ya sólo representó 2.3% de sus inversiones.

Lo anterior es equivalente a 10 millones de euros (alrededor de 238 millones de pesos). En tanto, que en los primeros seis meses de 2020, a le destinó 5.4% de sus inversiones para renovables, 120.6 millones de euros (2.8 mil millones de pesos). Comparando los montos entre ambos periodos es 91.6% menos.  

La empresa ibérica es una de las que más ha sido señalada por el presidente, Andrés Manuel López Obrador, por presunta corrupción y de beneficiarse con la “privatización” de la industria eléctrica. En un contexto político, la recriminación viene porque el expresidente, Felipe Calderón en 2016 fue miembro independiente del consejo de administración de la filial de Iberdrola, Avangrid en Estados Unidos.

La reducción de la participación de México en las inversiones de Iberdrola se observa desde 2019, en el primer semestre de ese año representaba 4% del portafolio de renovables. Algo que se compara desfavorablemente contra ese mismo periodo de 2018, pues significaba 16.3%, de acuerdo con información de sus resultados financieros.

Aunque la compañía española ha disminuido el porcentaje de inversión en nuestro país, sus ingresos en renovables van en ascenso, ya que en los primeros meses de 2021 ascienden a 86 millones de euros (poco más de 2 mil millones de pesos), esto es 59.7% mayor en relación con igual lapso de 2020, el flujo operativo también creció 93%.

Iberdrola tiene en México una capacidad instalada propia de renovables (eólica y solar) de 1,232 Megavatios (MW) y de capacidad para terceros de 103 MW. Son tres centrales fotovoltaicas y nueve parques eólicos.

En su informe integrado de este año, Iberdrola reconoce que desde 2020 se han promovido en

México modificaciones en la política energética y la regulación contrarias a la inversión privada extranjera y al desarrollo de renovables.

En mayo de 2020 la Comisión Reguladora de Energía aprobó el incremento en las tarifas del porteo para tecnologías renovables y cogeneraciones eficientes (estampilla), así como en las tarifas de porteo para tecnologías convencionales.

En ese mismo mes, se publicaron dos regulaciones en materia de confiabilidad. El Centro Nacional de Control de Energía (CRE), con motivo de la pandemia, publicó un Acuerdo para garantizar la Confiabilidad del Sistema Eléctrico Nacional, estableciendo estrategias y medidas que prohibían las pruebas preoperativas de centrales eólicas y fotovoltaicas.

Luego la Secretaría de Energía publicó la Política de Confiabilidad, Seguridad, Continuidad y Calidad en el Sistema Eléctrico Nacional. La Política que preveía cambios en materia de contratos de cobertura, permisos de generación existentes y nuevas solicitudes, así como nuevos requisitos para interconexión.

Este año, el presidente López Obrador mandó una iniciativa al Congreso que se aprobó para reformar la LIE, que ha causado controversia por beneficiar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en el despacho de energía con centrales contaminantes y más caras. Ante esto muchas empresas se ampararon, entre estas, Iberdrola.

Contrario al ambiente en México, Iberdrola ve condiciones favorables en otros países donde tiene participación para seguir impulsando con fuerza sus proyectos de renovables, como es el caso de Estados Unidos, donde la victoria demócrata en las elecciones presidenciales y Cámara de Representantes, auguran un entorno más favorable para el desarrollo renovable.

Entre 2020 y 2025, la compañía ibérica prevé inversiones en renovables por 34,000 millones de euros, pero la mayor parte de la inversión se va a Estados Unidos (31%), seguido por España (20%) y Reino Unido (15%), mientras México se encuentra al fondo con únicamente 1%.

Tomado de Forbes

https://www.forbes.com.mx/iberdrola-invierte-menos-en-mexico-renovables/