El secretario de Seguridad, Alfonso Durazo Montaño, quien anunció hoy que renuncia al cargo, deja una serie de pendientes en la materia en el estado de Sonora.

Explicó que se reunió el viernes pasado con autoridades estatales y municipales para afinar la estrategia, debido a que en Sonora “hay una intensa disputa por la recuperación de territorios de viejos grupos criminales, pero estamos atendiendo de manera muy particular y vamos a dar resultados”.

Dijo que el principal problema de inseguridad está en Caborca, Guaymas, Empalme y Cajeme, donde desde ayer “se concentró un número muy importante de fuerzas federales y estatales para enfrentar la problemática que se está presentando ahí”.

Entre los pendientes están fortalecer la coordinación entre todas las instancias para optimizar los resultados; la Sedena, la Guardia Nacional y la Marina deben mejorar el estado de fuerza; se revisarán las órdenes de aprehensión que están vigentes y que no han sido ejecutadas, “de tal manera que actuemos de manera conjunta todas las instancias contra todos los criminales que están actuando libremente”.

Para reforzar la seguridad, el gabinete ha definido cuatro áreas de acción en Sonora que comprenden: Caborca-Pitiquito, Hermosillo-Magdalena, Guaymas-empalme y Cajeme-Yécora.

“Recibimos un país oliendo a pólvora, no se nos olvida, con cientos de miles de muertos, cientos de miles de desaparecidos, recibimos el país en materia de seguridad en el peor escenario posible. Tenemos que aceptar que no podemos fingir que el problema es sencillo”, dijo.