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Martes, 26 de Noviembre de 2024
Nacional   -   Septiembre 28, 2020

México, con una de las inflaciones más altas de AL

el chiltepin

Desde que inició la pandemia de covid-19, México enfrenta una de las inflaciones más altas en América, por la depreciación cambiaria, la menor producción y la desconfianza de empresas.

 

Conocida como el impuesto de los pobres por dañar sobre todo a los que menos tienen, la inflación perdió fuerza en las primeras semanas de que el covid-19 fue declarado pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 11 de marzo.

 

Comenzó a repuntar en la segunda mitad de abril, en pleno confinamiento y la suspensión de actividades. La escalada de precios se aceleró en junio, al levantarse las restricciones. La inflación acumulada ha sido de 0.91% en los últimos seis meses, entre marzo y agosto, mientras que en el mismo periodo del año pasado fue de 0.57%, indica el Índice Nacional de Precios al Consumidor del Inegi.

 

Es una de las inflaciones más altas del continente, sólo detrás de unos cuantos países. Venezuela padece las mayores alzas no sólo de América, sino de todo el mundo, con una hiperinflación de casi 500%, de acuerdo con su banco central.

 

Surinam ha sido la segunda nación con mayor inflación acumulada durante la pandemia, de 33.60% entre marzo y agosto; seguida de Argentina, con 13.70%; Uruguay, con 5.13%, y Perú, con 1.04%, señalan índices de precios de los institutos y oficinas de estadísticas de cada país.

 

México es el siguiente, con una inflación cuatro veces más alta que Brasil y el doble que Estados Unidos y Chile.

 

En Colombia, la inflación durante la pandemia ha sido de apenas 0.02%; en Canadá, hay una deflación de 0.29%.

 

Considerada una de las divisas más negociadas, el peso mexicano se ha depreciado por la incertidumbre global y la desconfianza en los desequilibrios económicos del país y, hasta este viernes fue la séptima moneda que más valor ha perdido.

 

La inflación mexicana también creció en la pandemia debido a que el consumo de bienes y servicios cayó en menor magnitud que la oferta, en parte, por las transferencias económicas del gobierno, y porque una proporción importante de las compras se realizan en el mercado informal.