Venecia se encuentra en estado de emergencia ante la mayor inundación en medio siglo, y luego de las previsiones de un empeoramiento de la situación por marea alta, que ha provocado severos daños y al menos dos personas muertas.

Las sirenas de alarma suenan en la ciudad, que la mañana de este viernes registra 115 centímetros el nivel de la marea, con la Plaza de San Marcos ya inundada abundantemente.

El Centro de Previsión y de Información de Mareas de la ciudad reportó que el pronóstico de marea para Venecia se ha revisado hacia arriba desde los 150 centímetros hasta 160 centímetros en el mar medio.

"Se refuerzan los vientos de siroco, prevista marea alta de 155-160 centímetros, invítase a seguir las actualizaciones, la marea se mantendrá a niveles muy altos durante varios días", precisó el Centro, de acuerdo con la agencia ANSA.

Protección Civil declaró la alerta rojo para este viernes en algunos sectores del Véneto y naranja en provincia de Bolzano, en parte de Friuli Venezia Giulia y hasta la mayoría de los territorios de Véneto, Liguria y Toscana.

El pasado martes, en Venecia la marea alta subió hasta 187 centímetros, inundando la ciudad y sus monumentos históricos, como la plaza y la basílica de San Marcos, y dejando dos muertos.

El Consejo de ministros de Italia declaró este jueves el estado de emergencia en Venecia y destinó 20 millones de euros para indemnizar a particulares y empresarios afectados por la marea alta.

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, visitó la víspera Venecia para conocer de primera mano la situación que enfrenta la ciudad afectada por una inundación inédita, con la promesa de que el Gobierno ayudará firmemente a la ciudad en medio de la tormenta.

"Hay un compromiso a 360 grados con Venecia, es una situación dramática en una ciudad única", dijo Conte a ANSA.

El primer ministro apuntó que esta casi listo Moisés, un sistema de protección de mareas que prevé la construcción de decenas de compuertas para regular el flujo entre la laguna y el mar Adriático.

El objetivo es evitar la futura desaparición de una de las maravillas del mundo, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco que soporta la visita de veinte millones de turistas al año.

Sin embargo, según la ministra de las Infraestructuras, Paola De Micheli, el sistema, cuya construcción empezó en 2003 con un costó de 5.500 millones de euros, estará operativo sólo en 2021.