Aarón Guadalupe estuvo cazando a la niña Itzel Noemí y cuando pudo la llevó al desierto, la violó y la asesinó.

Las pruebas científicas corroboran su entera participación en los hechos ocurridos el 23 de mayo en San Luis Río Colorado y también corroboran que, tras ser detenido en la cárcel de ese municipio, se ahorcó para quitarse la vida.

La fiscal Claudia Indira Contreras informó hoy que Aarón Guadalupe cometió los delitos de violación equiparada en número de dos, feminicidio y violación a las leyes de inhumación.

Explicó que el 23 de mayo, aproximadamente a las 11 de la mañana, miró a cinco niñas y niños que se estaban bañando en un canal y ahí vio a Itzel a quien llamaba “pececillo”.

Según la fiscal, Aarón Guadalupe “le echó el ojo” y volvió más tarde al mismo lugar donde encontró sola a la niña.

“Con los dictámenes médicos, ginecológico y la autopsia se confirmó la comisión del delito sexual; asimismo, con los dictámenes de criminalística y de mecánica se confirmaron los hechos descritos por el propio agresor, destacando los hallazgos en el cuerpo de la víctima, entre ellos, células seminales y una toalla de color azul. También se entrevistó a las niñas y a los niños, quienes confirmaron que Aarón Guadalupe estuvo hablando con Itzel el día de su desaparición”, detalló.

Aaron Guadalupe había sido detenido por posesión de narcóticos y confesó lo que había hecho con la niña. Según el oficio de su declaración, brindada ante el Ministerio Público y su abogado defensor, habría dicho lo siguiente:

“Sé que andan investigando la desaparición de alguien que yo conocí con el nombre de Itzel Noemí y en este momento me pongo a pensar en lo que hice, ya que yo fui quien se la llevó para el lado del desierto y una vez que tuve relaciones fue que la maté”.

Posteriormente, dio información donde había ocultado el cuerpo de la niña y así fue como dieron con ella.

“El nombre de Itzel quedará guardado para siempre en nuestra memoria. La recordaremos como la niña que logró unirnos, que movilizó personas y conciencias, que nos mostró que sí podemos ser solidarios cuando se trata de proteger a nuestras niñas y niños, de verlos crecer como debe de ser, sonrientes y felices. Corresponde ahora a nosotros honrar su memoria, trabajando por construir una sociedad donde el respeto a nuestros semejantes sea una realidad”, dijo la fiscal.