Mientras que el equipo de Highlanders (6-1) se dirige hacia el norte en la clasificación de la División I, parece casi irónico que el futuro éxito del programa se haya dirigido al sur.

Al sur de la frontera, por supuesto.

El novato Diego Willis, oriundo de Hermosillo, México, se unió a los Highlanders esta temporada como uno de los reclutas mejor calificados en la historia del programa (y el primer jugador mexicano en la NJIT desde el ascenso a la División I).

Su llegada ha hecho sentir muy bien al entrenador principal Brian Kennedy.

“Diego ha sido una tremenda aportación a nuestra familia”, dijo Kennedy, quien tiene a los Highlanders en su mejor comienzo desde la temporada 1994-95. “Un jugador ofensivo muy talentoso con el más alto IQ del basquetbol, él tiene la habilidad de lograr un impacto muy significativo para que tengamos éxito y para que se mantenga el crecimiento familiar con nuestro sistema”.

Durante la pretemporada, Willis se vio frenado por una lesión que lo mantuvo fuera durante un par de semanas; sin embargo, no pasó mucho para que hiciera sus nuevos pininos a nivel colegial.

En el tercer juego de la temporada, los Highlanders tuvieron un comienzo lento en una competencia local con la Brown University, el 11 de noviembre. Willis entró a un juego de 7-7 casi seis minutos en la primera mitad e inmediatamente tomó un rebote defensivo.

Durante los siguientes seis minutos registró un robo y convirtió otros dos goles de campo, incluido su primer triple de la NCAA. Su juego de siete puntos, el más alto de su carrera, ayudó a encender a NJIT en una victoria de 63-60.

  
La influencia positiva de Willis se trasladó a la siguiente competencia, cuando empató para obtener los honores máximos en el juego con cinco rebotes en una victoria sobre la Universidad de Kean.

“Diego es una gran parte de nuestra rotación y él se siente más cómodo en cada juego que juega”, dijo el entrenador asistente de la NJIT, Stephen Sauers, quien reclutó a Willis.

Hay más novatos en la División I, quienes se sienten abrumados por ser los “New Kids on the Block” cuando juegan en un nivel más alto y contra competidores de mayor experiencia. Willis no es uno de ellos.

El verano pasado, Willis se ganó un lugar en la Selección Nacional de México y terminó en la Clasificación de la Copa Mundial de la FIBA. Con solo 19 años de edad, era, por lejos, el más joven en la lista de 12 jugadores.

En su juego más importante, Willis salió de la banca y anotó tres puntos con tres rebotes y una asistencia, para lograr una victoria por 78-70 sobre el equipo de Estados Unidos (un escuadrón entrenado por Jeff Van Gundy). Un verano antes, compitió por la Selección Nacional de México en el Campeonato Mundial Clasificatorio 2017.

Las competencias internacionales no son inusuales para Willis, quien pasó la preparatoria jugando en la Academia de Basquetbol de Canarias, en las Islas Canarias, en España.

“El estilo del basquetbol aquí es muy diferente que en el resto de Europa”, dijo Willis, quien enterró un triplete en tres juegos consecutivos desde noviembre 11. “Ha sido un proceso difícil ajustarse a un nuevo estilo y aprender la ofensiva, especialmente después de haber perdido un tiempo valioso; sin embargo, siento que estoy haciendo un claro progreso. Los entrenadores han sido realmente útiles y mis compañeros de equipo han sido grandiosos”.

Muchos programas de alto nivel expresaron un serio interés en Willis. Afortunadamente para Highlander Nation, él estableció su rumbo hacia Newark.

“NJIT tiene un jugador de basquetbol de alto nivel y un joven extremadamente maduro quien ha sido el líder del equipo en nuestro programa durante las cuatro sesiones anteriores”, dijo el entrenador de la Academia de Basquetbol de Canarias, Rob Orellana. “Él es un tremendo ladrón en la duela y le deseamos todo lo mejor”.

 
Con siete juegos en su carrera en la NCAA, Willis está realizando el trabajo necesario para adaptarse al juego colegiado y abrirse camino en la rotación de NJIT.

“Diego será un gran jugador para nosotros muy pronto”, dijo Kennedy. “Haber perdido tiempo en la pretemporada (debido a la lesión) lo retrasó un poco, pero estoy muy complacido con su gran esfuerzo de volver a la velocidad. Para un jugador con su madurez y su talento, el cielo es el límite”, como dirían sus fans en Hermosillo.

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