Al menos nueve sismos se han registrado tras el terremoto del 7.8 grados en la escala de Richter en la Isla Sur de Nueva Zelanda, provocando varios heridos, daños en algunos inmuebles y dejó a la población sin electricidad.

El terremoto de 7.8 grados ocurrió a las 23:02 horas locales (11:02 GMT) a 53 kilómetros al noreste de Amberley y a 93 kilómetros al norte de la ciudad de Christchurch, en la Isla Sur de Nueva Zelanda, a una profundidad de 10 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que monitorea la actividad sísmica en todo el mundo, cifró la magnitud del terremoto en 7.8 grados en la escala Richter, mientras el Centro Sismológico Euro-Mediterráneo habló de 7.9 y el neozelandés de 7.5.

El movimiento telúrico fue sentido en la capital Wellington, situada a 200 kilómetros de distancia, donde el secretario estadunidense de Estado, John Kerry, se reunió este domingo con el primer ministro neocelandés, John Key.

En Wellington, el servicio de trenes fue suspendido y las actividades en el aeropuerto también pero de manera temporal, según reportes del diario neocelandés Stuff.

El Ministerio de Defensa Civil y Gestión de Desastres de Nueva Zelanda recomendó a los habitantes de la costa en la Isla Sur desplazarse hacia zonas elevadas o lo más posible tierra adentro.

Los huéspedes de los hoteles en Christchurch, en el centro del país y cerca del epicentro, fueron evacuados y permanecen al aire libre en el distrito central de la ciudad, según el portal del diario New Zealand Herald.

El Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico emitió una alerta de tsunami tras el movimiento sísmico. “Se puede haber originado un tsunami local. Se recomiendan medidas para proteger bienes y vidas”, indicó el centro en su página web.

El Servicio de Defensa Civil de Nueva Zelanda también emitió un aviso de tsunami para la costa oriental de todo el país, incluyendo las islas Chatham, reportó el periódico neocelandés The Press.

En Nueva Zelanda, que se asienta en la falla entre las placas tectónicas del Pacífico y Oceanía, se registran alrededor de 14 mil sismos cada año, de los que entre 100 y 150 tienen la suficiente potencia como para ser percibidos.

Uno de los peores tuvo lugar el 22 de febrero de 2011, cuando al menos 185 personas murieron y unos 30 mil edificios resultaron dañados por un sismo de 6.3 grados Richter.