Los “merengues” tuvieron que llegar a la definición del encuentro desde los 11 pasos, tras igualar 1-1 con el “Atleti” en el tiempo reglamentario y los dos extra; el astro luso hizo aparición en el momento más importante para afianzar su tercera Liga de Campeones y la segunda enfundado en la camiseta blanca.

El desarrollo de la historia contada en la final de Lisboa 2014 se repitió en la edición 2016 celebrada en Milán, con los mismos contendientes e idéntico empate 1-1 en tiempo reglamentario, aunque el desenlace tuvo a Cristiano Ronaldo como nuevo protagonista.

Al minuto 14 un servicio a balón parado que definió dentro del área chica el defensa español Sergio Ramos le permitió a los “merengues” soñar con la undécima corona a nivel continental, adelantándose en el marcador 1-0.

Sin embargo cuando el partido comenzaba a agonizar una jugada con base a pura fuerza por parte de los “rojiblancos” permitió el empate 1-1 con anotación del centrocampista belga Yannick Carrasco, quien mandó la definición del nuevo monarca a los tiempos extra.

Con evidente cansancio después de un parejo partido en los 90 minutos reglamentarios, “blancos” y “colchoneros” se fueron al alargue para definir al equipo que levantaría la codiciada “orejona” en la final de la Champions League. 

Sin embargo ninguno de los dos clubes movió las redes durante la media hora de tiempo agregado y tuvieron que llegar a la tanda de penaltis, donde el defensa español Juan Torres se convirtió en el villano tras errar el cuarto disparo de los “rojiblancos”, cuya pifia le valió la derrota a los suyos.

Con ello el marcador en la tanda desde los once pasos dictó 5-3 en favor de Real Madrid, con cuya victoria el técnico francés Zinedine Zidane consiguió su primer título como estratega, al tiempo que regaló a las vitrinas madridistas su undécima “orejona”.