El gobierno de Corea del Norte, que encabeza Kim Jong-un, se declaró hoy en “estado de guerra” ante Corea del Sur y Estados Unidos.

De acuerdo con la agencia oficial de noticias KCNA, desde el primer minuto del sábado, “las relaciones entre Norte y Sur entrarán en estado de guerra y los temas que se planteen entre el Norte y el Sur se manejarán en consecuencia”, reportó la agencia gubernamental.

Mientras tanto, en Seúl el gobierno confirmó que Piongyan cortó la línea de comunicación militar Norte-Sur.

“Corea del Norte nos notificó que cortaría la línea de comunicaciones militar entre el Norte y el Sur a través de un aviso emitido por el jefe de las conversaciones militares al nivel de general entre el Norte y el Sur”, anunció el portavoz del Ministerio de Unificación surcoreano en una conferencia de prensa.

En el mismo sentido, la KCNA informó que “la línea de comunicación militar Norte-Sur establecida para el diálogo y la cooperación entre ambas partes perdió su significación debido a los actos temerarios de los enemigos”.

“El jefe de la delegación del Norte para las conversaciones militares al nivel de general entre el Norte y el Sur envió el aviso vía telefónica”, agregó.

Hace casi dos semanas, la Corte del Norte cortó la línea intercoreana de la Cruz Roja como protesta contra los ejercicios militares conjuntos entre Seúl y Washington, que incluyen maniobras de campo de batalla “Foal Eagle” y la de simulación de guerra por computadora “Key Resolve”, así como sobrevuelos con aviones espías capaces de transportar armas nucleares.

“Las situaciones en la Península Coreana, que no están en paz ni en guerra, llegaron a un fin”, advirtió Pyongyan en un comunicado.

La “importante decisión” es un ultimátum a las “fuerzas hostiles” y a una resolución final para la justicia, añadió, aunque aclaró que no ha realizado ataque alguno contra su vecino del sur. Sin embargo, dejó en claro que llevará a cabo “represalias sin piedad” en caso de cualquier acto de provocación por parte de Estados Unidos o Corea del Sur.

El viernes el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, elevó las amenazas al ordenar tener preparados los misiles para atacar en “cualquier momento” intereses de Estados Unidos y Corea del Sur.

“Ha llegado el momento de ajustar cuentas” con Estados Unidos, informó el régimen norcoreano a través de un comunicado emitido por la agencia estatal este viernes.