Mina San José, Chile a 12 de octubre de 2010.- Está confirmado. El rescate de los mineros atrapados a 622 metros bajo tierra en el yacimiento San José iniciará a las 00:00 del miércoles, hora de Chile (a las 22:00 horas tiempo nuestro). El ministro de Minería chileno, Laurence Golborne, confirmó además que la Operación San Lorenzo (en honor al patrono de los mineros) durará 48 horas. Cada trabajador tardará de 15 a 20 minutos en ascender, más el tiempo que lleve volver a bajar la cápsula y preparar al siguiente minero. Serán unos 45 minutos por persona, en promedio.

Los vuelos de helicópteros militares, simulando el traslado de los trabajadores al hospital de Copiapó, y la prueba de descenso de la cápsula de rescate, confirmaron que las horas finales llegaron. Cientos de familiares despidieron ayer con llantos y vítores a la perforadora T-130 y sus operarios, cuando abandonaron definitivamente el yacimiento.

El rescate cobró realidad cuando la cápsula metálica Fénix bajó a 610 metros, apenas a 12 metros de lugar adonde estarán listos los mineros para ser izados a la superficie. Y no llegó más abajo por temor a que alguno de ellos la abordara presa de la emoción. Ahora se trabaja en la plataforma que afianzará el mecanismo para sostener la cápsula.

“Los resultados han sido muy promisorios, muy positivos, la cápsula se comporta muy bien dentro del ducto, se adapta al desplazamiento. No existe movimiento ni bamboleo (...) no existe ni la caída siquiera de polvo dentro de este ducto”, reveló el ministro Golborne.

La operación dará inicio con el descenso del primero de los cuatro rescatistas que bajarán hasta donde estarán los mineros, indicó el ministro de Salud, Jaime Mañalich. El orden final de salida de los mineros, aunque está prácticamente definido, será determinado en función de una evaluación sicológica y física que se hará horas antes del rescate.

Inicialmente está previsto que el primero en salir sería el capataz Florencio Ávalos, quien deberá proveer información sobre el estado del ducto de salvamento. El último será el jefe de turno, Luis Urzúa, que se convertirá en la persona que más tiempo ha estado atrapada a 700 metros de profundidad y que ha vivido para contarlo, un récord que entrará al Guinness.

Las autoridades sanitarias alistaban el operativo médico para atender a los trabajadores en el hospital de Copiapó, adonde trasladarán a los mineros una vez que se hayan reunido con sus familias, en helicópteros de la Fuerza Aérea.

Copiapó está a 45 kilómetros de la mina y paradójicamente el hospital local se llama San José, igual que la mina.

Los helicópteros, equipos médicos y el personal necesario estarán listos para la acción a partir de las 20:00 horas (local), dijo Mañalich, quien subrayó: “no tenemos ninguna limitación en los preparativos”. Dijo que cada helicóptero puede traer a cuatro mineros sentados o dos en camilla; al llegar al hospital recibirán pijamas que en el pecho tienen una estrella con el número 33. Así, dijo, el ministro, los mineros se van a sentir “atendidos como reyes y van a poder, esperamos, con estos pequeños gestos superar el difícil periodo que han vivido”.

También reveló que un equipo de tres sicólogos ha estado hablando con los trabajadores para definir su estado emocional, lo que será “un antecedente más” para establecer el orden en el que subirán a la superficie. Mañalich agregó que en el transcurso de hoy se entregará a los trabajadores la lista de los cuatro primeros evacuados, que son los más hábiles, con capacidad para afrontar alguna eventualidad y también los nombres de los 10 siguientes, que son los considerados más débiles. Los 19 restantes son considerados los más fuertes del grupo y saldrán a continuación de los primeros.

Mañalich dijo que los mineros han iniciado una dieta especial, que contiene más sal, con el fin de que tomen más agua y así su volumen circulatorio se encuentre “más expandido”. Precisó que la dieta consiste en lácteos contenidos en cajas de 350 centímetros cúbicos, con contenido de glucosa, proteínas y minerales.

El preparador físico del grupo, doctor Jean Romagnoli, dijo que la curvatura del túnel por el que ascenderá la cápsula hace imposible la transmisión por radiofrecuencia, por lo que serán los propios mineros quienes informarán verbalmente sus signos vitales a los médicos que estarán monitoreándolos en la superficie.

Para ello contarán con un pequeño computador y se les enseñará a leer los datos. Así podrán dar información, al tiempo que se mantienen enfocados en una tarea que los distraerá durante el momento crucial de la subida.

En la operación de rescate participan 17 socorristas de la Corporación del Cobre, de la armada y uno de la policía.