Monterrey, Nuevo León a 08 de septiembre de 2010.- La amargura prevalece. Ya sea de blanco o verde, como anoche saltó la Selección Nacional, el sufrimiento es su sinónimo. Esta vez, la falta de contundencia en el Tricolor desespera hasta a la paciente afición regiomontana. Los oles, que de inicio arranca el Tri, desaparecen hasta enmudecer al estadio Universitario, que se retrata en la taquilla, a pesar del panorama que ofrece la oncena de todos. Los asistentes encuentran alivio hasta el tanto marcado cerca del ocaso.

Palmas y el coro "¡México, México!", pero muy poco sucede. El equipo dirigido por Efraín Flores derrota a su similar de Colombia por la mínima diferencia, para dejar casi en blanco la ilusión y el ánimo festivo en torno del Bicentenario del inicio del movimiento de Independencia en nuestro país.

Primero se produce el descalabro en Guadalajara ante Ecuador. Ahora, los verdes se apagan en el norte y la interrogante es la misma: ¿Hasta cuándo vendrá la elección del nuevo director técnico del equipo nacional?

De inicio, el partido prometía. Algunos ensayos e intentos de desborde, que son apagados por la misma indecisión de los atacantes mexicanos.

Sobre el minuto 10, luego de una falta sobre Giovani dos Santos, Andrés Guardado -el más enjundioso- ejecuta un tiro libre, pero el balón es desviado por el guardameta colombiano David Ospina.

Enseguida, al 15', Andrés caza un rebote que se apaga a un ladito del poste derecho del meta sudamericano.

El propio Chicharito Javier Hernández, un par de minutos después, procura un cañonazo que se va muy desviado de la portería sudamericana.

Luego de la presión inicial, Colombia se anima, y por poco funciona un balón filtrado para Adrián Ramos, sólo que éste queda en fuera de juego por nadita.

En esta ocasión, Flores parece entregar un parado interesante. Además de Guillermo Ochoa en la puerta, instala su línea de cuatro: Efraín Juárez, Leobardo López, Héctor Moreno y Carlos Salcido; en la media, Antonio Ríos acompaña a Rafael Márquez y como volantes ofensivos destacan Pablo Barrera y Andrés Guardado. Giovani dos Santos y Chicharito aparecen en punta, pero el problema es que se mantienen sin sobresalir.

La jugada más clara se produce sobre el minuto 25: Barrera logra un estupendo desborde por derecha y sirve un balón en bandeja para Giovani, cuyo disparo sacude el travesaño, sin que nadie logre empujarla en el rebote.

Andrés Guardado lanza otro obús, que controla con problemas el meta Ospina (39'). Y en el arranque del complemento, Juan Valencia rechaza sobre la línea de gol, un tibio disparo de Dos Santos, cuyos titubeos dejan mucho que desear.

El contagio parece total: Chicharito se apaga, Gio se va abucheado del césped universitario, El Chuletita Orozco y El Paleta Esqueda se agregan al concierto de fallas ofensivas. Carlos Vela también padece la misma enfermedad: ninguno logra definir.

Al fin lo consigue Elías Hernández, a dos minutos del final. Más con empuje que con futbol, el muchacho conecta un balón perdido en el área que se anida en las redes cafeteras.

Del lado visitante, Hugo Rodallega hace temblar el poste derecho de la meta de Guillermo Ochoa y el Tricolor se salva del empate en el último momento.

La victoria parece bastarle al público, pero en los festejos del Bicentenario se ausenta el futbol mexicano. La Selección todavía no sabe a lo que juega, con todo y proyecto montado.