Septiembre 16, 2009 > Al Bat
Por Jesús Alberto RubioSigamos con la amena y agradable charla sostenida con Derek Bryant (Derek Roszell Bryant), quien debutó en Ligas Mayores, con los Atléticos de Oakland, el 24 de abril de 1979.
En su estadía de 39 juegos bateó .179, con sólo tres extrabases en 108 veces al bat, curiosamente sin conectar cuadrangular, especialidad que le distinguió cuando llegó al béisbol mexicano.
Sobre su estancia con Oakland, recordó su primer hit: fue al zurdo Tippy Martínez, de los Orioles. “Un machucón por tercera… pero ya estaba de 10-0”.
Tenía 26 años de edad cuando debutó en el mejor béisbol del mundo y sobre esa experiencia, contó lo siguiente:
“Me tocó estar en la organización cuando los famosos “Bigotones” tricampeones del 71 al 73. Así, “pagamos el precio” de mantenernos en Ligas Menores, No podíamos subir y ahí quedamos varios años en Triple A…”.
Recordó, que su manager en Vancouver, Jim Marshall, quien dirigió a los Cachorros de Chicago, al ver su buen trabajo, en 1979 lo había enviado al equipo grande. “Pero no tuve oportunidad de jugar mucho ya que estaba en la banca”.
Luego, cuando llegó Billy Martin al equipo, citó que se trajo a su gente de Yankees, con coachs, jugadores y no tuvo la suerte de llamarle la atención y volvió a triple A.
Era la época de Rickey Henderson, añade, y “pues así la puerta se cerró y no volví a Grandes Ligas…. Y me vine a México”.
¿Quien te invitó para venir a jugar con Guaymas?
Sobre ese capítulo, que me tocó disfrutarlo ahí en mi ciudad natal en el invierno de 1998, dijo que fue resultado de una invitación de René Lacheman, quien fue su mánager cuatro años en la organización de Oakland.
Aquel 1978 Guaymas estableció un convenio de dos temporadas con Seattle, de modo tal que en ese tiempo dejó el mote de Ostioneros para denominarse Marineros.
Bryant afirma que Mel Dedier era director de Ligas Menores y Lacheman “siempre me echaba porras”, tratando de conseguirme en un cambio ya que en aquellos años si uno estaba con una organización, “ahí te quedabas, no podías salir”.
Al respecto, afirmó que hoy es distinto ya que desde 1980 cambiaron las reglas y ahora el jugador puede ser agente libre hasta en Ligas Menores para negociar contratos y ver posibilidades de llegar a la Gran Carpa.
Derek fue uno de los seis extranjero que Seattle envió a Guaymas, excepto Max Venable, quien pertenecía a Dodgers. (Dedier también se había cambiado a los Marineros).
Con aquellos Marineros, imposible olvidarlos, expresa, con Rodney Craig (8), Mike Ramsey (6), Bobby Scott (3), Jesús Sommers (5), Tony Castro (9), Obed Plascencia (BD), Bill Plummer (2) y Goyito Ortíz (4). También llegó Max Venable. Derek era el titular del jardín izquierdo.
Byron McLaughlin
Derek no olvida cuando esa temporada del 78 los Marineros enviaron a Guaymas a un estelarísimo pítcher: Byron McLaughlin, un velocista que tras debutar el 18 de septiembre de 1977 con Seattle, impactó el 7 de diciembre con un juego sin hit ni carrera, además de abanicar a 18 Venados.
Fue un partidazo (2-0) que McLaughlin pudo haber logrado en forma perfecta, pero Chucho Sommers cometió un error a batazo de Jorge Orta en la cuarta, y adiós joya.
Por Mazatlán, Aurelio, López ponchó a 13 chocolates, recibió seis hits y las carreras al cerrar el octavo con base a Ramsey, triple de Bryant y rola de Scott.
Willie Mays, su ídolo
En la charla, “en la mesa grande del café del Hotel Gándara, Oscar Burruel le preguntó sobre si en esos años tenía un ídolo en Ligas Mayores:
“Willie Mays; era formidable en todo”.
En relación a su trayectoria en la pelota profesional, Bryant dice que no le daba importancia a logros personales, sino que más bien le gustaba jugar, entregarse… incluso sin leer los periódicos.
“Respetaba siempre lo que cada cronista decía o escribía de mis actuaciones, malas o buenas. El periodista está ahí para hacer un buen trabajo, “no para ser mi amigo.
Cuatro jonrones y un triple
En su notable trayectoria en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), Derek Bryant tuvo un día formidable el 14 de mayo de 1985 cuando con los Astros de Tamaulipaso pegó cuatro cuadrangulares en un juego contra los Rieleros de Aguascalientes… además de un triple que rebotó en la punta de la barda.
“En esa jornada, ¡todo me salió bien; fue un día mágico!, expresó levantando sus manos por la emoción.
Derek se convirtió así en el primero en conectar tal cifra en la historia de la LMB, hazaña vista en el estadio “Alberto Romo Chávez” de Aguascalientes. Con los cuatro “para la calle” y el triple”, impuso el récord de más bases conseguidas con hits (19).
Con el cuarto “bambinazo”, en la novena a Nelson Matus, le dio la vuelta al marcador para un espectacular triunfo de su equipo al son de 13-12.
Candidato al Recinto Sagrado
Su trayectoria en el beisbol mexicano es por demás relevante y por ello hoy figura como uno de los grandes candidatos al Salón de la Fama del Beisbol Profesional de México, con sede en Monterrey.
En la LMB, en 1984 obtuvo el cetro de cuadrangulares (y de slugging) con los mismos Astros (41) y en el 85, fue campeón en dobles con 38.
En ese circuito acumuló .355 y seis de sus siete campañas bateó arriba de 300, además de alcanzar 141 jonrones, cuatro temporadas con más de 20 jonrones y dos con más de cien producidas.
Posee el récord de más veces conectando tres jonrones en un juego de nueve entradas y de más bases obtenidas por imparables en un juego (19). También logró el porcentaje de slugging más alto para una temporada de 118 juegos.
En el Pacífico, fue campeón jonronero en 1984-85 con Culiacán; una temporada antes, con los mismos “Guindas”, líder de hits dobles. Y el 85-86 también fue el mejor en tubeys.
Jugó siete temporadas en el verano y 10 en el invierno.
Claro, estos y más números, hazañas, abundan en la carrera de Bryant, lo cual puede llevarlo a ocupar el un nicho de oro en el Recinto de los Inmortales.
La faceta de mánager
El ampayer José María Oquita, también le lanzó la pregunta sobre si se visualizó como manager al momento en que estaba por concluir su ciclo como jugador:
Sobre el tema, sonrió y dijo que no, aunque de inmediato recordó que fue precisamente en el estadio “Héctor Espino” cuando en 1987 debutó en esa función dirigiendo a Guaymas. “Creo que ganamos 3-2 con Ricardo Sandate salvando el juego. Yo todavía era mánager-jugador”.
Lo cierto es que a partir de su nueva faceta, el nativo de Lexington, Kentucky, y radicado en Hermosillo, se convirtió en un exitoso estratega en el beisbol mexicano, tanto en verano como en invierno, conquistando hasta ahora cuatro banderines.
Esto nos dice que, en efecto, se puede trascender tanto como jugador y luego estratega.
Derek es otro gran ejemplo de éxito tanto en su época de pelotero activo, como de mánager e incluso scout y gerente deportivo.
Dijo que en 1988, año en que terminó su carrera como jugador activo, pasó algo similar con los Sultanes de Monterrey.
Identificado con Naranjeros
Sabemos que Derek Bryant está plenamente identificado con los Naranjeros de Hermosillo donde ha sido scout, director deportivo, manager, asesor deportivo, formador del equipo.
Es quizá quien más conoce al equipo Naranjeros, a quienes ha llevado a la Serie del Caribe en dos ocasiones: el 94-95 y 2000-2001, cuando la época grande de Vinicio Castilla, Erubiel Durazo, Humberto Cota, Miguel Flores, Cornelio García, Bryan Nelson, Trent Hubbard, Warren Newson, Juan Carlos Canizalez, José Luis Sandoval…. Y en el pitcheo, el cubano Daniel Ríos, Elmer Dessens, Fernando Valenzuela, Armando Valdez, Angel Moreno, Miguel Rubio, Jorge de la Rosa, Rusty Meacham y Randey Dórame como sus principales protagonistas.
Otros dos banderines en la LMB
En la Liga Mexicana Derek también capturó otros dos banderines con los sultanes de Monterrey: 1995 y 1996, un bicampeonato que lo puso en los cuernos de la luna como estratega.
Más tarde, en 1999 Derek tuvo la experiencia de dirigir a los High Desert Mavericks, sucursal de los Arizona Diamondbacks en la Liga de California, Clase A. También dirigió a los Acereros de Monclova.
Pero fíjese esto: con los Saraperos de Saltillo pudo haber conseguido otros dos banderines, sin embargo perdió las finales de 2004 ante Campeche y el 2005 frente a los Tigres. La primera en 5 juegos y la segunda en 6.
De haber ganado esas finales, ¡tendría entonces seis campeonatos!
Hoy, 2009, al frente de los Vaqueros de Unión Laguna, eliminó en el primer play offs a los Diablos Rojos, pero en la final de la misma zona norte cayeron en cuatro ante Saltillo que a la postre fue el campeón tras 39 años de larga espera.
“Ya en la final, se nos había acabado “el gas”, especialmente en el pitcheo; y es que dimos el todo ante los Pingos y luegho ante los Saraperos, que andaban “encendidos”, nada pudimos hacer”. Pero, sin duda, tuvimos una gran temporada”, advirtió.
El resultado obtenido, le dio a Bryant la oportunidad de ganarse la confianza de la directiva de Unión Laguna para la temporada 2010, tal y como lo anunció recientemente Luis Dovalina Flores, gerente general de Vaqueros.
Un día de trabajo…
Siguiendo en la reunión-charla, el ingeniero Juan Antonio Jasso le inquirió acerca de cómo es hoy un día en la vida de Derek Bryant:
“Busco peloteros extranjeros; reviso al equipo para ver si hay algo mal y sacar conclusiones, junto con Enrique Mazón o bien Homar Rojas. Debo atender lo que desean en cuanto a jugadores, buscando siempre opciones”.
Señala que debe estar siempre muy atentos a que si pueden finalmente venir o no. “Recuerden cómo la Liga de Arizona se queda con los mejores”.
También habló de la entrega de los peloteros, sudando la camiseta por el equipo.
Criticó la apatía en que caen algunos jugadores y que no motivan al juego y no hablan, no se entregan. “Karim García es un ejemplo de entrega, exactamente cuando se necesita amor, garra, entrega por el juego. Y Karim lo hace corriendo, fildeando…”
Sorpresivos cambios de jugadores
Habló también sobre las dos organizaciones que trabajan todo el año: Naranjeros y los Diablos Rojos.
“Esto les permite tener gran cantidad de jugadores, nuevos talentos y prospectos. Por eso es común que tenga que “soltar” o realizar importantes cambios con otras organizaciones ya que al contar con mucho material humano, no puede tener en la banca toda la temporada.
Tiene que dejarlos ir porque de otra manera habrán de perder el mejor momento de su carrera… en la banca.
Son seres humanos y hay que soltarlos tratando de mejorar su vida, su familia. Estás obligado a ayudarlos. Fue el caso de Jesús Cota, con Hermosillo”, concluyó.
beisrubio@gmail.com
Derek Bryant: Facetas exitosas (Segunda y última parte)
En su estadía de 39 juegos bateó .179, con sólo tres extrabases en 108 veces al bat, curiosamente sin conectar cuadrangular, especialidad que le distinguió cuando llegó al béisbol mexicano.
Sobre su estancia con Oakland, recordó su primer hit: fue al zurdo Tippy Martínez, de los Orioles. “Un machucón por tercera… pero ya estaba de 10-0”.
Tenía 26 años de edad cuando debutó en el mejor béisbol del mundo y sobre esa experiencia, contó lo siguiente:
“Me tocó estar en la organización cuando los famosos “Bigotones” tricampeones del 71 al 73. Así, “pagamos el precio” de mantenernos en Ligas Menores, No podíamos subir y ahí quedamos varios años en Triple A…”.
Recordó, que su manager en Vancouver, Jim Marshall, quien dirigió a los Cachorros de Chicago, al ver su buen trabajo, en 1979 lo había enviado al equipo grande. “Pero no tuve oportunidad de jugar mucho ya que estaba en la banca”.
Luego, cuando llegó Billy Martin al equipo, citó que se trajo a su gente de Yankees, con coachs, jugadores y no tuvo la suerte de llamarle la atención y volvió a triple A.
Era la época de Rickey Henderson, añade, y “pues así la puerta se cerró y no volví a Grandes Ligas…. Y me vine a México”.
¿Quien te invitó para venir a jugar con Guaymas?
Sobre ese capítulo, que me tocó disfrutarlo ahí en mi ciudad natal en el invierno de 1998, dijo que fue resultado de una invitación de René Lacheman, quien fue su mánager cuatro años en la organización de Oakland.
Aquel 1978 Guaymas estableció un convenio de dos temporadas con Seattle, de modo tal que en ese tiempo dejó el mote de Ostioneros para denominarse Marineros.
Bryant afirma que Mel Dedier era director de Ligas Menores y Lacheman “siempre me echaba porras”, tratando de conseguirme en un cambio ya que en aquellos años si uno estaba con una organización, “ahí te quedabas, no podías salir”.
Al respecto, afirmó que hoy es distinto ya que desde 1980 cambiaron las reglas y ahora el jugador puede ser agente libre hasta en Ligas Menores para negociar contratos y ver posibilidades de llegar a la Gran Carpa.
Derek fue uno de los seis extranjero que Seattle envió a Guaymas, excepto Max Venable, quien pertenecía a Dodgers. (Dedier también se había cambiado a los Marineros).
Con aquellos Marineros, imposible olvidarlos, expresa, con Rodney Craig (8), Mike Ramsey (6), Bobby Scott (3), Jesús Sommers (5), Tony Castro (9), Obed Plascencia (BD), Bill Plummer (2) y Goyito Ortíz (4). También llegó Max Venable. Derek era el titular del jardín izquierdo.
Byron McLaughlin
Derek no olvida cuando esa temporada del 78 los Marineros enviaron a Guaymas a un estelarísimo pítcher: Byron McLaughlin, un velocista que tras debutar el 18 de septiembre de 1977 con Seattle, impactó el 7 de diciembre con un juego sin hit ni carrera, además de abanicar a 18 Venados.
Fue un partidazo (2-0) que McLaughlin pudo haber logrado en forma perfecta, pero Chucho Sommers cometió un error a batazo de Jorge Orta en la cuarta, y adiós joya.
Por Mazatlán, Aurelio, López ponchó a 13 chocolates, recibió seis hits y las carreras al cerrar el octavo con base a Ramsey, triple de Bryant y rola de Scott.
Willie Mays, su ídolo
En la charla, “en la mesa grande del café del Hotel Gándara, Oscar Burruel le preguntó sobre si en esos años tenía un ídolo en Ligas Mayores:
“Willie Mays; era formidable en todo”.
En relación a su trayectoria en la pelota profesional, Bryant dice que no le daba importancia a logros personales, sino que más bien le gustaba jugar, entregarse… incluso sin leer los periódicos.
“Respetaba siempre lo que cada cronista decía o escribía de mis actuaciones, malas o buenas. El periodista está ahí para hacer un buen trabajo, “no para ser mi amigo.
Cuatro jonrones y un triple
En su notable trayectoria en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), Derek Bryant tuvo un día formidable el 14 de mayo de 1985 cuando con los Astros de Tamaulipaso pegó cuatro cuadrangulares en un juego contra los Rieleros de Aguascalientes… además de un triple que rebotó en la punta de la barda.
“En esa jornada, ¡todo me salió bien; fue un día mágico!, expresó levantando sus manos por la emoción.
Derek se convirtió así en el primero en conectar tal cifra en la historia de la LMB, hazaña vista en el estadio “Alberto Romo Chávez” de Aguascalientes. Con los cuatro “para la calle” y el triple”, impuso el récord de más bases conseguidas con hits (19).
Con el cuarto “bambinazo”, en la novena a Nelson Matus, le dio la vuelta al marcador para un espectacular triunfo de su equipo al son de 13-12.
Candidato al Recinto Sagrado
Su trayectoria en el beisbol mexicano es por demás relevante y por ello hoy figura como uno de los grandes candidatos al Salón de la Fama del Beisbol Profesional de México, con sede en Monterrey.
En la LMB, en 1984 obtuvo el cetro de cuadrangulares (y de slugging) con los mismos Astros (41) y en el 85, fue campeón en dobles con 38.
En ese circuito acumuló .355 y seis de sus siete campañas bateó arriba de 300, además de alcanzar 141 jonrones, cuatro temporadas con más de 20 jonrones y dos con más de cien producidas.
Posee el récord de más veces conectando tres jonrones en un juego de nueve entradas y de más bases obtenidas por imparables en un juego (19). También logró el porcentaje de slugging más alto para una temporada de 118 juegos.
En el Pacífico, fue campeón jonronero en 1984-85 con Culiacán; una temporada antes, con los mismos “Guindas”, líder de hits dobles. Y el 85-86 también fue el mejor en tubeys.
Jugó siete temporadas en el verano y 10 en el invierno.
Claro, estos y más números, hazañas, abundan en la carrera de Bryant, lo cual puede llevarlo a ocupar el un nicho de oro en el Recinto de los Inmortales.
La faceta de mánager
El ampayer José María Oquita, también le lanzó la pregunta sobre si se visualizó como manager al momento en que estaba por concluir su ciclo como jugador:
Sobre el tema, sonrió y dijo que no, aunque de inmediato recordó que fue precisamente en el estadio “Héctor Espino” cuando en 1987 debutó en esa función dirigiendo a Guaymas. “Creo que ganamos 3-2 con Ricardo Sandate salvando el juego. Yo todavía era mánager-jugador”.
Lo cierto es que a partir de su nueva faceta, el nativo de Lexington, Kentucky, y radicado en Hermosillo, se convirtió en un exitoso estratega en el beisbol mexicano, tanto en verano como en invierno, conquistando hasta ahora cuatro banderines.
Esto nos dice que, en efecto, se puede trascender tanto como jugador y luego estratega.
Derek es otro gran ejemplo de éxito tanto en su época de pelotero activo, como de mánager e incluso scout y gerente deportivo.
Dijo que en 1988, año en que terminó su carrera como jugador activo, pasó algo similar con los Sultanes de Monterrey.
Identificado con Naranjeros
Sabemos que Derek Bryant está plenamente identificado con los Naranjeros de Hermosillo donde ha sido scout, director deportivo, manager, asesor deportivo, formador del equipo.
Es quizá quien más conoce al equipo Naranjeros, a quienes ha llevado a la Serie del Caribe en dos ocasiones: el 94-95 y 2000-2001, cuando la época grande de Vinicio Castilla, Erubiel Durazo, Humberto Cota, Miguel Flores, Cornelio García, Bryan Nelson, Trent Hubbard, Warren Newson, Juan Carlos Canizalez, José Luis Sandoval…. Y en el pitcheo, el cubano Daniel Ríos, Elmer Dessens, Fernando Valenzuela, Armando Valdez, Angel Moreno, Miguel Rubio, Jorge de la Rosa, Rusty Meacham y Randey Dórame como sus principales protagonistas.
Otros dos banderines en la LMB
En la Liga Mexicana Derek también capturó otros dos banderines con los sultanes de Monterrey: 1995 y 1996, un bicampeonato que lo puso en los cuernos de la luna como estratega.
Más tarde, en 1999 Derek tuvo la experiencia de dirigir a los High Desert Mavericks, sucursal de los Arizona Diamondbacks en la Liga de California, Clase A. También dirigió a los Acereros de Monclova.
Pero fíjese esto: con los Saraperos de Saltillo pudo haber conseguido otros dos banderines, sin embargo perdió las finales de 2004 ante Campeche y el 2005 frente a los Tigres. La primera en 5 juegos y la segunda en 6.
De haber ganado esas finales, ¡tendría entonces seis campeonatos!
Hoy, 2009, al frente de los Vaqueros de Unión Laguna, eliminó en el primer play offs a los Diablos Rojos, pero en la final de la misma zona norte cayeron en cuatro ante Saltillo que a la postre fue el campeón tras 39 años de larga espera.
“Ya en la final, se nos había acabado “el gas”, especialmente en el pitcheo; y es que dimos el todo ante los Pingos y luegho ante los Saraperos, que andaban “encendidos”, nada pudimos hacer”. Pero, sin duda, tuvimos una gran temporada”, advirtió.
El resultado obtenido, le dio a Bryant la oportunidad de ganarse la confianza de la directiva de Unión Laguna para la temporada 2010, tal y como lo anunció recientemente Luis Dovalina Flores, gerente general de Vaqueros.
Un día de trabajo…
Siguiendo en la reunión-charla, el ingeniero Juan Antonio Jasso le inquirió acerca de cómo es hoy un día en la vida de Derek Bryant:
“Busco peloteros extranjeros; reviso al equipo para ver si hay algo mal y sacar conclusiones, junto con Enrique Mazón o bien Homar Rojas. Debo atender lo que desean en cuanto a jugadores, buscando siempre opciones”.
Señala que debe estar siempre muy atentos a que si pueden finalmente venir o no. “Recuerden cómo la Liga de Arizona se queda con los mejores”.
También habló de la entrega de los peloteros, sudando la camiseta por el equipo.
Criticó la apatía en que caen algunos jugadores y que no motivan al juego y no hablan, no se entregan. “Karim García es un ejemplo de entrega, exactamente cuando se necesita amor, garra, entrega por el juego. Y Karim lo hace corriendo, fildeando…”
Sorpresivos cambios de jugadores
Habló también sobre las dos organizaciones que trabajan todo el año: Naranjeros y los Diablos Rojos.
“Esto les permite tener gran cantidad de jugadores, nuevos talentos y prospectos. Por eso es común que tenga que “soltar” o realizar importantes cambios con otras organizaciones ya que al contar con mucho material humano, no puede tener en la banca toda la temporada.
Tiene que dejarlos ir porque de otra manera habrán de perder el mejor momento de su carrera… en la banca.
Son seres humanos y hay que soltarlos tratando de mejorar su vida, su familia. Estás obligado a ayudarlos. Fue el caso de Jesús Cota, con Hermosillo”, concluyó.
beisrubio@gmail.com