Julio 25, 2011 > Al Bat
Por Jesús Alberto RubioFernando López Duarte se convirtió en la década de los años 70´s en uno de los mejores lanzadores del beisbol mexicano; brilló tanto en la Liga Mexicana como en la del Pacífico.
En su gran trayectoria llegó a lanzar dos juegos sin hit ni carrera, lo que habla muy bien de la clase de lanzador que era.
Un pitcher derecho de carácter serio, fuerza y total entrega sobre la loma de pitcheo que se ganó a pulso ser un estelar abridor en los equipos donde vio acción.
Hoy radica en Pittsburg (sin la h), Texas, pero nació en Obregón el 10 de julio de 1952.
En sus inicios, tras brillar en la categoría juvenil, debutó en primera fuerza con un equipo llamado FEFSA en 1970 y tenía de compañeros a Ramón Guzmán y a David González, el papá de Adrián y Edgar.
En la juvenil, no olvida cuando fue el pítcher campeón con 7-0.
Alfonso "La Gallina" Peña, buscador de los Tigres, fue hasta su propio hogar, ahí en la José María Iglesias 554 Poniente, de la colonia Constitución, para extenderle su primer contrato para el béisbol profesional.
Fernando aceptó el gran reto y pronto se enfundó en la casaca de Sahuayo, en la Liga Central, sucursal de los Tigres de México a donde llegó en la campaña de 1973.
En el beisbol de verano lanzó nueve temporadas vistiendo las franelas de Tigres, Yucatán, Puebla y Campeche en 1981. De por vida tuvo 62-67 con 3.40 de efectividad, completó 49 juegos y obtuvo 16 cierres.
En la pelota invernal, tuvo la oportunidad de lanzar con los Naranjeros de Hermosillo recibiendo el mote de "El Canelo" y llamaba la atención por su forma de lanzar, especialmente por alzar su pierna izquierda, como lo vemos en Bronson Arroyo e incluso realizar un movimiento rotativo de su cuerpo como lo hacía en su tiempo Luis Tiant.
Sus mejores momentos, seguramente, ocurrieron cuando tiró los dos partidos sin hit ni carrera:
Hizo el truco con los Ángeles de Puebla el 8 de Julio de 1979 en Durango, ganando por 2-0 en partido de 7 entradas.
En la misma temporada, el primero de julio, Roberto "Don Pantalones" Ochoa también hizo lo mismo en el Parque Centenario del 27 de Febrero d los olmecas de Tabasco ante los Rojos del Águila, siendo el tercero que se lanzó en ese 1979, año en el que hubo un total de cinco de este tipo ( los otros fueron de Tomás Armas, Aurelio Monteagudo, Fernando López y Peter Bonfils).
Con Ostioneros de Guaymas
Más tarde, el mismo año, el lunes tres de diciembre, lanzando para Guaymas en el "Teodoro Mariscal" Fernando López venció 1-0 a los Venados, sin permitirle imparable, perdiendo Francisco Soto, que permitió jonrón de Nelson Barrera en la novena entrada, para darle el enorme e histórico triunfo.
Son contados los pítchers que han hecho esa hazaña en ambos circuitos.
Precisamente en el invierno hizo su presentación con Mazatlán en 1973-74; al año siguiente lanzó con Sahuayo en la Liga Central y luego regresó en la temporada 1975-76 cerrando con 0-1 con 10 juegos.
Ángeles de Puebla
Cuando Fernando López lanzó para los Angeles de Puebla, muy pronto se ganó el cariño y el reconocimiento de la fanaticada.
Y es que luego de su arribo proveniente de los Tigres, en 1979, se colocó invicto con 3-0, de tal forma que el manager Jorge Fitch comenzó a tenerlo como algo especial en su staff de abridores.
En esos días también Abraham Rivera iba 3-0, César Díaz (5-1), Ernesto Escárrega (5-3), Pablo Gutiérrez Delfín 4-1 y los relevistas Ramón Murguía, 1-1- y Antonio Pulido (+), 1-0, quien era "el caballo" cerrador..
Ese año, inolvidable, fue por demás notable para los Angeles, llegando a disputar la gran final ante los Indios de Cd. Juárez en siete dramáticos partidos:
Esa vez, los Ángeles se coronaron en el séptimo definitivo con pitcheo del "Indio" Ernesto "Escárrega, quien superó (3-0) en gran duelo a Mike Paul, quien había ganado dos juegos admitiendo solo una anotación, ante el delirio de su propia afición poblana reunida en el Estadio Hermanos Serdán.
Ya en otras ocasiones le he dicho que me tocó disfrutar a más no poder la coronación de Puebla ya que El Dictamen de Veracruz me había mandado a cubrir la serie final y pues ya se imaginará la clase de jornada periodística y beisbolera que me aventé estando hospedado en el Hotel Colonial de esa ciudad.
Vicente Pérez Avellá, el magnate, le había armado a Fitch –un año antes había llevado al campeonato a los Tecolotes de Nuevo Laredo–, un tremendo equipo: Paquín Estrada de receptor, Raúl "Boggie" Colón (+) en primera; José Luis "Zamorita" Hernández en la segunda, Alfonso "Houston" Jiménez de short; Pepe Elguezabal en la tercera y en los jardines, Morris Nettles al izquierdo, Luis Lora en el central y José Alberto Carreño en el derecho. Bernardo Calvo estaba de suplente.
Con los Indios de Cd. Juárez, dirigidos por José "Zacatillo" Guerrero, figuraban en grande, además del estelar Mike Paul, Rafael García, Abelardo Vega, Elpidio Osuna, Guadalupe Valle, John Balaz, Manny Parra… difícil recordar a todos, pero indudablemente que ese año fue un tremendo equipo que luchó por el banderín hasta el séptimo y decisivo partido.
De coach traía a Manuel "Shorty" Arroyo, el mánager campeonísimo de lo que fue en los años 40 y 50 la Liga de la Costa del Pacífico.
Fernando López colaboró con una gran victoria en ese play off final y en esa ocasión le entregaron en el estadio un bonito trofeo por su no hit no carrera.
Puebla volvía a disfrutar otro título luego de 17 años de espera. En 1963, los Pericos de Puebla dirigidos por el cubano Tony Castaño y respaldado por estelarísimos como Ronnie Camacho y Miguel Sotelo, le habían dado esa gloria a la afición de esa ciudad.
Para la siguiente temporada, Fernando, junto con la mayoría de los jugadores de los Ángeles apoyó el famoso movimiento a favor de la Asociación Nacional de Beisbolistas (ANABE), que luego se convirtió en sindicato y que pugnaba por mejores condiciones sociales y económicas de los jugadores.
Como él, muchos peloteros vieron cortada su trayectoria en la Liga Mexicana de Béisbol al crearse un circuito analista y fueron contadísimo los que fueron perdonados tanto en verano como invierno.
Fernando López se quedó a vivir en Puebla tras el intento fallido de algunos años de la Liga de la ANABE y más tarde emigró hacia Nuevo Laredo y de ahí a Pittsburg, Texas, donde ahora radica al lado de su señora esposa Olivia y sus hermosas hijas Anabel y Lilly.
En esa ciudad, durante un tiempo siguió activo dirigiendo un circuito de béisbol semiprofesional, tanto como pítcher y primera base, rememorando su gran paso por el béisbol profesional de México.
¡Felicidades, Fernando!
Fernando López
En su gran trayectoria llegó a lanzar dos juegos sin hit ni carrera, lo que habla muy bien de la clase de lanzador que era.
Un pitcher derecho de carácter serio, fuerza y total entrega sobre la loma de pitcheo que se ganó a pulso ser un estelar abridor en los equipos donde vio acción.
Hoy radica en Pittsburg (sin la h), Texas, pero nació en Obregón el 10 de julio de 1952.
En sus inicios, tras brillar en la categoría juvenil, debutó en primera fuerza con un equipo llamado FEFSA en 1970 y tenía de compañeros a Ramón Guzmán y a David González, el papá de Adrián y Edgar.
En la juvenil, no olvida cuando fue el pítcher campeón con 7-0.
Alfonso "La Gallina" Peña, buscador de los Tigres, fue hasta su propio hogar, ahí en la José María Iglesias 554 Poniente, de la colonia Constitución, para extenderle su primer contrato para el béisbol profesional.
Fernando aceptó el gran reto y pronto se enfundó en la casaca de Sahuayo, en la Liga Central, sucursal de los Tigres de México a donde llegó en la campaña de 1973.
En el beisbol de verano lanzó nueve temporadas vistiendo las franelas de Tigres, Yucatán, Puebla y Campeche en 1981. De por vida tuvo 62-67 con 3.40 de efectividad, completó 49 juegos y obtuvo 16 cierres.
En la pelota invernal, tuvo la oportunidad de lanzar con los Naranjeros de Hermosillo recibiendo el mote de "El Canelo" y llamaba la atención por su forma de lanzar, especialmente por alzar su pierna izquierda, como lo vemos en Bronson Arroyo e incluso realizar un movimiento rotativo de su cuerpo como lo hacía en su tiempo Luis Tiant.
Sus mejores momentos, seguramente, ocurrieron cuando tiró los dos partidos sin hit ni carrera:
Hizo el truco con los Ángeles de Puebla el 8 de Julio de 1979 en Durango, ganando por 2-0 en partido de 7 entradas.
En la misma temporada, el primero de julio, Roberto "Don Pantalones" Ochoa también hizo lo mismo en el Parque Centenario del 27 de Febrero d los olmecas de Tabasco ante los Rojos del Águila, siendo el tercero que se lanzó en ese 1979, año en el que hubo un total de cinco de este tipo ( los otros fueron de Tomás Armas, Aurelio Monteagudo, Fernando López y Peter Bonfils).
Con Ostioneros de Guaymas
Más tarde, el mismo año, el lunes tres de diciembre, lanzando para Guaymas en el "Teodoro Mariscal" Fernando López venció 1-0 a los Venados, sin permitirle imparable, perdiendo Francisco Soto, que permitió jonrón de Nelson Barrera en la novena entrada, para darle el enorme e histórico triunfo.
Son contados los pítchers que han hecho esa hazaña en ambos circuitos.
Precisamente en el invierno hizo su presentación con Mazatlán en 1973-74; al año siguiente lanzó con Sahuayo en la Liga Central y luego regresó en la temporada 1975-76 cerrando con 0-1 con 10 juegos.
Ángeles de Puebla
Cuando Fernando López lanzó para los Angeles de Puebla, muy pronto se ganó el cariño y el reconocimiento de la fanaticada.
Y es que luego de su arribo proveniente de los Tigres, en 1979, se colocó invicto con 3-0, de tal forma que el manager Jorge Fitch comenzó a tenerlo como algo especial en su staff de abridores.
En esos días también Abraham Rivera iba 3-0, César Díaz (5-1), Ernesto Escárrega (5-3), Pablo Gutiérrez Delfín 4-1 y los relevistas Ramón Murguía, 1-1- y Antonio Pulido (+), 1-0, quien era "el caballo" cerrador..
Ese año, inolvidable, fue por demás notable para los Angeles, llegando a disputar la gran final ante los Indios de Cd. Juárez en siete dramáticos partidos:
Esa vez, los Ángeles se coronaron en el séptimo definitivo con pitcheo del "Indio" Ernesto "Escárrega, quien superó (3-0) en gran duelo a Mike Paul, quien había ganado dos juegos admitiendo solo una anotación, ante el delirio de su propia afición poblana reunida en el Estadio Hermanos Serdán.
Ya en otras ocasiones le he dicho que me tocó disfrutar a más no poder la coronación de Puebla ya que El Dictamen de Veracruz me había mandado a cubrir la serie final y pues ya se imaginará la clase de jornada periodística y beisbolera que me aventé estando hospedado en el Hotel Colonial de esa ciudad.
Vicente Pérez Avellá, el magnate, le había armado a Fitch –un año antes había llevado al campeonato a los Tecolotes de Nuevo Laredo–, un tremendo equipo: Paquín Estrada de receptor, Raúl "Boggie" Colón (+) en primera; José Luis "Zamorita" Hernández en la segunda, Alfonso "Houston" Jiménez de short; Pepe Elguezabal en la tercera y en los jardines, Morris Nettles al izquierdo, Luis Lora en el central y José Alberto Carreño en el derecho. Bernardo Calvo estaba de suplente.
Con los Indios de Cd. Juárez, dirigidos por José "Zacatillo" Guerrero, figuraban en grande, además del estelar Mike Paul, Rafael García, Abelardo Vega, Elpidio Osuna, Guadalupe Valle, John Balaz, Manny Parra… difícil recordar a todos, pero indudablemente que ese año fue un tremendo equipo que luchó por el banderín hasta el séptimo y decisivo partido.
De coach traía a Manuel "Shorty" Arroyo, el mánager campeonísimo de lo que fue en los años 40 y 50 la Liga de la Costa del Pacífico.
Fernando López colaboró con una gran victoria en ese play off final y en esa ocasión le entregaron en el estadio un bonito trofeo por su no hit no carrera.
Puebla volvía a disfrutar otro título luego de 17 años de espera. En 1963, los Pericos de Puebla dirigidos por el cubano Tony Castaño y respaldado por estelarísimos como Ronnie Camacho y Miguel Sotelo, le habían dado esa gloria a la afición de esa ciudad.
Para la siguiente temporada, Fernando, junto con la mayoría de los jugadores de los Ángeles apoyó el famoso movimiento a favor de la Asociación Nacional de Beisbolistas (ANABE), que luego se convirtió en sindicato y que pugnaba por mejores condiciones sociales y económicas de los jugadores.
Como él, muchos peloteros vieron cortada su trayectoria en la Liga Mexicana de Béisbol al crearse un circuito analista y fueron contadísimo los que fueron perdonados tanto en verano como invierno.
Fernando López se quedó a vivir en Puebla tras el intento fallido de algunos años de la Liga de la ANABE y más tarde emigró hacia Nuevo Laredo y de ahí a Pittsburg, Texas, donde ahora radica al lado de su señora esposa Olivia y sus hermosas hijas Anabel y Lilly.
En esa ciudad, durante un tiempo siguió activo dirigiendo un circuito de béisbol semiprofesional, tanto como pítcher y primera base, rememorando su gran paso por el béisbol profesional de México.
¡Felicidades, Fernando!