Diciembre 11, 2009 > Al Bat
Por Jesús Alberto RubioMire qué clase de foto donde se ve a Benjamín “Cananea” Reyes con el equipo Sonora en el campeonato estatal de básquetbol celebrado en 1958 en Guaymas.
En la imagen se ve a los maestros Gustavo Hodgers, Cosme Vázquez, Rubén Gutiérrez Carranza, el entrenador Sergio Maldonado; al notable jugador Luis Manuel Isibasi… y así, grandes atletas de su época.
Esta imagen proporcionada por Fernando Andrade Domínguez, presidente de la Asociación “Gustavo Hodgers Rico”, la comparto este jueves 10 de diciembre en ocasión de recordarse este día el fallecimiento del inolvidable “Cananea” Reyes (1991) tras ganar 14 banderines y registrar una historia por demás notable en el beisbol, especialmente como estratega de equipos.
Debemos establecer que sin duda, Benjamín “Cananea” Reyes Chávez sigue presente, con mucha fuerza, en el béisbol mexicano como un Inmortal del Recinto Sagrado con sede en Monterrey (1992).
Un timón que sabía cómo motivar y exigir más allá de lo esperado a sus jugadores e incluso se daba tiempo para enardecer a los aficionados. Un tipo inteligente que sabía los fundamentos, la técnica y sistemas de juego de su tiempo y que su audacia le llevó a dejar a un lado el famoso librito para sorprender al enemigo y ganar juegos.
Y así fue: Verlo dirigir, era todo un espectáculo; valía pagar boleto para verlo y admirarlo ya que con su estilo y conocimientos, solía sorprender y salirse con la suya.
El squeeze play que ordenó al slugger Nelson Barrera en la Serie del Caribe del 86 ganada por Mexicali, es un máximo ejemplo que le hizo pasar a la historia como mánagers de esa estirpe.
O aquel vaticinio a los Yaquis de Obregón en enero de 1976 asegurándoles en una final que “se les acabaron las carreras”, entre otras frases temerarias de un mánager fuera del esquema común y tradicional. Y es que aquella famosa profecía no iba a ser errónea toda vez en la propia casa de los indígenas se coronarían a los Naranjeros.
Esa vez le responderían en forma impresionante Pancho Barrios y Rich Hinton, quienes con sendas blanqueadas cumplieron el vaticino del aventurado manager.
Un triunfador por excelencia.
Estudiaba Derecho, pero…
Su faceta como jugador nos dice que fue un utility que podía accionar en cualquier posición, incluyendo la receptoría o la loma de pitcheo. Era un pelotero regular que realmente no impresionaba a nadie, pero su consistencia lo tenía dentro de juego. Fue bueno bateando y fildeando, pero mejor corriendo las bases.
Antes de saltar a la pelota profesional, Benjamín Reyes compartía su tiempo estudiando la carrera de Derecho con el equipo “Sonora” que dirigía Francisco “El Viejo” López.
De ahí decidió jugar en la Metropolitana con el “Kings Tailor” de Tránsito López y luego con los equipos que dirigía Miguel Oropeza (Monte de Piedad), además de ser parte del equipo del Distrito Federal en campeonatos nacionales amateurs.
Incluso jugó con la selección juvenil mexicana en el Campeonato Mundial celebrado en La Habana, Cuba, en 1961. El toque distintivo de su forma de jugar era su versatilidad y agresividad, potencial que años más tarde iba a poner muy en práctica como timonel.
Cuenta el colega Tomás Morales que fue Tránsito López quien lo recomendó para que jugara con los Piratas de Campeche en la Liga del sureste, decidiendo el sonorense abandonar sus estudios por el béisbol de paga.
En Campeche (1964), impondría marca de estafas con 54, además de batear .278 y, un año después, los Charros del Jalisco lo adquirieron a cambio de Hilario “Cuadrado” Peña.
Fue así como debutó en la Liga Mexicana (1965) con .264, 2º robos, tres cuadrangulares y 26 producidas. Sin embargo, una fractura en una pierna le truncó su carrera.
Esa lesión le llevó a tomar la decisión de ser mánager, lo que inició en 1968 con Fresnillo, sucursal de los Charros en la Liga Central.
¡La suerte estaba echada…!
Y es que para el 69 iba a conquistar el primero de sus catorce banderines de por vida en el béisbol profesional.
Con Naranjeros
No puedo dejar por un lado su incursión con Naranjeros de Hermosillo y antes en el béisbol amateur en la capital del país.
El debut de “Cananea” Reyes con los Naranjeros fue en la temporada 1963-1964 y vea de qué forma: ese año bajo el mando de Leo Rodríguez fueron campeones, algo a lo que iba a estar muy acostumbrado en los años venideros.
Con él, destacaron Espino, Fitch, Sotelo, Villarreal, Rubén Esquivias, Eusebio Elizalde, Horacio Solano, Andrés Rodríguez, Roberto “Tawa” Lizárraga, Mauro Ruiz, Obed Plascencia, Marco Antonio Manzo… y Alfonso “Papas” Burruel de bat boy, entre otros.
En esa campaña bateó sólo .168 en 58 veces al bat, con tres jonrones, once impulsadas y tres dobles. Luego en las siguientes tres temporadas pegó .250, .264 y .231.
En total, con su único equipo en la Invernal de Sonora, casi siempre de jardinero, acumuló .246, 20 jonrones, 70 producidas, 26 tubeys y tres triples, con 44 estafas.
Sus grandes campeonatos
El nativo de Churunibabi, Nacozari (18 de enero de 1937) fue un “cerebro” por demás especial y exitoso en invierno y verano.
Ganó ¡catorce campeonatos! seis en la Mexicana, cuatro en la del Pacífico; uno en la Central (Tuneros de SL) y otro en la Liga del Sureste (con Puerto México), además de dos en clásicos caribeños.
El primer título lo logró en la Liga Central con los Tuneros de San Luis en 1969 y luego en el 71 en la Mexicana con los Charros de Jalisco.
Fue aquella inolvidable serie final en la que estaba abajo 3-0 ante la tropa de Saltillo comandada por Tomás “El Sargento” Herrera, a quienes dramáticamente venció “con su magia” en los cuatro restantes para coronarse campeón.
Un episodio y un primer campanazo, histórico, ya que nadie antes había podido recuperarse de esa forma.
En la campaña 70-71 también pasaría a la historia al acompañar como coach a Maury Wills, quien dirigiendo a Hermosillo venció en la final a Los Mochis para ganarse el boleto a la primera Serie del Caribe de un equipo mexicano.
Me tocó vivir, estar ahí presente en la dramática coronación con el tablazo histórico de Bobby Darwin ante Pepe Peña provocando que la afición enloquecida saltando al terreno de juego para cargarlo en hombres. ¡Apenas llegó a la segunda base; fue una locura en el “Fernando M. Ortiz”!
En la campaña 70-71 también pasaría a la historia al acompañar como coach a Maury Wills, quien dirigiendo a Hermosillo venció en la final a Los Mochis para ganarse el boleto a la primera Serie del Caribe de un equipo mexicano.
Con los Diablos Rojos logró otros cinco banderines; cuando debutó en 1974, lo hizo en plan grande ya que logró el banderín, continuando así su leyenda mágica, al vencer 4 a 3 al Unión Laguna. Con Hermosillo logró tres campeonatos y uno más tripulando a los Aguilas de Mexicali.
Su nivel y calidad traspasó precisamente fronteras cuando logró los banderines en Series del Caribe dirigiendo a los Naranjeros (1976) y a los Aguilas de Mexicali (1986).
Qué decir cuando tuvo el privilegio en 1981 de asumir el mando de un equipo en Ligas Mayores:
Ocurrió luego de que Maury Wills, quien lo invitó de coach tras conocerlo con Naranjeros, fue suspendido por tres juegos como mánager de los Marineros de Seattle, dejándole en ese lapso la responsabilidad de dirigir al equipo (en serie contra Mellizos, ganó el primero 8-3; cayó 4-1 y luego empató a siete) y pasar así a la historia en lograr esa “hazaña” entre los mánagers aztecas.
“El Príncipe” Salazar y “Cananea”
En la Mexicana, sólo Lázaro Salazar ganó más campeonatos que el “Cananea: el cubano logró siete por los seis del sonorense.
Los grandes duelos contra los Cafeteros en el “Caníbal Park” de Córdoba como bautizó precisamente “Cananea” sal “Beisborama” de la Ciudad de los 30 Caballeros.
También se recuerda cuando el estratega lucifer tuvo la osadía de aventar un bat a las tribunas en el viejo parque Carta Clara de Mérida, Yucatán, y aquella noche terminó tras las rejas.
Cuando fue cuestionado sobre el golpe que un aficionado recibió en la cabeza, Benjamín sencillamente respondió: “qué esperaban, si estamos en Mérida”.
Y esta otra:
En una ocasión, los Diablos Rojos ya bajo la tutela de Roberto Mansur Galán entraron en una mala racha, y el titular de la organización cuestionó a “Cananea” Reyes sobre algunos movimientos, lo que no agradó al estratega, que hizo sus maletas y regresó a su casa en Hermosillo.
Entonces Mansur anunció a Roberto Castellón como manager para “quitarle protagonismo a “Cananea”.
Sin embargo, la mala racha del equipo se mantenía y vino entonces un hecho insólito: Roberto viajó a Hermosillo para ofrecer disculpas al manager ¡y pedirle que regresara!
Bueno, pues el gran Benjamín Reyes accedió y le dio el título a los Rojos en 1988…. Así se las “gastaba” el inolvidable “Pelón Mágico” a quien hoy, con todo respeto, recordamos en su aniversario de fallecimiento.
beisrubio@gmail.com
“Cananea”: en su recuerdo
En la imagen se ve a los maestros Gustavo Hodgers, Cosme Vázquez, Rubén Gutiérrez Carranza, el entrenador Sergio Maldonado; al notable jugador Luis Manuel Isibasi… y así, grandes atletas de su época.
Esta imagen proporcionada por Fernando Andrade Domínguez, presidente de la Asociación “Gustavo Hodgers Rico”, la comparto este jueves 10 de diciembre en ocasión de recordarse este día el fallecimiento del inolvidable “Cananea” Reyes (1991) tras ganar 14 banderines y registrar una historia por demás notable en el beisbol, especialmente como estratega de equipos.
Debemos establecer que sin duda, Benjamín “Cananea” Reyes Chávez sigue presente, con mucha fuerza, en el béisbol mexicano como un Inmortal del Recinto Sagrado con sede en Monterrey (1992).
Un timón que sabía cómo motivar y exigir más allá de lo esperado a sus jugadores e incluso se daba tiempo para enardecer a los aficionados. Un tipo inteligente que sabía los fundamentos, la técnica y sistemas de juego de su tiempo y que su audacia le llevó a dejar a un lado el famoso librito para sorprender al enemigo y ganar juegos.
Y así fue: Verlo dirigir, era todo un espectáculo; valía pagar boleto para verlo y admirarlo ya que con su estilo y conocimientos, solía sorprender y salirse con la suya.
El squeeze play que ordenó al slugger Nelson Barrera en la Serie del Caribe del 86 ganada por Mexicali, es un máximo ejemplo que le hizo pasar a la historia como mánagers de esa estirpe.
O aquel vaticinio a los Yaquis de Obregón en enero de 1976 asegurándoles en una final que “se les acabaron las carreras”, entre otras frases temerarias de un mánager fuera del esquema común y tradicional. Y es que aquella famosa profecía no iba a ser errónea toda vez en la propia casa de los indígenas se coronarían a los Naranjeros.
Esa vez le responderían en forma impresionante Pancho Barrios y Rich Hinton, quienes con sendas blanqueadas cumplieron el vaticino del aventurado manager.
Un triunfador por excelencia.
Estudiaba Derecho, pero…
Su faceta como jugador nos dice que fue un utility que podía accionar en cualquier posición, incluyendo la receptoría o la loma de pitcheo. Era un pelotero regular que realmente no impresionaba a nadie, pero su consistencia lo tenía dentro de juego. Fue bueno bateando y fildeando, pero mejor corriendo las bases.
Antes de saltar a la pelota profesional, Benjamín Reyes compartía su tiempo estudiando la carrera de Derecho con el equipo “Sonora” que dirigía Francisco “El Viejo” López.
De ahí decidió jugar en la Metropolitana con el “Kings Tailor” de Tránsito López y luego con los equipos que dirigía Miguel Oropeza (Monte de Piedad), además de ser parte del equipo del Distrito Federal en campeonatos nacionales amateurs.
Incluso jugó con la selección juvenil mexicana en el Campeonato Mundial celebrado en La Habana, Cuba, en 1961. El toque distintivo de su forma de jugar era su versatilidad y agresividad, potencial que años más tarde iba a poner muy en práctica como timonel.
Cuenta el colega Tomás Morales que fue Tránsito López quien lo recomendó para que jugara con los Piratas de Campeche en la Liga del sureste, decidiendo el sonorense abandonar sus estudios por el béisbol de paga.
En Campeche (1964), impondría marca de estafas con 54, además de batear .278 y, un año después, los Charros del Jalisco lo adquirieron a cambio de Hilario “Cuadrado” Peña.
Fue así como debutó en la Liga Mexicana (1965) con .264, 2º robos, tres cuadrangulares y 26 producidas. Sin embargo, una fractura en una pierna le truncó su carrera.
Esa lesión le llevó a tomar la decisión de ser mánager, lo que inició en 1968 con Fresnillo, sucursal de los Charros en la Liga Central.
¡La suerte estaba echada…!
Y es que para el 69 iba a conquistar el primero de sus catorce banderines de por vida en el béisbol profesional.
Con Naranjeros
No puedo dejar por un lado su incursión con Naranjeros de Hermosillo y antes en el béisbol amateur en la capital del país.
El debut de “Cananea” Reyes con los Naranjeros fue en la temporada 1963-1964 y vea de qué forma: ese año bajo el mando de Leo Rodríguez fueron campeones, algo a lo que iba a estar muy acostumbrado en los años venideros.
Con él, destacaron Espino, Fitch, Sotelo, Villarreal, Rubén Esquivias, Eusebio Elizalde, Horacio Solano, Andrés Rodríguez, Roberto “Tawa” Lizárraga, Mauro Ruiz, Obed Plascencia, Marco Antonio Manzo… y Alfonso “Papas” Burruel de bat boy, entre otros.
En esa campaña bateó sólo .168 en 58 veces al bat, con tres jonrones, once impulsadas y tres dobles. Luego en las siguientes tres temporadas pegó .250, .264 y .231.
En total, con su único equipo en la Invernal de Sonora, casi siempre de jardinero, acumuló .246, 20 jonrones, 70 producidas, 26 tubeys y tres triples, con 44 estafas.
Sus grandes campeonatos
El nativo de Churunibabi, Nacozari (18 de enero de 1937) fue un “cerebro” por demás especial y exitoso en invierno y verano.
Ganó ¡catorce campeonatos! seis en la Mexicana, cuatro en la del Pacífico; uno en la Central (Tuneros de SL) y otro en la Liga del Sureste (con Puerto México), además de dos en clásicos caribeños.
El primer título lo logró en la Liga Central con los Tuneros de San Luis en 1969 y luego en el 71 en la Mexicana con los Charros de Jalisco.
Fue aquella inolvidable serie final en la que estaba abajo 3-0 ante la tropa de Saltillo comandada por Tomás “El Sargento” Herrera, a quienes dramáticamente venció “con su magia” en los cuatro restantes para coronarse campeón.
Un episodio y un primer campanazo, histórico, ya que nadie antes había podido recuperarse de esa forma.
En la campaña 70-71 también pasaría a la historia al acompañar como coach a Maury Wills, quien dirigiendo a Hermosillo venció en la final a Los Mochis para ganarse el boleto a la primera Serie del Caribe de un equipo mexicano.
Me tocó vivir, estar ahí presente en la dramática coronación con el tablazo histórico de Bobby Darwin ante Pepe Peña provocando que la afición enloquecida saltando al terreno de juego para cargarlo en hombres. ¡Apenas llegó a la segunda base; fue una locura en el “Fernando M. Ortiz”!
En la campaña 70-71 también pasaría a la historia al acompañar como coach a Maury Wills, quien dirigiendo a Hermosillo venció en la final a Los Mochis para ganarse el boleto a la primera Serie del Caribe de un equipo mexicano.
Con los Diablos Rojos logró otros cinco banderines; cuando debutó en 1974, lo hizo en plan grande ya que logró el banderín, continuando así su leyenda mágica, al vencer 4 a 3 al Unión Laguna. Con Hermosillo logró tres campeonatos y uno más tripulando a los Aguilas de Mexicali.
Su nivel y calidad traspasó precisamente fronteras cuando logró los banderines en Series del Caribe dirigiendo a los Naranjeros (1976) y a los Aguilas de Mexicali (1986).
Qué decir cuando tuvo el privilegio en 1981 de asumir el mando de un equipo en Ligas Mayores:
Ocurrió luego de que Maury Wills, quien lo invitó de coach tras conocerlo con Naranjeros, fue suspendido por tres juegos como mánager de los Marineros de Seattle, dejándole en ese lapso la responsabilidad de dirigir al equipo (en serie contra Mellizos, ganó el primero 8-3; cayó 4-1 y luego empató a siete) y pasar así a la historia en lograr esa “hazaña” entre los mánagers aztecas.
“El Príncipe” Salazar y “Cananea”
En la Mexicana, sólo Lázaro Salazar ganó más campeonatos que el “Cananea: el cubano logró siete por los seis del sonorense.
Los grandes duelos contra los Cafeteros en el “Caníbal Park” de Córdoba como bautizó precisamente “Cananea” sal “Beisborama” de la Ciudad de los 30 Caballeros.
También se recuerda cuando el estratega lucifer tuvo la osadía de aventar un bat a las tribunas en el viejo parque Carta Clara de Mérida, Yucatán, y aquella noche terminó tras las rejas.
Cuando fue cuestionado sobre el golpe que un aficionado recibió en la cabeza, Benjamín sencillamente respondió: “qué esperaban, si estamos en Mérida”.
Y esta otra:
En una ocasión, los Diablos Rojos ya bajo la tutela de Roberto Mansur Galán entraron en una mala racha, y el titular de la organización cuestionó a “Cananea” Reyes sobre algunos movimientos, lo que no agradó al estratega, que hizo sus maletas y regresó a su casa en Hermosillo.
Entonces Mansur anunció a Roberto Castellón como manager para “quitarle protagonismo a “Cananea”.
Sin embargo, la mala racha del equipo se mantenía y vino entonces un hecho insólito: Roberto viajó a Hermosillo para ofrecer disculpas al manager ¡y pedirle que regresara!
Bueno, pues el gran Benjamín Reyes accedió y le dio el título a los Rojos en 1988…. Así se las “gastaba” el inolvidable “Pelón Mágico” a quien hoy, con todo respeto, recordamos en su aniversario de fallecimiento.
beisrubio@gmail.com