Octubre 19, 2011 > Diga que yo lo dije
Por Juana María OlguínY los responsables de vigilar y supervisar la cría de ganado, darán todas las excusas como cuando los niños se incendiaron; los casinos se vuelven cementerio, igualito saldrán con cada idiotez a decirnos ¿qué? Que por eso… morimos un poco a diario.
Será por eso que nos hemos vuelto un país empastillado, es una versión “diferente” pero no deja de ser adicción a los analgésicos para ese dolor de cabeza que siempre esta; para el cansancio y fatiga crónico y puedo describir cientos de achaques que me los cuentan, los oigo, me enteró y uno se pregunta de qué moriremos los mexicanos: ¿desesperanza? ¿A balazos? con todos éstas bestias armadas ó ¿por lo que comemos? Un día Estados Unidos allá en 1998 prohibió la entrada de melón sembrado en la Costa de Hermosillo, por las condiciones insalubres en que se producía ¿ya saben lo que sigue? lo comimos nosotros.
Por esos días pregunté al dirección de sanidad vegetal, de la entonces Secretaria de Agricultura y Ganadería que cómo digería él la impropiedad de tal cosa ¿no es un atentado a los sonorenses que algo que no es comible para el mercado de los Estados Unidos sí sea “bueno” para la ciudadanía local? ¿Están sentados? Respondió tranquilo, relajado: “Juana María no te preocupes aquí tenemos estómago de fierro, esas cosas no nos afectan a nosotros, allá son muy delicados”.
A más de 13 años de estos hechos que les relato me causa un poco de gracia la respuesta, quizá por la edad avanzada del funcionario y por tanto, su enorme experiencia en la materia.
Somos un pueblo muy cerca de la producción de hortalizas y frutas y somos víctimas del sistema, porque éstas las compramos reetiquetadas por los brokeres que las adquieren en la frontera, se las venden a grandes cadenas de súper mercado. Cuando las volvemos a ver tienen precios en dólares como el espárrago, que es el ejemplo más apabullante.
Que fue lo que pasó en la Costa de Hermosillo para que castigaran al productor de melón y le impidieran la comercialización en Estados Unidos, lo de siempre vinieron inspectores de la United States Department of Agriculture (USDA) vieron las condiciones infrahumanas en que vivían (viven igual hasta ahora) los jornaleros; que ni siquiera había sanitarios y entonces éstos trabajadores hacían sus necesidades fisiológicas al aire libre. Y la triste o ambigua realidad la nuestra, se llenaron los cruceros de melón bellísimo a unos cuantos pesos y no lo engullimos ¿de qué nos moriremos entonces?
En el escenario actual las autoridades sanitarias dicen que ya investigan el uso ilícito de clembuterol para evitar su consumo accidental, que este año disparó la alarma cuando un centenar de futbolistas extranjeros se les encontró restos de esta sustancia.
Para explicarlo bien: Vale madre los mexicanos que se los ha cargado la calaca por complicaciones diversas que les ha provocado comer carne producida con clembuterol, ¡¡¡No!!! La bronca es que la desgracia les tocó a ciudadanos provenientes de 19 países y para colmo de males fue a la realeza del fútbol. Entonces en la investigación que se realizó para determinar que sustancia se habían tragado los deportistas que dieron positivo en el antidoping, encontraron que habían comido carne en su visita a México. ¿Nos iremos a morir entonces de un clembuterazo?
El empleo de esta sustancia que se utiliza de forma ilícita para engordar el ganado cobró relevancia durante el Mundial Sub'17, que se celebró en México en junio y julio pasados, donde 109 jugadores de distintos países se les detectaron restos de ésta sustancia tóxica en la orina.
La citada sustancia se ha utilizado desde hace años en la industria cárnica para conseguir un engorde más rápido de los ejemplares destinados al consumo humano. Los efectos que el clembuterol tendrá en el organismo son serios, ya que su consumo afecta a la glándula tiroides, que es la que se encarga de regular el metabolismo. Este ataque contra la tiroides provocará una disfuncionalidad metabólica.
Se trata de engordar en exceso y sin una variante en la alimentación o ir al otro extremo caer en el adelgazamiento, sin razón aparente. Con las complicaciones a la salud que uno u otro fenómeno pueden implicar.
Pero como no es lo mismo “huele a traste que atrás te huele”, es decir a la perrada azteca qué le cuidan de todas maneras se van a morir, de un balazo con la guerrita del soldadito valiente o con las murias que detentan el poder hoy por hoy, ah pero cuando el asunto trasciende fronteras y los afectados son habitantes de otras geografías, ésta cabrón y rápido asumen conductas de decencias no conocidas por nosotros los locales.
Que para evitar un suceso similar ahora que en México se desarrollan los XVI Juego Panamericanos, del 14 al 30 de octubre, el Gobierno federal reforzó las medidas contra el uso del clembuterol, y se estableció que un ‘ejército’ de especialistas supervisará la carne que consumen los atletas en la Villa Panamericana.
No sienten profunda ternura de las corruptas autoridades mexicanas, las nuestras las que mantenemos en un mundo de riqueza solo parecida a la de un jeque árabe, solo que aquellos su opulencia proviene de sus pozos petroleros y a los delincue…perdón a los funcionarios y gobernantes los mantiene un pueblo raquítico, desempleado, hambriento y drogado hasta la…Basta.
Si alguien estaba preocupado por todos los deportistas extranjeros, relájense todas las policías, marina, ejército cuidan a éstos jóvenes que los indios mensos mexicanos se salven solos una vez más ah y también cuidan que lo que comen vaya sin clembuterol, si pierden los ganaderos ya se repondrán con todo lo que les atasquen a las vacas luego que se vayan los fuereños.
¡¡Bien no importa que nos salga cola, que el cáncer se encuentre en su máxima expresión; que los niños nazcan cada vez más con tumores y leucemias. El sector alimentario de esta nación son verdaderos buitres llenos de codicia, claro auspiciados por la abulia de la autoridad…Lo bueno es que ya falta poquito.
La noticia al gobierno mexicano les llegó de fuera ¡Se produce carne con clembuterol! ¿Es todo?
Será por eso que nos hemos vuelto un país empastillado, es una versión “diferente” pero no deja de ser adicción a los analgésicos para ese dolor de cabeza que siempre esta; para el cansancio y fatiga crónico y puedo describir cientos de achaques que me los cuentan, los oigo, me enteró y uno se pregunta de qué moriremos los mexicanos: ¿desesperanza? ¿A balazos? con todos éstas bestias armadas ó ¿por lo que comemos? Un día Estados Unidos allá en 1998 prohibió la entrada de melón sembrado en la Costa de Hermosillo, por las condiciones insalubres en que se producía ¿ya saben lo que sigue? lo comimos nosotros.
Por esos días pregunté al dirección de sanidad vegetal, de la entonces Secretaria de Agricultura y Ganadería que cómo digería él la impropiedad de tal cosa ¿no es un atentado a los sonorenses que algo que no es comible para el mercado de los Estados Unidos sí sea “bueno” para la ciudadanía local? ¿Están sentados? Respondió tranquilo, relajado: “Juana María no te preocupes aquí tenemos estómago de fierro, esas cosas no nos afectan a nosotros, allá son muy delicados”.
A más de 13 años de estos hechos que les relato me causa un poco de gracia la respuesta, quizá por la edad avanzada del funcionario y por tanto, su enorme experiencia en la materia.
Somos un pueblo muy cerca de la producción de hortalizas y frutas y somos víctimas del sistema, porque éstas las compramos reetiquetadas por los brokeres que las adquieren en la frontera, se las venden a grandes cadenas de súper mercado. Cuando las volvemos a ver tienen precios en dólares como el espárrago, que es el ejemplo más apabullante.
Que fue lo que pasó en la Costa de Hermosillo para que castigaran al productor de melón y le impidieran la comercialización en Estados Unidos, lo de siempre vinieron inspectores de la United States Department of Agriculture (USDA) vieron las condiciones infrahumanas en que vivían (viven igual hasta ahora) los jornaleros; que ni siquiera había sanitarios y entonces éstos trabajadores hacían sus necesidades fisiológicas al aire libre. Y la triste o ambigua realidad la nuestra, se llenaron los cruceros de melón bellísimo a unos cuantos pesos y no lo engullimos ¿de qué nos moriremos entonces?
En el escenario actual las autoridades sanitarias dicen que ya investigan el uso ilícito de clembuterol para evitar su consumo accidental, que este año disparó la alarma cuando un centenar de futbolistas extranjeros se les encontró restos de esta sustancia.
Para explicarlo bien: Vale madre los mexicanos que se los ha cargado la calaca por complicaciones diversas que les ha provocado comer carne producida con clembuterol, ¡¡¡No!!! La bronca es que la desgracia les tocó a ciudadanos provenientes de 19 países y para colmo de males fue a la realeza del fútbol. Entonces en la investigación que se realizó para determinar que sustancia se habían tragado los deportistas que dieron positivo en el antidoping, encontraron que habían comido carne en su visita a México. ¿Nos iremos a morir entonces de un clembuterazo?
El empleo de esta sustancia que se utiliza de forma ilícita para engordar el ganado cobró relevancia durante el Mundial Sub'17, que se celebró en México en junio y julio pasados, donde 109 jugadores de distintos países se les detectaron restos de ésta sustancia tóxica en la orina.
La citada sustancia se ha utilizado desde hace años en la industria cárnica para conseguir un engorde más rápido de los ejemplares destinados al consumo humano. Los efectos que el clembuterol tendrá en el organismo son serios, ya que su consumo afecta a la glándula tiroides, que es la que se encarga de regular el metabolismo. Este ataque contra la tiroides provocará una disfuncionalidad metabólica.
Se trata de engordar en exceso y sin una variante en la alimentación o ir al otro extremo caer en el adelgazamiento, sin razón aparente. Con las complicaciones a la salud que uno u otro fenómeno pueden implicar.
Pero como no es lo mismo “huele a traste que atrás te huele”, es decir a la perrada azteca qué le cuidan de todas maneras se van a morir, de un balazo con la guerrita del soldadito valiente o con las murias que detentan el poder hoy por hoy, ah pero cuando el asunto trasciende fronteras y los afectados son habitantes de otras geografías, ésta cabrón y rápido asumen conductas de decencias no conocidas por nosotros los locales.
Que para evitar un suceso similar ahora que en México se desarrollan los XVI Juego Panamericanos, del 14 al 30 de octubre, el Gobierno federal reforzó las medidas contra el uso del clembuterol, y se estableció que un ‘ejército’ de especialistas supervisará la carne que consumen los atletas en la Villa Panamericana.
No sienten profunda ternura de las corruptas autoridades mexicanas, las nuestras las que mantenemos en un mundo de riqueza solo parecida a la de un jeque árabe, solo que aquellos su opulencia proviene de sus pozos petroleros y a los delincue…perdón a los funcionarios y gobernantes los mantiene un pueblo raquítico, desempleado, hambriento y drogado hasta la…Basta.
Si alguien estaba preocupado por todos los deportistas extranjeros, relájense todas las policías, marina, ejército cuidan a éstos jóvenes que los indios mensos mexicanos se salven solos una vez más ah y también cuidan que lo que comen vaya sin clembuterol, si pierden los ganaderos ya se repondrán con todo lo que les atasquen a las vacas luego que se vayan los fuereños.
¡¡Bien no importa que nos salga cola, que el cáncer se encuentre en su máxima expresión; que los niños nazcan cada vez más con tumores y leucemias. El sector alimentario de esta nación son verdaderos buitres llenos de codicia, claro auspiciados por la abulia de la autoridad…Lo bueno es que ya falta poquito.