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Lunes, 25 de Noviembre de 2024
Septiembre 28, 2011 > Diga que yo lo dije

Con frecuencia decimos que la belleza cuesta, pero además del dinero ¿valdrá arriesgar la salud?

Por Juana María OlguínIncreíbles los riesgos que enfrentan hombres y mujeres para embellecerse. El mercado se mueve e innova constantemente solo que con riesgos muy altos para la salud. Conocí a una jovencita que pone uñas acrílicas y tiene ¡¡pulmones de 65 años!!

Que atrasados estamos en todo, en información sobre la salud, en ética de la industria empresarial. Cuándo será posible que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y el IMSS hagan inspecciones de riesgos laborales, pero en serio, sin estirar la mano, para voltearse y mirar a otro lado. Hace poco un médico aceptó que efectivamente en Hermosillo hay enfermedades en la población de una ciudad altamente industrializada, pero sin ser tal. Hay jóvenes que trabajaron en las maquiladoras satélites de la Ford, hoy son discapacitados por el esfuerzo físico permanente que hicieron con un solo brazo y luego ya todos jodidos los despidieron ¿es acaso la política del limón? ¿Lo exprimes y lo tiras y el que sigue?

Es una historia vieja la de los discapacitados a consecuencia de riesgos de trabajo, que quedaron abandonados a su suerte, nadie asume responsabilidades con ésta población desvalida, enferma y en condiciones deplorables, porque en más de las veces eran el único sustento familiar. Y no solo no prestamos suficiente atención al fenómeno sino que ahora se suman graves problemas de salud derivados de nuevas modas d belleza.

Tan recurrente el tema laboral pero tan “escondido” en los grandes asuntos que discuten los tres poderes de ésta República, cada vez más con tintes de tiranía, con principios absolutistas donde la sociedad queda al margen, en fin. Encima cuando se aborda el tema de la mentada reforma laboral, señores míos mejor se ponen de pie y paran muy bien las orejas, abran bien sus mentes, es para joderlos más y reducir los escasos derechos que tienen los asalariados.

Pero dije de principio que la belleza cuesta y más de lo que imaginamos. Porque los valores aquí no solo tienen que ver con dinero. Resulta que me encontré con una jovencita muy menudita la criatura tiene 22 años y de pronto me dijo que tenía mucha ansiedad, que debía salir del edificio aquel para poder fumar.  La escuchaba quejarse de su esbeltez y me preguntó que si podía ser a raíz de su adicción al tabaco, pero antes de que le contestara algo, agregó que le acababan de hacer un estudio médico en la empresa donde laboraba y que le habían detectado que tenía pulmones de una persona de 64 años y le pregunté a que se dedicaba respondió que a pone uñas de acrílico.

Qué puedes decir a alguien que sufre por la adicción al tabaco, a quién médicos le informaron que tiene vías respiratorias de una persona de la tercera edad y no se detiene a considerar que quizá morirá más pronto que sus padres o que podría sufrir enfisema pulmonar, una condición dolorosa, incapacitante  y mortal. Explicó que a todo el personal de esta empresa dedicada a colocar uñas de acrílico, -son franquicias-, les hicieron una revisión médica y que los resultados fueron lamentables porque todas presentan deterioro en sus pulmones.

Le pregunté porque les habían hecho los estudios médicos en la empresa y no me respondió con claridad. Así que no sé si es preocupación genuina del franquiciatario, si está obligado a ello como parte de las cláusulas de la matriz empresarial a la que pertenece, el punto es el diagnóstico clínico que hicieron a todas: Tienen pulmones de personas de tercera edad y ninguna rebasa los 30 años y lo siguiente es que hubo el firme compromiso de hacer algo urgente en la compañía para resolver éste riesgo laboral que pone en peligro la vida del personal…Y nada han hecho.

Además no le viene a la mente cuánto enferman las clientas cada vez que respiran todos los solventes necesarios para crear la magia de las uñas acrílicas. Y los niños que va a acompañar a sus madres, también se tragan todos los químicos que se respiran en ese ambiente viciado, nocivo.

¿Tienen pulmones de 64 años porque fuman o se trata de un problema de salud que se agrava por las características del trabajo que realizan? ¿A quién le importa? A nadie, quizá ni a las principales víctimas que ya están enfermas y encima son adictas al cigarro…Es una sensación extraña no cree, el individualismo, la vanidad, el narcisismo nos hace tomar caminos minados, nocivos.

Luego nos preguntamos porque enfermamos ó porqué nacen niños autistas, con parálisis cerebral, pero son éstos riegos, aquellos los otros y quizá solo habrá que esperar al nuevo “boom”  de padecimientos que se contraigan a raíz de las nuevas modas, que cierto facilitan “lucir bien”, a costos muy altos: Tú salud y la del personal de la empresa que tú financias. Aquí sí no falta poquito, nos queda un largo camino que recorrer y no creo que tengamos tiempo.