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Jueves, 07 de Noviembre de 2024
Octubre 5, 2011 > Diga que yo lo dije

Se habrán agotado todos los tiempos de espera y ante la cerrazón en la SEC ¿la toma de calles?

Por Juana María OlguínSe ha vuelto asunto de todos los días, la toma de calles de parte de los padres de familia, porque no hay profesor, no hay agua, falta un transformador para tener electricidad. En la SEC no saben de las insuficiencias en las escuelas o ¿solo administran el desastre?

Y yo todavía espero la llegada de los 3 mil millones de pesos anunciados con bombo y platillo y que presuntamente serían destinados a la “transformación educativa”. Juar, juar. Cómo que habrán querido decir con esos discursos encendidos que se tiraron aquel día. Pero ya en serio, sí existía esa suma de dinero que parlotearon que se destinaría a las escuelas de Sonora o solo se trataba de embaucar a los ilusos e inocentes. Pero que ahora sí se está ante “un nuevo estilo de hacer las cosas”, ajá seguro, ahora es peor que nunca pero a costos mucho más elevados.  Bueno la pregunta de este día es de qué escuela serán los que cerrara las arterias viales.

En la Secretaría de Educación y Cultura (SEC) mandan a decir a los padres que aprendan a hacer las solicitudes por escrito, firmadas por los afectados, y que en algunos meses ó años, ellos los funcionarios de la dependencia sí la realeza que gobierna a los súbditos, se darán por enterados de que hay un procedimiento administrativo para pedirles que hagan algo. Lo mejor de todo es que cuando a ellos se les “hinchen” te responderán que por ahora no hay, pero que ya te enlistaron así que siéntate a esperar.

Imagínense nada más. Los trámites por las vías “políticamente correctas” no los pelan” en la Secretaría de Educación y Cultura (SEC). Hay docenas de escuelas que ni siquiera cuentan con mobiliario y el poco que hay esta en mal estado. Había un plantel de secundaria en donde los jóvenes un grupo de más de 10 niños por aula tomaban clases sentados en el suelo.

Uno de ellos empezó a tener molestias en la espalda y su mamá se preocupó, fue cuando se enteró que todo el ciclo escolar lo había hecho con el trasero en el piso, se empezó a mover, hizo investigaciones aquí allá, y hasta que se le agotó la paciencia llamó e hizo pública la desagradable situación.

Recuerdo que fue el jefe de almacén el que se comunicó con la quejosa y le pidió directamente que se “brincara las trancas” y le llevara copia de la solicitud que había hecho hacia meses al directamente responsable del área y apareció el camión con los dichosos asientos, sí, estos llegaron al plantel, solo que la directora la muy cabrona se los entregó a otro grupo y al salón donde estaba el joven enfermo de la espalda de tanto estar tirado en el suelo, les dieron los hilachos de mesabancos que le sobraron al salón que resultó beneficiado.

Este lunes apenas inicia la semana y ya van varias  manifestaciones y cierres de calle a las afueras de las escuelas y tienen razón estas personas porque están hartos de oír excusas, de vivir con la incertidumbre de no saber si sus hijos a éstas alturas del ciclo escolar se quedarán allí; o sí se cerraran  grupos porque los profesores no terminan de llegar a éstos salones con alumnos pero sin docente a cargo.

Son demasiadas manifestaciones de padres me atrevería a decir que no es “normal”, pero insistiré con mi sensación de que ésta es la nueva generación de adultos en Sonora que no está dispuesta a  que le soben el lomo y no les resuelvan sus dificultades; que están asqueados que les digan de sí, pero no cuándo. Y el titular de la SEC, Jorge Luis Ibarra, que cosa hace  para resolver las deficiencias en los planteles o de perdida exigir a sus miles de empleados que hagan algo para que la problemática no solo crezca en espiral, hasta que las iras cundan, la desesperanza crezca y allá van a cerrar las calles.

Yo me sigo preguntando dónde están los 3 mil millones de pesos que presuntamente se dedicarían a la “transformación educativa” ¿Nunca existió ese dinero? Ah ya sé ¿Se los gastaron en publicitar la tontería ésta? No me digan ¿qué?  Que dicen que de pronto todos los billetes tuvieron vida propia y se largaron de Sonora, ah güey y se fueron a un banco, a una cuenta privada y…basta.

Los bulevares Calesa y Músaro, en la colonia Nuevo Hermosillo fue cerrada por las madres de familia del jardín de niños Blanca Azucena Esquer Torres porque tienen problemas en los baños y es que el agua de los sanitarios se regresa y tienen más de una semana en esa condición por lo que los pequeños se exponían a una condición insalubre.

También en la primaria Margarita Maza de Juárez, cerraron el tráfico sobre los bulevares Lázaro Cárdenas y Solidaridad,  para informarle a los zánganos de la SEC que hay un salón sin profesor y los amenazan con que desaparecerán el grupo con 33 niños inscritos. Ante la cerrazón en las instituciones y su sobrada incapacidad para eficientemente atender a la ciudadanía aquí está la nueva y eficiente estrategia de comunicación rápida y barata: Cerrar calles.

Con todos los costos y gravosas consecuencias para los otros comunes  mortales que tienen la desgracia de que la arteria quede cerrada y ellos paralizados en el humeante calor de octubre…Así las cosas. ¿Y sí creo que ya falta poquito?