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Junio 7, 2025 > Rastrillando

Hay niveles, hay niveles

Por Mario Munguia

Dicen que dijo el ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha (Miguel de Cervantes Saavedra:1547-1616) a su fiel escudero Sancho Panza: Señal que cabalgamos…

 

Si en verdad os dijo, aplicaría a los próceres mexicanos inmersos en la vida política de este hermoso conquistado país.

 

Todos los presidentes que han gobernado este maravilloso país tienen su pareja, su cónyuge, con la cual han procreado hijos e hijas que, el pueblo bueno y noble los reconoce como: juniors

 

La mayoría han pasado sin protagonismos a la sombra de su poderoso padre, el presidente. Han sido pocos, afortunadamente, los herederos que han dado de que hablar.

 

José López Portillo y Pacheco ejerció la presidencia de 1976 a 1982. Fue un hombre que gustaba del aplauso fácil, creador de las frases “defenderé al peso como un perro” y “el orgullo de mi nepotismo” en referencia de su hijo mayor.

 

Claro, era la época del PRI represor, poderoso y “dueño” del bat, las pelotas y los guantes y, de los polvorientos tastes diseminados en todo el territorio nacional.

Así era con la ayuda del sindicalismo corporativo que controlaba los oficios, profesionistas y campesinos. Ahí también se heredaban a los juniors.

 

En esta evolución hacia la democracia, paradójicamente promovida por personajes como Zedillo, Calderón y Fox, sé ha dado la alternancia de los partidos políticos participantes.

 

Así nació morena, una amalgama de tránsfugas, principalmente del PRI represor y, panistas resentidos por no obtener más privilegios. Todos, de mente conservadora, de la derecha aristocrática.

 

Tipos perversos (Bartlett, Ebrad, Monreal, López Obrador, entre otros) que han prostituido a los que un día su activismo los colocaba “en la izquierda” pero, que probaron las mieles del poder.

 

Pero bueno, en este contexto los hijos e hijas de los poderosos, gustan de disfrutar la “vida loca” que da el dinero sin trabajar, sin esfuerzo. Pero, que de pronto se presentan como empresarios con adjudicaciones directas en las obras de gobierno.

 

Dicen que el poder “marea”, nubla el pensamiento (en caso de tener neuronas) y, lo peor del caso es que no se puede esconder.

 

Toda esta hipótesis viene a cuento pues, me encontré esta nota periodística:

“El hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador participó por primera vez en el programa La Moreniza que conduce Luisa María Alcalde, presidenta nacional de Morena, y ahí declaró: “Yo me llamo Andrés Manuel López Beltrán, y mi más grande orgullo es llamarme como el mejor presidente que ha tenido este país, el llamarme Andy es demeritar eso, quitarme ese legado, quitarme ese nombre”.

En su cuenta de X, “Alito” Moreno publicó una caricatura con el personaje “Andy” de la saga de películas Toy Story, la que acompañó con un texto en el que critica a López Beltrán: “Andy, Andy, Andy. No te creas el importante. Eres un junior sin calle, sin historia, sin respeto. Nadie te sigue por lo que eres, solo por el apellido que usas como escudo y herencia…”

Fin del comunicado.

 

Pero mejor a’i se las dejo…hoy, entre “influenses”, creadores de violencia, sin medicinas en los hospitales, y, las madres buscadoras amenazadas, los juniors se sienten ofendidos por que les nombran en diminutivo…¡¡¡SARAVAH!!!

 

P.D. Alfonso, han pasado 16 años, donde estabas tú antes que ayer.