Diciembre 27, 2011 / ElChiltepin > Cine
“Me agaché, hacía como que se despertó y comenzó a gritar, asustándome”, cuenta Tony Dalton.
Y es que así era el actor que murió ayer a los 71 años, víctima de cáncer.
Era de la gente que podía estar contando chistes o hablando por celular y tan pronto era llamado al set, se transformaba en su personaje.
“Con sólo saber dónde estaba su marca y el tipo de lente que se utilizaba, sabía qué hacer, logrando repetir lo mismo 30, 40, 50 veces, las que se le pidieran”, narra Francisco Athié, a quien tuvo como director en el filme El baile de San Juan.
Ambos se conocieron en 1986 en la teleserie La gloria y el infierno.
El primer shoot que le tocó a Athié ver era con Armendáriz a caballo y con un rifle cargando. “Sabía que estaba mal colocado el rifle, le preguntó al de continuidad y no supo, entonces él mismo se lo acomodó”, cuenta Athié.
Y eso porque, como todo en la vida, la experiencia es lo importante.
Pero no hacía gala de eso, asegura el también actor Damián Alcázar, quien lo conoció durante el rodaje de La leyenda de una máscara (1991) y que después volvería a juntarse con él en la icónica La ley de Herodes.
“¡Fue mi padrino! Tenía todo el colmillo del mundo y sabía perfectamente cómo arreglar cosas, era formidable verlo trabajar, contandos historias y dando consejos”, dice Alcázar.
Una gran historia
Armendáriz Jr, contabilizó más de 200 trabajos actorales, en cerca de 50 años de carrera. Apadrinó a varios.
A Fernando Rovzar no sólo lo apoyó en Matando cabos, una producción en la que casi todos eran nuevos, sino que luego aceptó su invitación de vestirse como Santa Clós en Navidad S.A.6
“Un consejo que me dio es que siempre hay que poner a los actores, antes que las cámaras”, expresa Rovzar.
“Decía que muchos caen en buscar una toma bonita, pero descuidan al actor, entonces había que ensayar mucho y actor que se sienta bien, donde pongas la cámara, lograrás tomas bonitas. Y lo sigo aplicando”, señala Rovzar.
Otra de las personas que apoyó fue al cineasta Luis Estrada, con quien trabajó en las cintas Ámbar, Bandidos, La ley de Herodes y Un mundo maravilloso.
“Era una persona inteligente, comprometida con todo lo que hacía, supo lo que representaba La ley de Herodes y me apoyó desde niño, que fue cuando lo conocí”, destaca Luis Estrada.
Hace apenas dos semanas, cuando se reveló que padecía cáncer en un ojo, Armendáriz Jr. seguía trabajando en la telenovela La fuerza de destino, donde interpreta al padre de la protagonista.
Jamás, dicen integrantes de la producción, faltó a sus llamados, hasta que un intenso dolor de cabeza lo hizo trasladarse a Nueva York.
Adiós a Pedro Armendáriz
Ciudad de México a 27 de diciembre de 2011.- Pedro Armendáriz Jr. yacía en el suelo, después de ser golpeado por una pelota de golf, cuando Tony Dalton se acercó a verlo. El guión de Matando cabos, película que estaba rodándose en ese momento, indicaba que había caos después del accidente, pero Armendáriz tenía pensado hacer una de sus acostumbradas bromas.“Me agaché, hacía como que se despertó y comenzó a gritar, asustándome”, cuenta Tony Dalton.
Y es que así era el actor que murió ayer a los 71 años, víctima de cáncer.
Era de la gente que podía estar contando chistes o hablando por celular y tan pronto era llamado al set, se transformaba en su personaje.
“Con sólo saber dónde estaba su marca y el tipo de lente que se utilizaba, sabía qué hacer, logrando repetir lo mismo 30, 40, 50 veces, las que se le pidieran”, narra Francisco Athié, a quien tuvo como director en el filme El baile de San Juan.
Ambos se conocieron en 1986 en la teleserie La gloria y el infierno.
El primer shoot que le tocó a Athié ver era con Armendáriz a caballo y con un rifle cargando. “Sabía que estaba mal colocado el rifle, le preguntó al de continuidad y no supo, entonces él mismo se lo acomodó”, cuenta Athié.
Y eso porque, como todo en la vida, la experiencia es lo importante.
Pero no hacía gala de eso, asegura el también actor Damián Alcázar, quien lo conoció durante el rodaje de La leyenda de una máscara (1991) y que después volvería a juntarse con él en la icónica La ley de Herodes.
“¡Fue mi padrino! Tenía todo el colmillo del mundo y sabía perfectamente cómo arreglar cosas, era formidable verlo trabajar, contandos historias y dando consejos”, dice Alcázar.
Una gran historia
Armendáriz Jr, contabilizó más de 200 trabajos actorales, en cerca de 50 años de carrera. Apadrinó a varios.
A Fernando Rovzar no sólo lo apoyó en Matando cabos, una producción en la que casi todos eran nuevos, sino que luego aceptó su invitación de vestirse como Santa Clós en Navidad S.A.6
“Un consejo que me dio es que siempre hay que poner a los actores, antes que las cámaras”, expresa Rovzar.
“Decía que muchos caen en buscar una toma bonita, pero descuidan al actor, entonces había que ensayar mucho y actor que se sienta bien, donde pongas la cámara, lograrás tomas bonitas. Y lo sigo aplicando”, señala Rovzar.
Otra de las personas que apoyó fue al cineasta Luis Estrada, con quien trabajó en las cintas Ámbar, Bandidos, La ley de Herodes y Un mundo maravilloso.
“Era una persona inteligente, comprometida con todo lo que hacía, supo lo que representaba La ley de Herodes y me apoyó desde niño, que fue cuando lo conocí”, destaca Luis Estrada.
Hace apenas dos semanas, cuando se reveló que padecía cáncer en un ojo, Armendáriz Jr. seguía trabajando en la telenovela La fuerza de destino, donde interpreta al padre de la protagonista.
Jamás, dicen integrantes de la producción, faltó a sus llamados, hasta que un intenso dolor de cabeza lo hizo trasladarse a Nueva York.