Noviembre 13, 2011 / ElChiltepin > Otros Deportes
La rechifla no se hizo esperar ante la cara de decepción e impotencia de Dinamita Márquez. Los polémicos jueces fueron contundentes: 113-115, 114-114 y 112-116 y la gente comenzó a lanzar objetos al cuarilátero, frustrada por lo que consideró otro fraude en contra del mexicano, que ya había perdido así en su último choque contra Manny.
“Oleeé, olé, olé, oleeeé, Márquez, Márquez”, así inició el combate. Con un público expectante por un apoyo incondicional a su guerrero. Juan Manuel propuso un combate a distancia, de poca entrada en corto, lo cual le trajo buenos dividendos. El filipino dio muestra de su velocidad con su letal zurda en sus jabs.
El mexicano intercambió ataques abajo y arriba. Uno y dos. Para, de inmediato, recular. Pequeños pasos adelante, para dar los largos atrás. Un boxeo que le costó trabajo a Pacquiao. Por eso, el campeón en ochos divisiones distintas, se mostró con cara de desagrado ante lo que su rival le proponía.
En el tercer episodio, Pacman encontró su recto de zurda que tantas batallas le ha servido para sacar la victoria. Este recurso lo sacó a relucir para empezar a cosechar los puntos a su favor. Los verdaderos intercambios de golpes llegaron en el siguiente asalto. Apenas se soltaba el asiático y de inmediato respondía el capitalino. Una estrategia para igualar la batalla.
Justo después de que Pacquiao le pidiera golpes a Juan Manuel, este le respondió con un certero recto al rostro del filipino. En este quinto round, Dinamita sacó su mejor repertorio con volados al rostro y ganchos al hígado.
En el sexto episodio, Manny lanzó volados arriba. Pero Márquez tuvo la velocidad para esquivarlos, como si no tuviera 38 años a cuestas. En su ofensiva, el mexicano se concentró en atacar a la zona hepática. La emoción del aficionado tricolor despertó el Cielito Lindo.
El filipino quiso retomar las riendas. Conectó sólidos puñetazos con su zurda. Márquez por momentos se enganchó con el intercambio de golpes. Una vía peligrosa y Nacho Beristáin se lo señaló. En el round ocho, el mexicano mostró la estamina disminuida.
En el siguiente asalto, de nuevo Dinamita volvió a tomar la batuta de este tercer combate. Supo esquivar los volados para conectar el uno-dos con claridad. Cerró en certeros golpes sobre la integridad del filipino.
Juanma tuvo un resbalón en el 10 asalto y así lo consideró el réferi. Tremendo jab del capitalino le causó una cortada en el rostro a Pacquiao, del cual sangró ligeramente. Así también tuvieron un ligero choque de cabezas después del mencionado golpe.
El mexicano, con un parche del PRI en su calzoncillo negro, continúo su cátedra de buen boxeo al mantener la distancia y aprovechar los espacios de un pugilista que no conoce la defensa. Dinamita tuvo fuerza para aguantar los últimos ataques desesperados del filipino. Con el puño en alto. Así termino el mejor boxeador de México. Vencedor para todos, pero no para el jurado.
Polémico triunfo de Pacquiao
Las Vegas, Nevada a 13 de noviembre de 2011.- “Robo”, se escuchó en el Grand Garden Arena de esta ciudad. Así se pintó el tercer combate entre Juan Manuel Márquez (52-6-1, 38 KO) y Manny Pacquiao (54-3-2, 38 KO). Pese a la cátedra de boxeo del mexicano, pese a sus golpes más sólidos, pese a cortar el rostro del filipino, los jueces declararon vencedor a Pacman por decisión mayoritaria.La rechifla no se hizo esperar ante la cara de decepción e impotencia de Dinamita Márquez. Los polémicos jueces fueron contundentes: 113-115, 114-114 y 112-116 y la gente comenzó a lanzar objetos al cuarilátero, frustrada por lo que consideró otro fraude en contra del mexicano, que ya había perdido así en su último choque contra Manny.
“Oleeé, olé, olé, oleeeé, Márquez, Márquez”, así inició el combate. Con un público expectante por un apoyo incondicional a su guerrero. Juan Manuel propuso un combate a distancia, de poca entrada en corto, lo cual le trajo buenos dividendos. El filipino dio muestra de su velocidad con su letal zurda en sus jabs.
El mexicano intercambió ataques abajo y arriba. Uno y dos. Para, de inmediato, recular. Pequeños pasos adelante, para dar los largos atrás. Un boxeo que le costó trabajo a Pacquiao. Por eso, el campeón en ochos divisiones distintas, se mostró con cara de desagrado ante lo que su rival le proponía.
En el tercer episodio, Pacman encontró su recto de zurda que tantas batallas le ha servido para sacar la victoria. Este recurso lo sacó a relucir para empezar a cosechar los puntos a su favor. Los verdaderos intercambios de golpes llegaron en el siguiente asalto. Apenas se soltaba el asiático y de inmediato respondía el capitalino. Una estrategia para igualar la batalla.
Justo después de que Pacquiao le pidiera golpes a Juan Manuel, este le respondió con un certero recto al rostro del filipino. En este quinto round, Dinamita sacó su mejor repertorio con volados al rostro y ganchos al hígado.
En el sexto episodio, Manny lanzó volados arriba. Pero Márquez tuvo la velocidad para esquivarlos, como si no tuviera 38 años a cuestas. En su ofensiva, el mexicano se concentró en atacar a la zona hepática. La emoción del aficionado tricolor despertó el Cielito Lindo.
El filipino quiso retomar las riendas. Conectó sólidos puñetazos con su zurda. Márquez por momentos se enganchó con el intercambio de golpes. Una vía peligrosa y Nacho Beristáin se lo señaló. En el round ocho, el mexicano mostró la estamina disminuida.
En el siguiente asalto, de nuevo Dinamita volvió a tomar la batuta de este tercer combate. Supo esquivar los volados para conectar el uno-dos con claridad. Cerró en certeros golpes sobre la integridad del filipino.
Juanma tuvo un resbalón en el 10 asalto y así lo consideró el réferi. Tremendo jab del capitalino le causó una cortada en el rostro a Pacquiao, del cual sangró ligeramente. Así también tuvieron un ligero choque de cabezas después del mencionado golpe.
El mexicano, con un parche del PRI en su calzoncillo negro, continúo su cátedra de buen boxeo al mantener la distancia y aprovechar los espacios de un pugilista que no conoce la defensa. Dinamita tuvo fuerza para aguantar los últimos ataques desesperados del filipino. Con el puño en alto. Así termino el mejor boxeador de México. Vencedor para todos, pero no para el jurado.