Octubre 21, 2010 / ElChiltepin > Internacional
En una carta enviada a todos los miembros de la Legión, el enviado pontificio hizo una serie de precisiones sobre su labor y anticipó la conformación de otro grupo de trabajo que analizará las constituciones de la orden, es decir su reglamento interno.
“Se proyecta la necesidad de una comisión de acercamiento de quienes, de diversas maneras, elevan pretensiones en relación con la Legión y de una comisión para los problemas de orden económico”, indicó De Paolis en la carta difundida en Roma este jueves.
El texto, de siete páginas y con fecha 19 de octubre, dio un espaldarazo a los actuales superiores de la congregación, a quienes pareció exonerar de haber conocido de los crímenes cometidos por el fundador, cuyas culpas, dijo, no pueden trasladarse a sus seguidores.
“La mayor parte de los legionarios, ante la situación del fundador, ha reaccionado positivamente. La Legión ha sido aprobada por la Iglesia y no puede no ser considerada como una obra de Dios. Las responsabilidades del fundador no pueden ser transferidas a la Legión”, ponderó.
De Paolis reconoció que algunos legionarios consideran que sus actuales superiores no podían desconocer las culpas de Maciel y, al callarlas, habrían mentido, pero agregó que “el problema no es tan simple”.
“Las distintas denuncias publicadas en los periódicos desde los años noventa eran bien conocidas, también para los superiores de la congregación”, aceptó.
“Pero otra cosa –agregó- es tener las pruebas de lo fundado de tales denuncias y más todavía la certeza de ellas. Esta llegó sólo mucho más tarde y gradualmente. Se impone la exigencia de reencontrar la confianza, para la necesaria colaboración”.
En otra parte de la misiva, De Paolis ofreció un apoyo abierto al director general, Álvaro Corcuera, y al vicario, Luis Garza Medina, al aclarar que la Legión no fue puesta bajo la autoridad de un “comisario”, sino de un “delegado” que acompañará la renovación.
Explicó que en el decreto de su nombramiento se “reconoce y confirma” a los superiores actuales quienes son “la primera instancia” para tratar los problemas de la Legión y pidió a todos los religiosos a dirigirse con ellos para expresar sus inquietudes.
Ellos, sostuvo, deben organizar, estimular, suscitar y comprometer a todos, activa y ordenadamente, en esta renovación que deberá concretarse en la realización de un “Capítulo Extraordinario”, una asamblea general donde se decidirá el futuro.
Según el delegado pontificio de este Capítulo, que debería llevarse a cabo dentro de dos o tres años, deberá salir un nuevo texto de reglamento interno que debería someterse a la aprobación de la Sede Apostólica.
Además invitó “calurosamente” a todos los Legionarios de Cristo a “abandonar sospechas y desconfianzas” y a obrar concretamente para el bien de la Legión, “sin quedarse todavía en el pasado y sin alimentar divisiones”.
De hecho en varias partes de la carta, el enviado papal alertó contra el peligro de la división interna a causa de un posible “actuar arrebatado”.
“Si se procede unidos y respetándose unos a otros, el camino será expedito y seguro; si nos dejamos llevar por la voluntad de prevalecer, y de imponer las propias ideas contra los demás, el naufragio es cierto”, advirtió.
La misiva reveló también que muchos legionarios quisieran agilizar los tiempos de la renovación, pero les solicitó tener paciencia.
Informó que en las últimas semanas muchos sacerdotes han expresado “sugerencias, perplejidades, dudas y dificultades”, sobre la reglamentación, el ejercicio de la autoridad y el nombramiento de superiores o cambios.
Afirmó que el “clamor mediático” en torno a Maciel y sus delitos ha provocado una disminución en el número de aspirantes a ingresar en la congregación, mientras algunos sacerdotes han expresado su voluntad de abandonar la misma.
“No se puede negar que no pocas cosas se han de cambiar o mejorar tras una seria ponderación; otras, y son las fundamentales, acerca de la vida religiosa y sacerdotal, se han de conservar y promover”, señaló.
De Paolis dedicó también una parte de su carta a abordar el tema del “carisma”, el espíritu de los Legionarios de Cristo, el cual –por petición del Papa Benedicto XVI- se debe modificar.
En este sentido recordó que la Iglesia ha emprendido una “nueva evangelización” y por ello El Vaticano ha establecido un pontificio consejo para ello. “Pienso que la congregación encuentra precisamente en este campo su espacio de servicio”, insistió.
“El choque provocado por las acciones del fundador fue de un impacto terrible, capaz de destruir la misma congregación, como, por lo demás, tantos vaticinaban. En cambio ella no solo sobrevive, sino que está casi intacta en su vitalidad”, sostuvo.
“A mí me parece que se puede y se debe esperar en un positivo camino de renovación. Hay en el horizonte tantos signos que hacen pensar en una meta positiva al término del camino”, sentenció.
Legionarios de Cristo atenderán a víctimas de Maciel
Ciudad del Vaticano, Roma a 21 de octubre.- El delegado papal de los Legionarios de Cristo, Velasio De Paolis, anunció el establecimiento de una comisión interna para atender a personas que eleven reclamos contra el instituto religioso, entre ellos las víctimas de Marcial Maciel.En una carta enviada a todos los miembros de la Legión, el enviado pontificio hizo una serie de precisiones sobre su labor y anticipó la conformación de otro grupo de trabajo que analizará las constituciones de la orden, es decir su reglamento interno.
“Se proyecta la necesidad de una comisión de acercamiento de quienes, de diversas maneras, elevan pretensiones en relación con la Legión y de una comisión para los problemas de orden económico”, indicó De Paolis en la carta difundida en Roma este jueves.
El texto, de siete páginas y con fecha 19 de octubre, dio un espaldarazo a los actuales superiores de la congregación, a quienes pareció exonerar de haber conocido de los crímenes cometidos por el fundador, cuyas culpas, dijo, no pueden trasladarse a sus seguidores.
“La mayor parte de los legionarios, ante la situación del fundador, ha reaccionado positivamente. La Legión ha sido aprobada por la Iglesia y no puede no ser considerada como una obra de Dios. Las responsabilidades del fundador no pueden ser transferidas a la Legión”, ponderó.
De Paolis reconoció que algunos legionarios consideran que sus actuales superiores no podían desconocer las culpas de Maciel y, al callarlas, habrían mentido, pero agregó que “el problema no es tan simple”.
“Las distintas denuncias publicadas en los periódicos desde los años noventa eran bien conocidas, también para los superiores de la congregación”, aceptó.
“Pero otra cosa –agregó- es tener las pruebas de lo fundado de tales denuncias y más todavía la certeza de ellas. Esta llegó sólo mucho más tarde y gradualmente. Se impone la exigencia de reencontrar la confianza, para la necesaria colaboración”.
En otra parte de la misiva, De Paolis ofreció un apoyo abierto al director general, Álvaro Corcuera, y al vicario, Luis Garza Medina, al aclarar que la Legión no fue puesta bajo la autoridad de un “comisario”, sino de un “delegado” que acompañará la renovación.
Explicó que en el decreto de su nombramiento se “reconoce y confirma” a los superiores actuales quienes son “la primera instancia” para tratar los problemas de la Legión y pidió a todos los religiosos a dirigirse con ellos para expresar sus inquietudes.
Ellos, sostuvo, deben organizar, estimular, suscitar y comprometer a todos, activa y ordenadamente, en esta renovación que deberá concretarse en la realización de un “Capítulo Extraordinario”, una asamblea general donde se decidirá el futuro.
Según el delegado pontificio de este Capítulo, que debería llevarse a cabo dentro de dos o tres años, deberá salir un nuevo texto de reglamento interno que debería someterse a la aprobación de la Sede Apostólica.
Además invitó “calurosamente” a todos los Legionarios de Cristo a “abandonar sospechas y desconfianzas” y a obrar concretamente para el bien de la Legión, “sin quedarse todavía en el pasado y sin alimentar divisiones”.
De hecho en varias partes de la carta, el enviado papal alertó contra el peligro de la división interna a causa de un posible “actuar arrebatado”.
“Si se procede unidos y respetándose unos a otros, el camino será expedito y seguro; si nos dejamos llevar por la voluntad de prevalecer, y de imponer las propias ideas contra los demás, el naufragio es cierto”, advirtió.
La misiva reveló también que muchos legionarios quisieran agilizar los tiempos de la renovación, pero les solicitó tener paciencia.
Informó que en las últimas semanas muchos sacerdotes han expresado “sugerencias, perplejidades, dudas y dificultades”, sobre la reglamentación, el ejercicio de la autoridad y el nombramiento de superiores o cambios.
Afirmó que el “clamor mediático” en torno a Maciel y sus delitos ha provocado una disminución en el número de aspirantes a ingresar en la congregación, mientras algunos sacerdotes han expresado su voluntad de abandonar la misma.
“No se puede negar que no pocas cosas se han de cambiar o mejorar tras una seria ponderación; otras, y son las fundamentales, acerca de la vida religiosa y sacerdotal, se han de conservar y promover”, señaló.
De Paolis dedicó también una parte de su carta a abordar el tema del “carisma”, el espíritu de los Legionarios de Cristo, el cual –por petición del Papa Benedicto XVI- se debe modificar.
En este sentido recordó que la Iglesia ha emprendido una “nueva evangelización” y por ello El Vaticano ha establecido un pontificio consejo para ello. “Pienso que la congregación encuentra precisamente en este campo su espacio de servicio”, insistió.
“El choque provocado por las acciones del fundador fue de un impacto terrible, capaz de destruir la misma congregación, como, por lo demás, tantos vaticinaban. En cambio ella no solo sobrevive, sino que está casi intacta en su vitalidad”, sostuvo.
“A mí me parece que se puede y se debe esperar en un positivo camino de renovación. Hay en el horizonte tantos signos que hacen pensar en una meta positiva al término del camino”, sentenció.