Hoy, 173 años de la gesta heroica de Chapultepec
El presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó este domingo la ceremonia por el aniversario 173 de la gesta heroica de los Niños Héroes de Chapultepec.
La ceremonia se llevó a cabo en el Altar a la Patria, a unos metros del Castillo de Chapultepec, adonde el presidente llegó acompañado por los titulares de la Defensa Nacional y de la Marina, y los presidentes de la Cámara de Diputados y Senado.
También asistieron la presidenta de la Cámara de Diputados, Dulce María Sauri (PRI); el presidente del Senado, Eduardo Ramírez (Morena); así como la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo.
UNA HISTORIA QUE NO ES TAN CIERTA
Este 13 de septiembre de 1847 se conmemora el 173 aniversario de la defensa del Castillo de Chapultepec, en el que los mexicanos honramos la memoria de los Niños Héroes.
La versión oficial, esa que nos enseñaron en la primaria, dice que luego de que Estados Unidos le declaró la guerra a México, las tropas norteamericanas llegaron a la Ciudad de México y atacaron el Castillo de Chapultepec, que en ese momento era el Colegio Militar. Ahí se encontraban seis cadetes, quienes hacían su guardia y no dudaron en dar su vida por la defensa del inmueble y de México.
Esta es la versión que conocimos en nuestros años de escuela, pero a medida que ha pasado el tiempo, hemos conocido diferentes lecturas de aquello. De hecho, hay quien señala que se trató de una historia totalmente inventada por el gobierno de ese entonces, para impulsar el amor a la patria.
Hay investigadores que afirman que los cadetes sí existieron, pero que no eran unos niños. Indican que Francisco Márquez y Vicente Suárez tenían 14 años; Agustín Melgar y Fernando Montes de Oca, 18; que Juan de la Barrera oscilaba entre los 19 y Juan Escutia entre los 20 años. Además, se dice que no defendieron el Castillo de Chapultepec de la invasión, sino que estaban huyendo.
¿QUÉ PASÓ CON JUAN ESCUTIA?
A todos nos dijeron que Juan Escutia, en un acto de honor y en el afán de proteger la Bandera Nacional, la tomó, se envolvió en ella y se lanzó desde lo alto del Castillo de Chapultepec, pues prefería morir con ella que verla en manos de los invasores norteamericanos.
Sin embargo, hay historiadores que afirman que este cadete no murió al lanzarse al vacío, sino que fue abatido a tiros, junto con Francisco Márquez y Fernando Montes de Oca, cuando intentaban huir hacia el Jardín Botánico. Incluso, hay una hipótesis que señala que Juan Escutia ni siquiera era parte del grupo de alumnos del Colegio Militar, porque no hay registro de él o de algún familiar en el plantel, únicamente habría pruebas de su fe de bautismo. También se dice que no era cadete.
Estudios recientes indican que era soldado del Batallón de San Blas y que su verdadero nombre era Juan Bautista Pascasio Escutia Martínez, que al ser herido, cayó desde lo alto de la ladera oeste del Castillo. Además, el lábaro patrio habría sido tomado por los estadounidenses y sería devuelto a México hasta el sexenio del presidente José López Portillo.
Hay otra teoría que dice que estos seis jóvenes ni siquiera eran cadetes, sino alumnos con una pésima conducta, que habían sido arrestados por encontrarse ebrios.
Aunque la defensa del Castillo de Chapultepec siempre se ha enfocado al sacrificio de los Niños Héroes, hay que dejar en claro que ese día había cerca de 800 soldados mexicanos en plena batalla, quienes fueron apoyados por 400 hombres del batallón activo de San Blas y 50 cadetes del Colegio Militar.
Al parecer, el Estado Mexicano, en un intento por restaurar el orgullo nacional, destacó la hazaña de estos seis jóvenes, aunque en realidad, decenas de soldados murieron.
En 1952, para la inauguración del Altar a la Patria, investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia avalaron la autenticidad de los restos de los Niños Héroes, aunque suena complicado, ya que tras la batalla se hallaron más de 600 cadáveres. (El Universal)