El Ártico continúa el proceso de descongelación
El hielo marino del Ártico parece haber alcanzado una vez más su mínima extensión anual durante este mes, con una cobertura de 1.64 millones de kilómetros cuadrados, la octava más baja del registro satelital desde 1978.
En su sitio en Internet, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) mencionó que el agua de mar congelada que cubre gran parte del Ártico se conoce a menudo como el aire acondicionador del planeta.
Explicó que esto se debe a que su superficie blanca devuelve la energía solar al espacio y con ello enfría el globo terráqueo; sin embargo, indicó que al disminuir su extensión se reduce este efecto, lo que podría traducirse en un incremento de la temperatura del planeta.
Indicó que el casquete de hielo marino cambia con la estación, creciendo en otoño e invierno y disminuyendo en la primavera y el verano, para alcanzar su extensión mínima de verano en el mes de septiembre.
Sin embargo, apuntó, en los últimos años dicha extensión de septiembre ha disminuido de manera general y a un ritmo muy rápido desde finales de los años 79, debido al calentamiento de las temperaturas.
Expuso que este año, las temperaturas en el Ártico han sido relativamente moderadas para estas altas latitudes, incluso más frías que el promedio en algunas regiones.
Aún así, apuntó la asociación, la extensión mínima de hielo marino en 2017 es de 610 mil millas cuadradas (1,58 millones de kilómetros cuadrados) por debajo del promedio mínimo de 1981-2010.
Al respecto, la climatóloga del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA en Greenbelt, Maryland, Claire Parkinson, recordó que la cantidad de hielo que queda al final del verano depende del estado de la capa a principios del año y a las condiciones del clima.
En ese sentido, recordó que las condiciones climáticas no han sido particularmente importantes este verano, aunque las bajas extensiones de hielo marino de este año son porque las condiciones del mismos son peores que la línea base de hace 38 años.
Recordó que los tres años con las capas de hielo más bajas del Ártico registradas -2012, 2016 y 2007- experimentaron condiciones climáticas inusuales, incluyendo fuertes tormentas de verano que martillaron la cubierta de hielo y aceleraron su derretimiento.
Sin embargo, aclaró que en esas fechas, la capa de hielo acumulada a principios de año fue mayor, por lo que los efectos de derretimiento no fueron tan marcados como ahora, cuando la capa de hielo fue una de las menores acumuladas en invierno.
La investigadora indicó que en el otro polo está por presentarse su extensión máxima de hielo anual, con lo que se presentarían las cinco coberturas invernales más bajas registradas por satélite.
Los indicios revelan que las extensiones de hielo de septiembre en la Antártida serían comparables a las de hace un año, aunque todavía es temprano para hacer un diagnóstico sobre el comportamiento que tendrán ambos polos en los próximos años, concluyó la especialista. (NOTIMEX)