Papa Francisco llama a actuar con humildad en Pascua
El Papa Francisco aseguró hoy que para celebrar realmente la Pascua es necesario “bajarse del pedestal”, tener humildad, abandonar el orgullo y la presunción, ir más allá de la pereza y la indiferencia.
Francisco hizo estas consideraciones durante el sermón que pronunció durante la Vigilia Pascual, que celebró la noche de este sábado en la Basílica de San Pedro y en la cual invitó a los fieles a “entrar en el misterio”.
La celebración comenzó poco después de las 20:30 horas locales (19:30 GMT) con la bendición del “fuego nuevo”, en el atrio del templo.
Con una estaca, calentada por el fuego, Francisco marcó un gran cirio pascual con una cruz y los símbolos de las letras griegas alfa y omega. Con una oración hizo referencia a Jesús, principio y fin del universo.
Con el cirio encendido, el líder católico encabezó la procesión por la nave central de San Pedro a oscuras.
Durante la ceremonia, se cantó el “Exsultet” (pregón pascual) y tuvo lugar la “liturgia de la palabra”, donde se leyeron varios pasajes bíblicos. Las mujeres fueron las protagonistas del sermón pronunciado por Bergoglio en italiano.
El pontífice recordó que al tercer día de la muerte de Cristo las mujeres fueron al sepulcro para ungir el cuerpo, pero cuando llegaron fueron las primeras en ver el “gran signo”, que la tumba estaba vacía.
Sostuvo que, como las “discípulas”, todos deben entrar en el sepulcro, entrar en el “misterio de Dios”, para vivir realmente la Pascua. “No es un hecho intelectual, no es sólo conocer, leer (...) Es más, es mucho más”, advirtió.
Para entrar en ese misterio, explicó el Papa, se requiere capacidad de asombro, de contemplación, capacidad de escuchar el silencio y “sentir el susurro de ese hilo de silencio sonoro en el que Dios nos habla”.
Precisó que también se requiere no tener miedo de la realidad, no cerrarse en uno mismo, no huir ante lo que no se comprende, no cerrar los ojos frente a los problemas, no negarlos, no eliminar los interrogantes.
Insistió que significa ir más allá de las cómodas certezas, más allá de la pereza y la indiferencia que frena, y ponerse en busca de la verdad, la belleza y el amor, buscar un sentido no descontado, una respuesta no trivial a las cuestiones que ponen en crisis la propia fe, la propia fidelidad y la propia razón.
“Para entrar en el misterio se necesita humildad, la humildad de abajarse, de apearse del pedestal de nuestro yo, tan orgulloso, de nuestra presunción; la humildad para redimensionar la propia estima, reconociendo lo que realmente somos: criaturas con virtudes y defectos, pecadores necesitados de perdón”, dijo.
“Para entrar en el misterio hace falta este abajamiento, que es impotencia, vaciándonos de las propias idolatrías. Adoración. Sin adorar no se puede entrar en el misterio”, sostuvo.
Como parte de la celebración, el líder católico administró los sacramentos de la iniciación cristiana (bautismo, confirmación y después la eucaristía) a 10 neófitos, personas adultas provenientes de Italia, Portugal, Albania, Kenia y Camboya. (Notimex)