Mayo 15, 2013 / ElChiltepin > Futbol Internacional

Chelsea se lleva la Europa League

Un gol de Ivanovic en el descuento le sirvió al Chelsea para proclamarse campeón de la Europa League. No importó que el Benfica fuese mejor o que hiciese más méritos que los ingleses.

 

Los 'blues' se valieron de su efectividad para imponerse a los lusos. Torres adelantó a los londinenses y Cardozo, de penalti, restableció el empate. Cuando parecía que la final se iría a la prórroga, Ivanovic apareció para rematar un córner y darle el título al Chelsea.

 

La maldición de Guttmann sigue vigente. Con la de Amsterdam, ya son siete finales europeas las que ha perdido el Benfica desde que el técnico húngaro lo maldijese en los años 60. Poco tuvo que ver el entrenador magiar en lo que pasó en el Amsterdam Arena.

 

El Benfica dejó escapar el título porque, básicamente, no aprovechó la superioridad de su fútbol para imponerse a un Chelsea bastante rácano.

 

Como ya pasó el año pasado con la Liga de Campeones, los 'blues' no jugaron el mejor fútbol del continente, pero eso no les impidió llevarse el trofeo. Ganaron la final desde atrás. Valga como demostración de ese fútbol del Chelsea el tanto con el que Fernando Torres adelantó a los ingleses.

 

Saque largo de Cech, toque sutil de Mata, y galopada con preciosa definición del Niño. Le ganó la partida a Luisao y superó con maestría a Artur.

 

El madrileño brilló como en sus mejores noches y reforzó su fama de jugador que aparece en las finales. A pesar del palo, el Benfica consiguió levantarse gracias al penalti absurdo que cometió Azpilicueta poco después.

 

El navarro tocó el balón con la mano dentro del área y Cardozo aprovechó la pena máxima para igualar el duelo. Con el partido así, los portugueses recuperaron las manijas del juego, aunque las ocasiones cayeron en las dos porterías. Cuando parecía inevitable la prórroga, Branislav Ivanovic desató la locura con un gol de cabeza en el descuento. El serbio fue el único que tuvo fe en un saque de esquina en el 93.

 

Por lo menos, mucha más que los defensas lusos, que se quedaron mirando cómo el balcánico se elevaba sobre sus cabezas para decidir la final.

 

Otra final continental que se le resiste a los portugueses y otro título que Abramovich consigue para su juguete. Poco a poco, el ruso está consiguiendo lo que se propuso cuando adquirió el equipo: hacer del Chelsea un grande de Europa.