Monterrey 3-2 San Luis, al final el mty lo gana
Monterrey sigue padeciendo una adicción a sufrir, y aunque volvió al triunfo ante su gente, la realidad es que le quedará el sabor de pasar apremios donde parecía no haberlos.
La Pandilla, que ganaba cómodamente al medio tiempo por 2-0, para el complemento se vio dominado y alcanzado 2-2, y terminó exigiéndose para marcar un tercero y liquidar sobre la hora lo que parecía firmado casi desde el inicio.
Si se hiciera una crónica por cada tiempo parecería hablarse de dos partidos distintos, el primero con un Monterrey gigante y acariciando la perfección, y un segundo con un San Luis transformado, poniendo a sufrir a unos regios con muchas carencias pero que resolvieron a la hora afortunada.
Lo mejor para los regios es que lograron su segundo triunfo del torneo y llegaron a tres partidos sin derrota, alcanzando siete unidades y escalando en la tabla.
San Luis por su cuenta dio otro paso directo para la lucha por el descenso, quedándose con sólo un punto de 12 disputados, y muy comprometido en la era Fentanes recién iniciada.
La noche parecía de trámite para unos albiazules que parecen dar muestras de crecimiento futbolístico, pero que luego inexplicamente vuelven a desdibujarse por errores defensivos que no se corrigieron ni con el cambio táctico de ver a Leobardo López en lugar de Hiram Mier desde el inicio.
Bajo esa premisa, la resistencia potosina duró sólo 13 minutos, dando paso a una fiesta en la tribuna, repleta como es costumbre.
Fue mediante un tiro de esquina por derecha que Suazo puso un centro medido al corazón del área donde Leo López apareció por sorpresa para conectar de manera sólida directo a las redes en medio de una ronda de defensas que fueron simples espectadores.
La reacción visitante era más que impensable, y al 18’ De Nigris puso el 2-0 en un robo de balón regio que parecía gol de Suazo, pero el chileno, tras fallar de primera y enredarse se armó un traje de torero en el área, recortó a dos defensas y puso un centro para Aldo, que colocó de cabeza la pelota pegada al poste en el remache de la noche, y el festejo que prometía al fin una noche de calma.
Pero tras fallar en el primer tiempo el tercero en varias ocasiones, llegó una segunda parte donde pareciera que saltaron dos equipos totalmente distintos a los que arrancaron el encuentro.
San Luis sacó a Córdoba para el ingreso de entra Mauro Matos, y el argentino se encargó de orquestar la fiesta visitante,
El 2-1 llegó al 52’, en una gran acción de Guillermo Rojas por la izquierda, quien destroncó a la zaga y sirvió al centro para que Tréllez empujara en el área chica el descuento que cambiaba todo lo establecido.
Mendoza y Matos dieron avisos moviendo a la zaga albiazul y exigiendo a Orozco, lo que provocó que Monterrey luciera incómodo y desarticulado, y pasara de dominante a dominado.
Vucetich se dio cuenta del cambio y ordenó el ingreso de Jesús Corona por Omar Arellano al 65’, en pos de liquidar la tarea de nuevo. A unos segundos de su ingreso, el novato tuvo para vestirse de héroe al llegar solo a un centro por la izquierda, pero terminó volando su remate.
San Luis mantuvo la pasión en su postura y al 67’ silenció momentáneamente el Tec, cuando Matos anotó el 2-2 en un balón largo que peinó Tréllez para dejarlo solo frente a Orozco, al que venció con disparo abajo y al centro de la portería.
Los Reales revivían y tenían además el control, pero Vucetich se jugó el todo al mandar al campo a César Delgado y Jesús Zavala por Severo Meza y Neri Cardozo.
El movimiento volvió a darle aire a La Pandilla, y al 77’ Zavala puso el 3-2 con un sólido remate de cabeza, desatando la locura en la tribuna y enderezando lo que parecía caído.
El gol fue suficiente para matar psicológicamente a San Luis, y Monterrey cerró más cerca del cuarto, pero Suazo y De Nigris fallaron manos a manos luego de tejerse jugadas solos derrochando habilidad.
El silbatazo final volvió a ser motivo de festejo, y Monterrey se llevó un botín de manera justa, en todos los contextos que se le pueda dar a esa palabra.