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Lunes, 25 de Noviembre de 2024
Música   -   Mayo 21, 2012

Muere otra leyenda de la música disco

el chiltepin
Londres, Inglaterra a 21 de mayo de 2012.- Robin Gibb, quien falleció ayer a los 62 años de edad, era uno de los tres miembros fundadores de los Bee Gees, el exitoso grupo británico que con Fiebre de sábado por la noche convirtió la música disco en un fenómeno mundial en los 70.

El imberbe cantante con voz de falsete e inconfundibles gafas oscuras, sufría de cáncer de colon e hígado, y estaba en coma en un hospital de Londres tras contraer una neumonía el mes pasado.

Tras su muerte, el mayor de los tres hermanos, Barry, de 65 años, queda como último superviviente de uno de los grupos que ha vendido más discos en la historia, unos 200 millones durante toda su carrera.

El gemelo de Robin, Maurice, que tuvo problemas de alcoholismo, falleció a los 53 años en 2003 de una oclusión intestinal. Aunque no formaba parte del trío, el hermano menor, Andy, que hizo carrera en solitario, murió también, con sólo 30 años, de un problema cardiaco derivado de una adicción a la cocaína.

“A veces me pregunto si todas las tragedias que ha sufrido mi familia es como un precio kármico que estamos pagando por toda la fama y fortuna que tuvimos”, dijo Robin en marzo al diario The Sun.

Nacido el 22 de diciembre de 1949 en la Isla de Man (Reino Unido), Robin Gibb emigró con 9 años a Australia con su familia.

Alentados por su padre, que dirigió un grupo musical, los hermanos formaron un conjunto juvenil que un Dj local sugirió rebautizar Bee Gees (B de brothers -hermanos- y G de Gibb) después de que alcanzaran cierta popularidad.

Su despegue, sin embargo, no se produjo hasta que en 1966 regresaron al Reino Unido, donde “New York Mining Disaster 1941”, el primer sencillo de su primer álbum Bee Gees 1st ingresó en el Top 20 de las listas de éxitos.

Siguieron “Holiday”, “To Love Somebody”, y poco después “Massachussets”, con la que alcanzaron por primera vez el número uno del hit parade británico.

Tras una breve separación, los hermanos Gibb volvieron a saborear el éxito con “How Can You Mend a Broken Heart?” en 1971.

Pero el encumbramiento definitivo llegó en 1977 gracias a la banda sonora de Fiebre de sábado por la noche y especialmente a sus dos temas más bailables, “Stayin’ Alive” y “Night Fever”.

El álbum, la banda sonora más vendida de todos los tiempos con 40 millones de copias, inauguró la edad dorada de la música disco y lleva a los Bee Gees, con sus agudas voces, sus pantalones ajustados, sus camisas abiertas y sus medallones, al estrellato.

Sin embargo, nunca volvieron a cosechar el mismo éxito, y aunque escribieron numerosas canciones para otros artistas como Frankie Valli, Diana Ross o Barbra Streisand, a partir de entonces su carrera inició un lento declive.

El trío permaneció activo hasta la muerte de Maurice, tras la cual Robin y Barry renunciaron al nombre de Bee Gees.

Pero a finales de 2010, durante una operación, los médicos le descubrieron un tumor y le diagnosticaron el cáncer.

Pocas semanas después de haber asegurado que se recuperaba, una neumonía le impidió asistir el 10 de abril al estreno de Titanic Requiem, una obra clásica que había escrito con el menor de sus tres hijos, Robin-John, coincidiendo con el centenario del naufragio.

Desde que cayó en coma, su familia y amigos le tocaron música y le cantaron en un último intento por devolverle a la vida.