Washington, EU a 08 de marzo de 2011.- La Arquidiócesis de Filadelfia suspendió hoy a 21 sacerdotes acusados de abuso sexual contra menores, en la mayor acción individual de su tipo dentro del escándalo de pederastia en la Iglesia católica estadunidense.

El arzobispo de Filadelfia, cardenal Justin Rigali, hizo el anuncio luego que un gran jurado encontró un total de 37 “casos de preocupación”, aunque algunos de los identificados ya no se encuentran en ministerio religioso activo o ya estaban suspendidos.

“Quiero expresar mi pesar por el abuso sexual a menores cometido por miembros de la Iglesia, especialmente clérigos. Lo lamento verdaderamente por el daño a las víctimas del abuso sexual, así como a los miembros de nuestra comunidad que sufren por este gran mal”, dijo Rigali.

Por lo menos ocho de los casos aludidos en el reporte del gran jurado fueron desestimados por no haber encontrado evidencia de abuso, y dos de los curas ya no son católicos, pero ejercen bajo una denominación religiosa distinta.

Todos los posibles casos de abuso sexual encontrados por el gran jurado fueron remitidos a una abogada externa, Gina Maisto Smith, una ex fiscal adjunta y socia del bufete jurídico Ballard Spahr, apoyada por un equipo legal y un psiquiatra forense.

Smith, quien ha sido fiscal en procesos judiciales por abuso infantil, recomendó la suspensión de los 21 sacerdotes en tanto se realiza una investigación más profunda caso por caso con el apoyo de un grupo de expertos, incluidos pediatras y psicólogos.

La Arquidiócesis precisó que los casos de suspensión administrativa tienen una naturaleza temporal, pendiente del resultado de la investigación definitiva por el equipo de la abogada externa.

“Quiero ser claro: Estas suspensiones administrativas son medidas interinas. De ninguna forma son determinaciones finales o juicios (...) Entiendo que para mucha gente, su confianza en la Iglesia ha sido sacudida”, puntualizó.

La suspensión masiva de sacerdotes marcó un giro en la posición del cardenal Rigali, quien inicialmente había minimizado el reporte del gran jurado y aseguró que entre los curas identificados ninguno se encontraba en ministerio activo.