Personal de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) formuló imputación a dos personas por el delito de abuso sexual agravado, uno quedó vinculado a proceso y ambos están prisión preventiva oficiosa.

Elementos de la Base Operativa de la Agencia Ministerial de investigación Criminal (AMIC) cumplieron con las órdenes de aprehensión giradas por el juez oral penal.

A las 14:00 horas del lunes 13 de mayo se aprehendió a Nepomuceno “N”, de 55 años, al figurar en la causa penal número 82/2019 con fecha 9 de mayo de este año.

Es por el delito de abuso sexual agravado en contra de una niña de 13 años que no tiene la capacidad de comprender el significado del hecho; con violencia física y moral, de manera reiterada, abusada por su padrastro en las inmediaciones de una institución educativa básica.

Desde noviembre de 2018 y todavía hasta el 5 de mayo pasado, Nepomuceno “N” cometió abuso sexual contra su hijastra arriba de un vehículo al aprovechar que la llevaba a la escuela, incluso empleando violencia física.

Defensores del imputado ampliaron a 144 horas la audiencia de vinculación, la cual será el viernes 17 de mayo, pero quedó recluido en el Centro de Reinserción Social al decretar el Juez prisión preventiva oficiosa.

A Nepomuceno “N” también se le formuló imputación por el delito de violencia intrafamiliar, ya que en octubre de 2017 agredió física y verbalmente a su pareja y a sus dos hijastros, además, a uno lo amenazó de muerte.

Por su parte, a Hugo César “N”, de 55 años, originario de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, se le ejecutó orden de aprehensión, se le formuló imputación y quedó vinculado a proceso, además en prisión preventiva oficiosa y se dio un plazo de cierre de tres meses.

Es por el delito de abuso sexual hacia una persona de 12 años que no tiene la capacidad de comprender el significado y agravados, pues este sujeto se aprovechó de la confianza en él depositada, al ser vecino de la perjudicada.

Los hechos se suscitaron el pasado 3 de mayo, cuando con engaños el hombre introdujo al domicilio a la afectada para cometer el delito, aprovechándose el imputado de la amistad con la familia de la víctima.

Las afectadas, al igual que sus familiares, reciben ayuda profesional por personal especializado del Centro de Atención de Víctimas del Delito (Cavid).