Un aspecto interesante del fenómeno migratorio en la frontera Sonora-Arizona son los migrantes procedentes de Haití y Cuba, a quienes no se les permite el ingreso a Estados Unidos por tener el estatus de “inadmisibles”.

De acuerdo con un comunicado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) en dicho régimen se encontraron 258 cubanos en el ejercicio fiscal 2016 y en lo que va del 2017 suman 159 en el Sector Tucson.

Indicó que, respectivamente en dichos periodos, los haitianos que quedaron en dicha categoría fueron 39 el año anterior y en lo que va del presente año suman 964.

La instancia destacó que recientemente la CBP estadunidense ha visto un aumento en el número de haitianos que llegan a los cruces fronterizos sin ningún estatus en los Estados Unidos.

Después de que los oficiales procesan la solicitud de individuos sin estatus legal para ingresar legalmente a los Estados Unidos, los haitianos son puestos bajo la custodia de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

“Algunos, pero no todos los haitianos que llegan a los puertos de entrada sin condición legal, están expresando un temor creíble de su regreso a Haití”, comentó sobre la causa de que sus solicitudes son rechazadas.

Indicó que todas las agencias federales involucradas en aspectos de migración incrementaron sus esfuerzos para procesar las solicitudes de haitianos, ante el incremento desbordante, además de desplegar a personal con habla criolla.

En cuanto a Cuba, comunicó que a partir del 12 de enero de 2017, los Estados Unidos pusieron fin a la política especial de libertad condicional, conocida también como la política de "pie húmedo/pie seco" para los migrantes cubanos, que se encontraba en vigor desde mediados de los años noventa.

“Desde entonces, los cubanos que intentan ingresar ilegalmente a Estados Unidos están sujetos a remoción, de acuerdo con nuestras prioridades de cumplimiento”, citó la instancia.

Estas acciones forman parte de la normalización continua de las relaciones entre los gobiernos de los Estados Unidos y Cuba, y reflejan el compromiso de tener una política de inmigración más amplia en la que tratamos de manera consistente a personas de diferentes países. (NOTIMEX)