Quizá no fue un golpe con la categoría definitiva, pero al menos en las probabilidades, Rayados dio un paso contundente a la Semifinal del Clausura 2013 al vencer 1-0 a Tigres en la ida de los Cuartos de Final.

La rivalidad del Norte volvió a medirse en una Postemporada, y de nuevo los albiazules perfilan para eliminar a su archirrival, aunque el 1-0 deja un margen que abre la esperanza de calificar a la escuadra universitaria si hace una hombrada inédita en los últimos seis años ante su afición.

Monterrey no necesitó del brillo de su triunfo ante Pachuca, ni de coraje del triunfo en la Final ante Santos. Le bastó con recuperar el orden perdido ante Cruz Azul para dar cuenta de unos felinos timoratos, que se crecieron rumbo al final del juego, pero que no les alcanzó si quiera para empatar.

Con el resultado, Rayados avanzará a Semifinales ganando o empatando por cualquier marcador el sábado en el "Volcán". Podría incluso avanzar hasta perdiendo, si es que la diferencia no es mayor a un gol, y logra anotar en campo visitante (2-1, 3-2, 4-3, etc) ya que el primer criterio de desempate global es la mayor cantidad de goles marcados en patio ajeno.

En la historia, Rayados tomó la supremacía de la batalla al llegar a 35 duelos ganados por 34 de los felinos, más 28 empates y un duelo que no arrojó resultado, al suspenderse al minuto 7' por una batalla campal.

Tigres por su cuenta deberá pensar en el triunfo, de preferencia sin gol en contra, con el negro antecedente de que sólo ha vencido una vez a La Pandilla en los últimos 11 enfrentamientos. 

La tarde se pintó toda en colores azul y blanco, y la mayoría se hizo sentir en el Estadio Tecnológico, ampliamente inclinado al equipo de casa, salvo unos mil seguidores de Libres y Lokos ubicados en un rincón de Preferente.

Monterrey asumió el compromiso de llevar el partido, y comenzó teniendo la pelota, borrando del campo a su rival, en un despliegue físico que sin embargo, no le alcanzaría para todo el partido.

Tigres inició con su cuadro habitual, salvo la novedad de Jesús Dueñas, quien salió como lateral derecho, en un cambio táctico de Ricardo Ferretti, que sin embargo, pareció mermar a su equipo. Tal fue el error, que Ferretti mandó a Jiménez al campo al 31’.

Pese a todo el peligro estuvo escaso en los arribos de La Pandilla, quien apenas coqueteó con el gol al minuto 17’, cuando Suazo cobró un tiro libre frontal –el sello de la casa- pero el remate de Basanta estando solo se fue directo al cuerpo de Enrique Palos.

Pero Tigres no veía la pelota, y al 19’ terminó por reflejarse el mejor arranque de los de Vucetich, cuando Ayoví le filtró a ‘Chelito’ por la izquierda, y el argentino, con gran visión, dejó una diagonal exacta para Suazo que reventó la pelota de derecha para el 1-0 que encendió el graderío.

Era un primer tiempo todo de azul y blanco donde Rayados consiguió la ventaja, y donde dio la impresión de que pudo dejar agonizante a su rival, pero donde pudo más el equilibrio que el riesgo.

Fue entonces que Tigres se dio cuenta que tenía un Clásico en juego, y comenzó a presionar más en todos los sectores, hasta acabar equilibrando las acciones, aunque chato totalmente en su ofensiva.

Con todo, Rayados se perdió el 2-0 al 42’, cuando Delgado bajó un globo en el área y tocó atrás para Ayoví, quien estando solo y de frente jaló del gatillo, pero Jiménez apareció milagroso para salvar cuando la pelota iba a la red.

El complemento invitó a Tigres a un nuevo comienzo, y fue como si los felinos recuperaran la memoria, tocando la pelota muy a su estilo, y dominando a unos albiazules que se fueron agotando al paso de los minutos.

Fue así que al 54’ Orozco salvó el virtual empate auriazul, cuando Torres Nilo bailó a Mier, centró con veneno y Lobos cabeceó sin marca en el área, pero el arquero rayado salvó de un manotazo en la línea, y luego Basanta rompió a córner.

Monterrey ya no tenía piernas y Tigres acosaba por todo el frente. Al 72’ Damián Álvarez centró por la izquierda, Salcido peinó como eje de ataque, y Orozco de nuevo voló para evitar el tanto.

Vucetich mandó al campo a De Nigris, Corona y Solís, sacando a ‘Chelito’, Arellano y Suazo, pero simplemente para enderezar el dominio que parecía consumar una igualada.

Pero Tigres careció del riesgo para clavar el gol en su mejor momento de la serie, y el silbatazo de Alfredo Peñaloza decretó el cierre, poniendo el suspenso para una serie que se pinta de azul y blanco, pero que por el escaso margen puede considerarse en el aire, y que se definirá a las 9 de la noche en el Volcán.