En redes sociales de los chairos están muy enojados porque la gobernadora Claudia Pavlovich anunció la inversión de mil sesenta millones de pesos de la empresa Stanley Black & Decker que generará mil 800 empleos directos y más de indirectos. 

Esta empresa que cuenta con ventas anuales de 13 billones de dólares en el mundo, se ubicará en 500 hectáreas de la parte norte del Parque Industrial y tiene presencia en México así como en Monterrey, Reynosa y Puebla. La construcción de la obra iniciará la semana que entra. 

Para que se de una idea de su importancia, déjeme decirle que, en su momento, a inicios de los ochentas, la planta Ford generó tres mil empleos e igual número de indirectos de inicio. Ello significa que viene una gran y buena transformación para Sonora. 

De hecho, al día de hoy van 29 mil 585 puestos de trabajos formales a los que hay que sumarle los mil 800 ya señalados, con lo cual se rebasan los 30 mil que tiene por obligación el Estado para establecer al año conforme a indicadores su palomita de satisfacción y eso que aún no se llega a   la mitad del 2021 por lo cual podemos avizorar que para el cierre del sexenio de CPA  rebasará, y con mucho,  sus expectativas. Buen cierre de sexenio. 

Pero quienes le atacan no lo ven así. Siguen en redes sociales denostando contra ella indicando aseveraciones que, por falsas, son fáciles de quitarse de encima. 

Los pensantes en esto de atraer inversiones dejan en claro que para el convencimiento de las grandes empresas que se aposenten en Sonora, deben en primer lugar, convencer en materia de seguridad. 

Ya hemos visto en el caso de Tijuana, cuando secuestraron a un influyente empresario de Japón y también que les quitaron lo invertido a la empresa cervecera Constellation Brands, misma que aniquilaron por “demanda popular” según Amlo aun y cuando ya iban invertidos 900 de los mil 400 millones de dólares, que Sonora no es lo mismo. 

En Sonora los inversionistas se sienten seguros. 

Esa relación con los EU, cuya primera puerta es Arizona, estado gringo que nos divide en mil 221 kilómetros de los tres mil y pico que existen entre México y EU, nos ayuda a los sonorenses, pues la gobernadora a hecho un papel preponderante de tal manera que la industria aeroespacial tiene en nuestro Estado, uno de sus principales bastiones. 

Entonces, cuando llega un Alfonso Durazo a querer justificar que el Estado de Sonora está atrasado en diferentes vertientes, incluyendo el empleo, pues como que está mal enfocado en sus discursos ya conocidos. Alfonso requiere mejor asesoría. 

Insisto y sin el afán político electoral, en el caso dado de que la gobernadora apoye a Ernesto Gándara, todo lo que ella haga o deje de hacer repercutirá directamente en el candidato de manera natural. Es lógico. 

Sin embargo, los equipos de CPA y EGC están separados, razón por la cual no vemos el apoyo de Claudia en la campaña de Ernesto. Pero claro, sus detractores dirán lo contrario. 

El hecho es que la gobernadora ha respetado los acuerdos que firmó en aquel evento al que le citó Amlo para firmar el pacto por la democracia, pero por favor, una inversión de tal envergadura merece una promoción alejada de cualquier connotación electoral. 

Claro, si tenemos un candidato como Alfonso Durazo que siempre denosta contra la gobernadora y vemos al otro que no hace alarde de lo que hace Claudia, pues los efectos llaman a una reflexión interesante. 

Lo que es un hecho claro, es que las propuestas de uno y otro candidato son divergentes pues mientras Alfonso maneja todo en relación al apoyo vía Amlo, el Borrego establece directrices naturales que le permiten asegurar que no es el candidato oficial de Claudia, conforme a las circunstancias establecidas. 

Entonces ¿Quién es el oficial? 

Claro, Alfonso. 

En este contexto se puede observar que ADM hará hasta lo imposible (incluyendo mentir), por sostenerse donde está. 

Sin embargo, la realidad es otra, pero claro está que su cuerpo de mercadotecnia política no le permitirá, ni admitirá, que Claudia realiza un buen papel pues choca contra su estrategia de atacar a todo lo que huela a Claudia y quieran unir a EGC como si ella fuera su madrina política lo cual está muy alejado de la realidad. 

Para que quede claro, tanto Claudia como EGC se cocinan aparte. Los logros de una no son lo logros del otro. ¿Qué ayudarán en las votaciones?, tal vez sí, pero no son preponderantes. 

EN FIN, por hoy es todo, el lunes le seguimos si Dios quiere. 

Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 35 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorado en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de CEO, Consultoría Especializada en Organizaciones…                                                                

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