Diputados, no olviden a la Unison
Ahora que está en discusión el presupuesto estatal de 2018 es necesario que los diputados locales no olviden a la Universidad de Sonora.
La Unison es una de las más importantes de México por su calidad educativa y el impacto que tiene en la preparación de profesionistas. Es la número 15 en el ranking educativo nacional y tiene convenios con otras universidades del mundo en beneficio de alumnos, maestros y proyectos de diversa índole.
Dada su importancia, la Universidad de Sonora necesita de un presupuesto general que le permita operar durante un año completo. Según el convenio que hay entre el Estado y la Federación, cada uno aportará el 50 por ciento, “micha y micha”. Ya la Cámara de Diputados aprobó mil 90 millones de pesos, así que ahora es necesario que desde el Congreso de Sonora se haga el “copy” y se vote a favor.
Aún así, ese presupuesto es insuficiente y se destina principalmente al pago de sueldos y servicios, o sea al gasto corriente. Por eso la Unison debe concursar para acceder a fondos extraordinarios que le permitan durante el año invertir en infraestructura, en actividades académicas o en movilidad estudiantil y capacitación de los profesores.
Incluso aún así el dinero también es insuficiente. Lo que pasa es que desde hace algunos años no se ha respetado el 50-50 en el presupuesto y las bolsas extraordinarias vienen recortadas, lo que ha estancado el crecimiento de infraestructura y de alumnos de licenciatura y posgrado.
Las becas, que son indispensables para los alumnos, también se han estancado. Ahora mismo, en 2017, el número de becas disponibles se limitó a la misma cantidad que en 2016, o sea, creció la cifra de alumnos de posgrado, pero están limitadas las becas y así no se puede. La movilidad también se ha estancado debido a que no hay más presupuesto disponible ni en el gobierno del estado ni en el federal. De hecho, las familias han tenido que invertir para que el alumno pueda cursar un semestre en otra ciudad de México o del extranjero y la mayoría de las veces se trata de familias de escasos recursos.
El hecho de no crecer es una limitante fuerte para las universidades y la de Sonora ya lo está padeciendo. Por eso, ahora que está en discusión el presupuesto del otro año, al menos el Congreso local debería igualar los mil 90 millones de pesos que aprobó la Cámara de Diputados y no rebajarle. Me enteré que le quiere aprobar sólo 978 millones.
La Universidad de Sonora, el orgullo del estado y el alma mater de muchos de nosotros, merece ser apoyada. Se ha estancado la movilidad estudiantil, se han limitado las becas, se le ha bajado el presupuesto anual y no puede recibir más estudiantes de nuevo ingreso. Eso es inconcebible y frustrante, pues vemos que cada año está escalando posiciones como una de las mejores universidades del país.
*El autor es un comunicador originario de Sonora, becario de la Fundación Prensa y Democracia. Estudió Escritura Creativa en la Universidad Complutense de Madrid. Ha sido reportero, editor y director en periódicos, radios y medios digitales. Twitter: @quintero_javier