Fin de los “bonos democráticos”
El tiempo de actuar, demostrar y hacer valer cada promesa, llegó. 2016 está colmado de pendientes para el Gobierno de Sonora. Son muchos los ojos vigilantes, cuestionadores y debatientes de cada acción que ejerzan. Permitirlo, aceptarlo e incluso discutirlo, es dar cabida a la participación ciudadana.
Participación ciudadana son dos palabras que en conjunto toman fuerza, sin embargo obtienen valor en la medida que se practique por ambos, sociedad y Gobierno. No basta el castigo para aquellos servidores públicos que hicieron mal su trabajo, sino realmente ser el “parteaguas” en la transición a un Gobierno que verdaderamente garantice el pleno respeto a los derechos humanos, el acceso imponderable a la información pública, la transparencia rebosante en el uso de los recursos públicos, así como la apertura a deliberar con los grupos sociales sobre los asuntos públicos.
¿Cómo desean concluir su gestión las actuales administraciones públicas?, ¿Cómo esperan ser recordadas?, ¿Cuál adjetivo o distintivo desean portar y cargar para la historia del país?, ¿Qué legado pretenden dejar? o simplemente, ¿Para qué seguir al frente?. Son muchas las interrogantes y hasta el momento esperamos lo peor. México ha sido rasgado por la complicidad de una clase política marcada por la corrupción, impunidad y malversación del erario.
Para cambiar el rumbo de la historia se necesita implementar nuevas y mejores prácticas en el quehacer de la gestión gubernamental y existen alternativas, ideas, aportaciones y propuestas, lo que falta es la voluntad política. Solamente eso. En el caso de Sonora tenemos un nuevo Gobierno y por lo tanto un nuevo Plan Estatal de Desarrollo, esas líneas que marcan el rumbo de la administración.
En el documento se citan seis ejes rectores, “Sonora en Paz y Tranquilidad, Sonora y Colonias con Calidad de Vida, Economía con Futuro, Todos los Sonorenses, todas las oportunidades, Gobierno Eficiente Transparente y con sensibilidad social y Gobierno promotor de los Derechos Humanos y la Igualdad de Género”. Además, tiene un presupuesto de 54.6 mil millones de pesos. El plan y el recurso están sobre la mesa.
Algunas promesas de campaña electoral de la actual administración, fueron: “Contraloría Autónoma”, seguimiento al patrimonio de los funcionarios, Ley de Combate al Conflicto de Intereses y Enriquecimiento Inexplicable de servidores públicos, mayor eficiencia en la administración (aplicación para dispositivos móviles), innovación en uso de energías limpias y renovables, fortalecimiento de la democracia, castigo a funcionarios y ex funcionarios corruptos, creación de guarderías nocturnas, viviendas dignas, combate a la violencia intrafamiliar, seguridad de viajeros, competitividad en agricultura, rehabilitar red de carreteras vecinales”.
El bono democrático se dio. Hoy se espera progreso y prosperidad. ¿Imposible?.
Leticia Cuesta - Periodista e Integrante de Sonora Ciudadana A.C. twitter@LeticiaCuesta