La ayuda a damnificados, como propaganda política
+ La ayuda a damnificados, como propaganda política
+ Córdova Celaya se lava las manos en corrupción malovista
Desde el primer momento en que la gente empezó a reaccionar y a digerir el miedo, el susto, la desesperación, que se dispararon durante el sismo del pasado 19 de septiembre, y que se volcó en ayudar y rescatar personas atrapadas entre los escombros, empezó la movilización ciudadana en todo el país para recolectar víveres y apoyo para las miles de personas afectadas.
Para todos fue alentador y esperanzador, ver el despertar de esa fuerza ciudadana, unida en torno a una causa superior, la de solidarizarse con los necesitados.
Sin embargo, con el pasar de los días muchos gobernantes y políticos empezaron a subirse a esa ola ciudadana y a hacer caravana con sombrero ajeno, es decir, a darse el baño de pueblo con los recursos y donaciones de la gente que acudió en masa a las tiendas de autoservicio y ferreterías a comprar los materiales, víveres y medicamentos que querían aportar para los damnificados.
En un principio, las intervenciones de los políticos, secretarios de Estado, gobernadores, alcaldes y diputados, eran discretos, hasta parecía que tenían miedo de aparecer en cámaras y fotos en medio del desastre y pesar nacional.
Pero muy pronto se despojaron de toda vergüenza y empezaron a ocupar los espacios en redes sociales, portales y medios de comunicación tradicionales, robando cámara y hasta dando banderazos a la salida de camiones con víveres, como si se tratara del arranque de una obra de pavimentación.
En las fotos se puede ver una larga fila de diputados, funcionarios y aspirantes a diversas candidaturas a puestos de elección popular, dando el banderazo a algún camión.
Nada les cuesta simplemente hacer el llamado a la solidaridad y hasta de manera discreta supervisar cómo se están dando las labores de acopio, clasificación y empaque de víveres; pero terminan siendo ellos los protagonistas y no los damnificados y los ciudadanos que entregan los donativos.
Hasta grotesco se mira que un funcionario o funcionaria pública pose dando el banderazo y muy sonriente para la foto, contrastando con la tragedia de esos miles de mexicanos afligidos que hasta sin casa se quedaron tras el sismo.
Eso es claramente hacer uso político, propagandístico, con la tragedia.
¿Vuelve el financiamiento privado a los partidos?
Como los partidos políticos necesitan mucho dinero para sus actividades y campañas electorales, si no es con financiamiento público como funcionarán, entonces será con financiamiento privado, pero ahora sí de manera legal, no bajo el agua como siempre se ha hecho.
Los dirigentes de todos los partidos se vieron muy generosos regalando lo que no es de ellos, el financiamiento público, para así destinar tales recursos al apoyo de los damnificados y a la reconstrucción de las zonas afectadas por los sismos, tarea en la que se requerirán cerca de 40 mil millones de pesos, según dio a conocer el presidente Enrique Peña Nieto.
Reza, Anaya, Barrales, AMLO y compañía se pelean las simpatías ciudadanas ofreciendo dinero de sus prerrogativas, que son nuestros impuestos al servicio de los partidos. Se atribuyen cada uno ser los primeros en proponer tal o cual porcentaje para los damnificados, aunque legalmente haya serias dudas de que eso se vaya a poder hacer, a menos que haya una reforma constitucional.
Lo más nuevo de este asunto es que, el PRI, en voz de su presidente Enrique Ochoa Reza y de su coordinador parlamentario César Camacho Quiroz, presentó una iniciativa de reforma constitucional para permitir que los empresarios puedan aportar su dinero a las campañas electorales de los partidos políticos en 2018, con lo que se eliminaría el financiamiento público.
El PRI indica que las aportaciones de los empresarios deberán ser siempre a través del sistema financiero mexicano, con lo que se generará confianza y las herramientas necesarias para fiscalizar los recursos y acreditar que sean de procedencia lícita.
Lo que lograría esta propuesta del PRI en caso de aprobarse, es únicamente legalizar una práctica que sabemos que se da y que es la inyección de recursos bajo el agua, no fiscalizables, de la clase empresarial a las campañas de sus partidos y candidatos preferidos, inversión que recuperan luego a través de jugosos contratos de obras y servicios que le prestan al gobierno.
En el documento también se propone la eliminación de los diputados y senadores plurinominales, con lo que la cámara baja quedaría con 300 integrantes, mientras que el senado con 64, es decir, sólo senadores y diputados electos por mayoría de votos.
Por cierto que de esta propuesta de eliminar senadores y diputados pluris, nada han comentado los otros partidos políticos. ¿Van o no van con la eliminación de pluris?
Córdova Celaya se lava las manos en corrupción malovista
La Secretaría de Transparencia y Rendición de Cuentas del Gobierno del Estado de Sinaloa anunció esta semana que sancionó con inhabilitación de hasta 10 años a seis ex funcionarios y deberán pagar 66.5 millones de pesos por daño patrimonial, ocasionado al Estado durante el gobierno de Mario López Valdez, Malova.
Tres de los ex funcionarios sancionados son de la Sectur Sinaloa, incluyendo el ex Secretario Rafael Lizárraga Favela, un ex secretario técnico y el ex jefe de Departamento Administrativo. Los otros dos son un ex Secretario Técnico y el ex Jefe de Departamento Administrativo en Turismo.
La Secretaría de Transparencia determinó que los funcionarios realizaron varios pagos por casi 8.7 millones de pesos para pagar a presuntos proveedores de campañas vacacionales denominadas "Delta Vacations 2016", "Can West 2016" y "Continental Airlines", sin documentos que justifiquen el pago realizado, sin contrato de servicio ni expediente de adjudicación.
El sonorense Francisco Córdova Celaya, ex secretario de Turismo con Malova, se lava las manos en este asunto, pues asegura que las irregularidades señaladas se cometieron meses después de que él dejó la Sectur. Es decir, él renunció iniciando el 2016 y las anomalías ocurrieron en el transcurrir de ese año.
"Me da mucha pena que haya pasado lo que pasó, quiero aclarar que eso pasó seis meses después de que yo había dejado la Secretaría; Pero les quiero aclarar que todas las auditorías que se hicieron, incluyendo la última auditoría cuando entregué, no hubo observación alguna", aseguró Francisco Córdova Celaya.
Hasta la próxima, cuídense y sean felices.
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